Capítulo 3

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Alma-

Una semana y mi malestar es insoportable. Mis padres ya hayan raro que este así y mi cuento de "Lo que comí me calló mal" ya no me lo están creyendo.
No se que hacer, esquivar a Gastón no me es suficiente.

N- Che Alma seguís mal?- dijo entrando a mi habitación.
- No Nico ya me siento mejor y José?-
N- En la cocina con papá-
- Hacemos mates y tomamos los tres acá? No quiero ir al comedor y bancar preguntas de papá-
N- Ey flaca no seas así con él- Me reclamó. - ahora preparo y llamo a José-

Tener dos hermanos mayores es muy lindo y más si sos mujer. Soy realmente afortunada de tenerlos, siempre están para mi. Son todo!
Mi celular emitió un sonido corto y al ver de quien trataba decidí ignorar.
Desactive al rato mi última conexión en WhatsApp y escribí en el grupo de padres de mis alumnas para avisar que la clase de hoy se suspendía.
Me dolía tener que faltarle a mis pequeñas, pero no estaba de ánimo ni me sentía bien.

J- Como estas preciosa?- entraron mis hermanos. Traían mate y unas galletitas dulces. - Che peque papá está preocupado por vos... tanto que está ya pensando estup...
- Que está pensando?- lo interrumpi.
J- Que podría ser una posibilidad, que estés embarazada... -

Quedé callada. Con una bolsa de emisiones en mi cabeza.
No sabía que responder, no había palabra que se me ocurriera para decir.

N- Por que te quedaste callada Alma- pregunto mi hermano.
Lagrimas comenzaron acumularse en mis ojos, un nudo en la garganta que no me dejaba emitir palabra.
J- No es cierto, Alma la puta madre- Me gritó. - Habla-
N- No grites José deja que hable-
J- Alma dale habla- Me agarró de los hombros y me movió bruscamente.

Su reacción me asustó. Jamás antes había sido así conmigo. Estaba muy alterado.

J- Alma decime que no es cierto-
P- Por que gritan?-
- Es cierto- lloré.
N- ¿Cómo?- abrió sus ojos como platos.
- Estoy embarazada- dije sin contener la angustia que llevaba adentro.
P- Que carajo dijiste- se acercó y me paré. - Alma-
- Lo siento Papá..- No termine de hablar cuando me golpeo la cara en mi mejilla derecha. Nico se acercó enseguida a mi y me ayudó a pararme. Quedé helada, jamás antes había hecho lo que hizo.

N- Que te pasa? Así no llegas a nada-
P- No se metan ustedes- los retó.
J- Siempre te banque en todo papá, en esta no-

José me agarró de la mano y me acompañó al baño. Mi nariz estaba sangrando.
Yo ya no tenía reacción.
Fue a buscar agua para que me tranquilice y volví a la habitación.
"Esto se va a volver un caos en menos de lo que pienso, tengo que escapar" dije en mis adentros.
Mi vista se dirigió a la ventana. "La única escapatoria que tengo en este momento"
Sin más vueltas, y antes de que me vieran me salí. Corrí unas cuadras sin rumbo alguno.
Sentía como la angustia se apoderaba más de mi.
Me metí a una cafetería en una esquina. Habían pocas personas.

Pase la tarde ahí, mirando por la ventana como el cielo se tornaba gris. La gente entraba y salía, mientras yo seguía ahí sentada en una de las mesas sin moverme. Reiteradas veces vinieron a ofrecerme algo y sólo pedi agua.
Apoyo mis brazos en la mesa y sobre ellos mi cabeza. Mi rostro me dolía.

Perdí la noción del tiempo sin darme cuenta.

Xx- Señorita- sentí que tocaron mi hombro izquierdo.
- Que pasa?- desperté asustada visualizando donde me encontraba.
Xx- Se quedó dormida- Me dijo y recién entonces me Di cuenta que seguía en la cafetería. - es hora de cerrar-
- Uh no disculpame- Me paré.
Xx- Tómese este café que le preparé... todavía tengo que limpiar-
- Gracias-

Se iba a ir y volví a hablarle.
- Me podrás decir la hora?-
Xx- Son las 21:30-

"Como pasó la tarde".

Tome rápido mi café, deje el poco efectivo que tenía en mi bolsillo sobre la mesa y me fui.
Otra vez sin dirección... o tal vez si!

Narra Gastón

- Hola-
- Gastón mi hija está con vos?- identifique la voz de Pablo.
- No Pablo paso algo?- pregunte preocupado.
- Se salió de casa está tarde y no ha vuelto.. hubo terrible problema, necesitamos encontrarla-
- La buscó en los lugares que concurre Siempre?-
- Ya fuimos a la escuela donde da clases, no fue, preguntamos a los vecinos, a toda la familia y nadie la vio-
- Voy a ver si la encuentro en el bar que vamos siempre-  dije y escuché el timbre. Caminé enseguida para abrir.
- Por favor mantene al tanto si la encontras-
- No se preocupe Pablo- dije al ver a Alma detrás de la puerta. - Llegó acá-
- Bueno Gas me quedo tranquilo-

Corté. Sus ojos estaban decaidos y llorosos. En su mejilla tenía una marca roja, su nariz algo lastimada.
Venia con su cabello y remera mojada.

A- Afuera llueve-  Me dijo con su voz quebrada.
- Pasa- Me hice a un lado. - Que te paso?- hice énfasis a su moreton.
A- Mi papá me golpeo-

Me dejó sin palabras. Me abrazó y se hundió en mi pecho. Jamás la había visto tan desesperada por encontrar consuelo. Llorar sin ánimo de parar.

- Querés contarme que paso?-
Empalidecio cuando hice esa pregunta.
A- Es mucho Gas... no puedo con esto- lloro aún más.
- Hay algo en lo que yo pueda ayudar?- la traje de la mano al comedor para que tome asiento y así darle un poco de agua para que se tranquilice.
A- No quiero decir nada al respecto... quiero que nuestra amistad por lo menos no se rompa ahora-

Sus últimas palabras me dejaron pensando. "quiero que nuestra amistad por lo menos no se rompa ahora. Que habrá querido decir con eso?".
Decidí no hacerle preguntas y sólo buscar palabras que le sirvan de consuelo.
Por dentro tenía la necesidad de saber que pasaba y entender por que su papá sería capaz de golpearla.
Me mantuve calmado por que no quise sumar nada más al día de mierda que de seguro estaba teniendo... pero ganas de enfrentar a Pablo no me faltaban. Siempre él es el causante de que este mal anímicamente.
Se acomodó en silencio en el sillón mientras fui por una toalla para que secara su pelo.

Al volver no la encontré allí.

- Alma?- dije dirigiendo mi mirada al pasillo que lleva al baño.
A- Estoy acá afuera- Me habló desde el balcón. - Mi papá me odia- Me dijo repentinamente.
- No es así-
A- Después de lo de hoy seguro que si- Me respondió dirigiendo su mirada a la ciudad. - Soy su peor disgusto en su vida-
- No digas eso alma. Un enojo, en este caso gran enojo, no significa que te odio-
A- Soy una mierda como hija-
- Por qué decís todo esto?-
A- Es mejor que no sepas- lloró. 
- También me vas a odiar por esto-
- Nunca te odiaria- la tomé de su mano e hice que me mirara.
A- Prefiero que por ahora no sepas-

Ya no sabía cómo ayudarla. No quiere hablar y temo también que lo haga. Aún así nada quita que sienta curiosidad el tema de que diga "me vas a odiar". No entiendo razones y tampoco me las da.

Le pregunté si quería un te y me aceptó. Fui preparé todo y lo lleve al balcón para sentarnos en el piso y tomarlo. 

Dulce Condena //Gastón Sardelli// [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora