2

410 30 3
                                    

Me siento totalmente perdida en este lugar, mis días se basan en caminar del café al hotel, y del hotel a las calles para inspirarme a escribir, lo que me ha traído hasta aquí es la búsqueda de un buen empleo. Ser una autora independiente nunca ha sido una tarea sencilla, con el Internet y las redes sociales las canciones se vuelven virales fácilmente y ya nadie nos contrata, por eso mismo decidí venir a Italia, siempre he sabido que aquí es la cuna de las mejores voces y canciones que han pisado la tierra. 

cruzo la calle al visualizar una pequeña oficina en la que me han citado los productores con los que me contacte antes de venir a este país. Entro y saludo a los dos hombres sentados en un escritorio.

  — buenas tardes.—  sonrió cordialmente.  —  recibí su escrito, específicamente ¿de que cambios estamos hablando?

  — como ya sabe, estábamos tratando de hacer convenios con artistas ya reconocidos en el medio.—  asiento comprendiendo. — pero hemos notado que las nuevas voces llaman mucho mas la atención, suenan mas, tienen más... como lo dicen, más chispa. — ríe como si hubiera dicho algo demasiado gracioso, lo imito. 

  — lo entiendo, ¿pero no es mas difícil hacerlos subir cuando están de cero?, ¿cómo contactaré con esos emprendedores?—  los dos hombres se paran de sus asientos y me miran.

  — tu te encargaras de conocerlos, conocer su música, sus letras, convencerlos y déjanos a nosotros lo demás. Confiamos en ti—  Saca de un maletín una hoja suelta y me la entrega —  aquí hay una pequeña lista de artistas callejeros y de la zona, sus números están marcados allí mismo, junto a sus direcciones. Asegúrate de visitarlos a todos. —  sin dejarme responder comienzan a empujarme educadamente a la salida, si eso es posible. 

Suelto el aire cuando pongo un pie fuera de la oficina, comienzo a caminar rumbo al hotel mientras voy pensando en como convenceré  al menos una persona de la lista sin saber hablar en su idioma. Acelero mi paso para llegar más rapido y poder descansar. 

desempaco mi portátil y tecleo en el buscador un traductor. Comienzo a traducir todo lo que creo es necesario para la entrevista. Marco el primer numero y espero el tono.

  — ¿buono?—  una voz femenina suena al otro lado de la linea.

— Ciao, sto parlando del produttore indipendente MCR. Parlo con Alessandra?—  hago una mueca, no se como ha sonado eso, pero sin duda no soné como una italiana promedio. 

Sì, sono lei. Ho bisogno di qualcosa?— abro mis ojos al no entender del todo. —amm, Sto cercando un talento, non parlo italiano— muerdo mi labio— busco, ammm... música, nueva ¿entiendes? — comienzo a tartamudear un montón de palabras cuando me quedo sin decir, pensé en traducir lo que yo diría, pero no sé como traducir lo que ella dice. —non capisco— me dice la chica.—Mi dispiace—trato de disculparme y antes de que pueda decir algo mas, cuelga el teléfono.—¡genial!, será mas difícil de lo que imaginé.

me dejo caer de espalda en la cama y me acomodo para dormir. Decido no seguir con las llamadas y dejarlas para después. 

cuando me comienza a dar hambre agarro mi teléfono y miro la hora; 9:30 de la noche. 

agarro mi bolso y me dispongo a salir, camino apenas unas cuadras cando veo un puesto de panecillos, comienzo a caminar más rápido para no andar en las zonas más oscuras de la calle. A pesar de que no es muy tarde, las calles están muy vacías, unas cuantas personas caminando, parejas y jóvenes amigos andando del otro extremo de la calle. miro a un lado y luego al otro antes de cruzar, al dar el primer paso una mano se posa fuertemente en el mio y me jala para atrás, por reflejo volteo a ver a la persona que me tiene tomada y me encuentro con un rostro sucio y nada agradable. Me toma más fuerte y trato de zafarme para seguir caminando, no se detiene y trata de pegarme a él, esta vez trato de golpearlo pero me toma de la otra mano y comienza a susurrarme cosas en un italiano arrastrado, como si no hablara del todo bien. 

Melodías del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora