Capitulo 14

5.6K 354 9
                                    

Sun Hee

Solo vi como fue corriendo a la habitación, simplemente suspire y me dirigí a la cocina, de donde saque una caja de galletas y regrese al sofá para después encender la televisión y entretenerme un rato, ya que algo característico de Jimin es, que tarda mucho para  arreglarse.

Y como deduje, muchos minutos después él salio de repente y me tomo del brazo con tal de no ser brusco y me fue jaland hasta la habitación, me quito la caja de galletas y cerró la puerta.

—Date prisa

Se escuchaba muy emocionado que no pude decir nada, me puse algo cómodo y salí, ahora él se encontraba con mi caja de galletas.

—¡Ya!, ¡Devuelve mis galletas!

Camine hacia él para tratar de quitárselas, de pronto él se levanto y alzó la mano, aunque no era tan alto como lo era Jungkook o Jin era mas alto que yo. Trataba de alcanzar aquella caja de galletas de chocolate pero creo que era inútil, cuando estaba apuntó de rendirme él me tomó de la cintura y me atrajo a él, bajo la mirada, haciendo que se encontrara con la mía, solo me sonrió, pero eso basto para que me pusiera nerviosa. 

 —¿Que?, ¿Tu corazón se acelero? - dijo sin dejar de sonreír.

—¿Q-que?, agitar mi corazón, mi pie

Él solo río.

—Vamos

Dejo las galletas en él sillón, nos pusimos los zapatos para después salir del edificio y subir al auto. Comenzó a manejar por un rato.

(...)

Llegamos a  lo que parecía ser un pueblo tradicional, todo ahí te llamaba la atención, la gente, las casas, hasta que Jimin detuvo él auto frente a lo que parecía ser un puesto de comida.

—Vamos

Al bajar me tomo de la mano y nos dirigimos al puesto.

—¿Por que venimos aquí?

Pregunte sin entender.

—Prometi que te ayudaría a encontrar tus recuerdos

Al entrar a aquel lugar me quede impactada, era muy rustica pero muy linda a la vez, había un delicioso olor, cuando entramos la persona que me llamo la atención fue una linda abuela con su traje tradicional.

—Ahjumma dos ordenes de pastelillos rellenos

Pidió Jimin mientras nos sentábamos en una mesa.
Yo no podía evitar mirar por todas partes, él lugar estaba con poca gente, tal vez porque aun no era hora del almuerzo, de pronto vi un cuadro colgado en la pared.

—Ese cuadro...

Deje al aire mientras señalaba hacia haya.

—¿Lo reconosiste?, era tu favorito cuando veníamos aquí

Era un lago con cisnes y una flor de loto en una esquina, al lado había una niña tocando la flauta, era muy linda. de pronto un pequeño niño entro al puesto.

—¡Abuela!

Grito mientras corría hacia los brazos de la tierna señora.

—Omo, mi príncipe ha llegado - dijo abrazando al niño.

—¿Quieres uno? - le ofreció la abuela a su nieto, a lo cual él asintió - come despacio, aun esta caliente

Era algo enternecedor, después la abuela se acerco a nosotros con nuestra orden, en realidad que olía bien.

Casada con Park Jimin |EDITADO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora