Haciendo amigos

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Me desperté por la mañana con la mano de Uraraka en mi pelo, según me dijo le encantaba lo suave que lo tenía y no pudo resistirse.
Me hizo gracia y me pareció una monada.

Bajamos a desayunar con mi hermano el cual nos había servido el desayuno, era un gesto amable por su parte pero yo sabía sus verdaderas intenciones.
Intentaba ligar con Uraraka, de hecho el primer día lo intento con otra chica la cual estuvo a punto de cortarle una mano.
No sé porque pero la chica me cayó bien, pero no solo a mi a Todoroki también.

Desayunamos los tres juntos mientras charlabamos de los planes para la tarde, los de clase habían decidido ir juntos al centro comercial para hacer algunas compras y conocerse más.
Acabamos de desayunar recogimos y nos preparamos para salir.
Me puse una sudadera negra con las mallas del mismo color y las converse magenta y mi pulsera que me regalaron mis padres biológicos y que nunca me quitaba.

Salimos los tres de mi casa mientras charlabamos animadamente.

–¿Que vas a comprar Uraraka?– le pregunté con curiosidad

–Nada en especial, solo quiero unas deportivas azules ¿Y tu?–respondió con una sonrisa de oreja a oreja.

–Voy a comprar un videojuego y uno o dos libros

–¡¡Mas libros!!–exclamo mi pesado hermano– como compres más no vas ha caber ni en tu cuarto– exagero riéndose

–Pues si eso pasa duermo en tu cuarto–concluí feliz

Uraraka se reía de nuestra conversación para sus adentros, pero en realidad no era tan raro que yo durmiera con mi hermano de hecho cuando tenía seis años y el siete, tenía pesadillas por lo de mis padres y él venía por la noche me leía y dormía conmigo.

Se lo conté a Uraraka y me dijo que la relación que tenia con mi hermano era de envidiar, yo eso ya lo sabía, yo adoro a mi hermano, el único defecto que tiene es que es algo sobreprotector.
Entre risas y charlas llegamos a nuestro destino dónde nos esperaban el resto de compañeros.

–Hola–saludamos al unísono los tres

–Hola–nos respondieron los demás

Fui con los chicos que se dirigían a la tienda de videojuegos y allí compré el último juego de Assassins Creed dejando al chico de pelo verde sorprendido pues era su juego favorito.
Vino ha hablar conmigo para pedirme perdón por lo de ayer.

–si-siento mucho ha-haber sa-sacado el tema de tus padres ayer– me dijo incluso más tímido que la primera vez que hablamos.

–No tienes que disculparte, el problema es que soy algo succeptible con ese tema– respondí bajando el nivel de mi voz

–Oye no estés mal tranquila seguro que estén donde estén están orgullosos de ti–me dijo intentando animarme, pues había notado las lágrimas que empezaban a cubrir mis ojos

–Gracias– le dije –si no te importa tengo que ir a otra tienda– dije casi en un susurro.

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Narra Midoriya:

Vi a Ela comprando videojuegos y pensé que era mi oportunidad para pedirle perdón por sacar el tema de sus padres.
Me acerqué para hablar con ella pero solo conseguí ponerla triste de nuevo, se escabulló antes de que pudiera decirle nada, iba a seguirla pero me pareció que quería estar sola así que me quedé dónde estaba como un idiota.

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Narra Ela:

Me fui corriendo a la librería antes de que las lágrimas empezarán a brotar de mis ojos, la verdad es que me sentía mal, porque era la segunda vez que dejaba plantado a Midoriya.
Llegué a la librería y vi algo mejor dicho a alguien que me sorprendio.

Nuestros ojos se encontraron, otra vez aquellos hermosos ojos que no se habían despegado de mi desde que entre en UA.
Se dio cuenta de las lágrimas que corrían por mis mejillas y se acercó para ser amable, aunque a su manera.

–¡IDIOTA!¿Que te pasa?¿Porque lloras?–pregunto intentando aparentar estar irritado, aunque en sus mejillas se dislumbraba un suave tono rosado.

–No es nada, me caí y me hice daño– respondí aparentando ser más fuerte de lo que era.

–MIRA FOTOCOPIADORA CON PATAS si no me lo quieres contar aya tu, pero no me mientas tan descaradamente– me grito esta vez verdaderamente irritado y sin esa tonalidad rosa de antes.

–Siento haberte mentido no era mi intención, pero no hace falta que me insultes– le dije entre sollozos.

El se dio cuenta de que no había sido muy amable e intento pedir perdón a su manera, pero he de admitir que a mí su manera me gustaba.

–Vamos a por helado y me cuentas la verdad y si no quieres te vas con el estúpido pelo pincho y que te consuele el–dijo casi en un susurro y recuperando el colorete de antes

Pasamos la tarde juntos y le conté lo que me había pasado con Midoriya, tuve que pararlo porque quería volar a Deku por los aires pero por lo demás lo pasamos estupendamente el uno en la compañía del otro.
Llego la hora de volver a casa, mi hermano y yo nos fuimos solo, grave error porque me hizo un interrogatorio de lo más exhaustivo, pero yo pasé de él y no le contesté a nada.

Llegamos a casa, cenamos y me metí en la cama pensando en cuándo sería la próxima vez  que vería esos ojos explosivos.

LUNES

El lunes por la mañana tuvimos varias emociones la madre de la chica que hace unos días intento matar a mi hermano, nos estuvo cuidando mientras Aizawa-sensei hacia no sé qué, la asesina de hermanos que se llamaba Selene nos contó la historia del demonio que habitaba en ella, nos dejó verlo y como no Bakugō se encaró con ella y el demonio, yo intenté pararlo pero no sirvio de nada

–NO ME SUBESTIMES FOTOCOPIADORA CON PATAS– me grito irritado

–No te subestimó de hecho yo... CONFIO EN TI DEMUESTRALE DE QUE ERES CAPAZ–le grite totalmente roja como un tomate

–Gracias–susurro en un tono imperceptible

Pero yo sí lo había oido, era la primera palabra amable que salía de su boca y me hizo ilusión que fuera dedicada para mi.
Bakugō perdió el combate y estaba de mal humor así que lo deje solo el resto del día.

A la tarde Uraraka me llamo para ir al cine con el resto de la clase y yo accedí contenta.
Llegamos todos pero faltaba Selene, así que Lida fue corriendo a buscarla y la trajo a caballito.
Bakugō se volvió a encarar con ella pero está vez sin llegar a las manos.
Entramos a la película de reto o verdad, no sabía dónde sentarme, pero entonces vi que al lado de Bakugō había un sitio, y no me lo pensé dos veces.

La peli era de terror pero a mí no me daba miedo, era de las peores que había visto.
Sin embargo a Bakugō le gustó la idea de meterse conmigo.

–¿Que pasa fotocopiadora?¿Tienes miedo?– se rió de mi

–Yo no ¿Y tu chico explosivo?–le pregunte con malicia

Se quedó mudo y sonrojado, no se esperaba esa respuesta.

–Bueno fotocopiadora ya veremos si esta noche dices lo mismo, no quiero recibir llamadas de niñitas lloronas–me respondió confiado

–Tranquilo no las recibirás espero que yo tampoco–le dije guiñando un ojo

Los dos nos reímos y los demás nos chistaron.
Al salir del cine Selene se burló de algunos cagados y Momo la apoyo.
Mi hermano y yo nos fuimos y esa noche dormí pensando en la hermosa risa de cierto chico, porque he de admitir que me empezaba a gustar un poquito.

Amor explosivo (Bakugou x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora