Capítulo 9

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Narra Gastón

Alma iba muy callada en el asiento del acompañante, mirando por la ventanilla.
Era lógico, de seguro era algo incómodo para ella, así como lo es para mi.

Al llegar su papá estaba afuera parado al lado de su auto. Bajé simplemente para que me viera.

-Esperame ya te traigo la Ecografía- Me dijo ella mirando a su padre.
-Buenas- dije en voz alta pero el ni se percató.
- No lo intentes Gas- Me dijo tímida.
- Te espero acá-

Corrió hasta hasta adentro de su casa. Pablo ni me miraba. Volvió con un sobre blanco en mano, el cual llegó y me extendió en su mano.

-Acá está- dijo y tomé el sobre en mis manos.
- Me explicas? No entiendo mucho- reí.

Abrió el sobre y saco lo que sería la imagen. Me explicó más o menos lo que se veía ya que era poco. Me indicó que al pasar los meses podremos ver más del bebé.

- se me piso la piel de gallina-dije y reímos.
- A mi igual cuando escuche su corazoncito- Me dijo.
- Te lo hicieron escuchar?-
- Si.. si querés pedimos escucharlo cuando vayamos-
- Obvio- dije emocionado. - Me está encantando la idea de ser padre-
- Te gusta o estás obligado?- se metió Pablo.
- No le debo explicaciones a Usted señor. La madre es Alma y el Padre soy Yo-
- Papá por favor- suplicó que no se meta. -No hagas las cosas más difíciles- le dijo y él se fue.
- Quiero que me digas si tu Papá no te trata bien. Leí que a una mujer embarazada no le hacen bien el estrés, ni peleas-
- Leíste?- rió.
- Me estuve informando- reí y ella me abrazó sorpesivamente. Se abalanzó tan de golpe que generó que quede sentado sobre el capó del auto. Le devolví el abrazo.
- Te quiero Almita- dije y se separó para mirarme. Corrí parte de su cabello de la cara, observe sus ojos brillantes y sin pensarlo la besé. Correspondió. Duró por varios segundos.
- Y así es como parece que vamos a terminar siempre- se avergonzo.
- Siento cosas por vos Alma- solté de golpe. Quedó boquiabiertas y mi única reacción fue besarla otra ves.
- Estas diciendo cosas sin sentidos Gastón- dijo cuando nos separamos.
- No Alma. Te lo digo enserio y no me había dado cuenta hasta esa ves que estuvimos juntos. No fueron sólo copas demás- pose mis manos en sus hombros.
- No se que decir Gas, no me esperaba esto nunca de tu parte...
- No te hagas problema- la interrumpi. - Te daré tiempo para que veas que lo que te digo es cierto-
- Yo no se lo que siento... Te quiero muchísimo y lo sabes, las veces que nos hemos besado fue especial, me haces bien pero nose-
- No te preocupes, tus sentimientos de van a acomodar- sonreí. -Nos vemos preciosa- le di un beso en la mejilla, cerca de sus labios.
Subí a mi auto y me fui.
Por el espejo retrovisor, la vi que quedo parada en la vereda y que Nahuel se le acercó. Me deja muy tranquilo saber que por lo menos tiene el apoyo de sus dos hermanos mayores.

Los días pasaron, era muy poco lo que veía a Alma, es ella quien pone una barrera entre nosotros y lo acepto. Esto no será nada fácil.
Mis hermanos estan re rompes con que serán tíos, mientras mis padres no saben. Es difícil no decirles, pero quiero esperar a la próxima ecografía. Hoy!

Faltaba unas cuantas horas, el turno lo habíamos conseguido para las cuatro de la tarde.
Antes tenía ensayo con mis hermanos, por suerte en este momento lo de la banda estaba más tranquilo. No tenemos muchas presentaciones por ahora, ya que en días nos sentaremos a grabar.
La banda demanda bastante de nuestros tiempos, sólo espero no me traiga problemas con Alma y mi hijo o hija. No quisiera estar ausente en momentos importantes.

No estaba en mis planes, ni mucho menos con mi amiga el ser padre. Pero se dio así y estoy feliz. Conozco a esta mujer como nadie, es una excelente persona, digna de que todo le salga bien. Le tocó ser parte de una familia de la cual le importa más la fortuna que le pueda quedar y el que puedan decir de ellos, antes que sus sentimientos. Ella no era para nada así, expresa mucho y es diferente a ellos, cero egoísmo, cero hipocresía y mucho amor por dar.

Conté con su amistad sincera desde ya hace muchísimos años, nos acompañamos en los momentos más difíciles y en los más felices. Nunca nos alejamos por demasiado tiempo. Siempre que me iba de gira era a la última persona que veía, cuando volvía la primera en ver.

Hay mucho por contar de nuestra amistad, anécdotas, travesuras. El vínculo amistoso se está rompiendo y duele, pero nuevos sentimientos es tan apareciendo. Me preocupa que pueda lastimarnos después de lo lindo que la pasamos. Me preocupa que esto rompa el vínculo por completo. Pero mientras pueda voy a luchar por estar cerca de ella.

Fui a la sala de estudio. Guido y Pato ya estaban ahí.

-Lechuga- dijo Patricio.
-Llegaron más temprano- les dije
- Si, vos hoy no acompañas a Alma?-
- Si pero a las cuatro- respondí.

Los tres llevábamos cosas en nuestras cabezas, ideas plasmadas en papel o nuevas ideas en proyectos.
Pato era el que más cosas llevaba para hacer algo nuevo en algún lugar, Guido el que más se prendía y yo dispuesto a todo. Sus energías me contagian y es imposible decir que no a algo.

Finalmente a las tres y media, fui por Alma, la que como siempre, daba vueltas intentando terminar de arreglarse.
Salió su madre a hacerme pasar.

-Esta su marido?- pregunté.
- No, está trabajando. Pasa- insistió.
- Esta bien-

Entré, José estaba tomando mates, mientras miraba tele. Me hizo sentar junto a él para que lo acompañe.

- ¿Cómo estás?- preguntó amigable.
- Bien, ¿vos?- intente ser igual de respetuoso.
- Bien. Gastón, yo no voy a juzgarte como mi papá, nose como fueron las cosas entre mi hermana y vos. Pero sólo te pido una cosa, no la lastimes. Hace días pensaba irse, habló con vos y dijo que se quedaría por que estabas dispuesto.. -Hizo una pausa- Que querías estar presente en el embarazo. No hagas que se arrepienta y que con mi hermano nos lamentamos por no romperte la cara- rió a lo último.
- Yo quiero a tu hermana. No sólo quiero estar presente, me pasan cosas con ella José- dije y abrió sus ojos como platos. - No pretendo lastimarla, todo lo contrario, quiero que sea feliz como se lo merece. Señora confíe en mi por favor, vos José igual-
- Siempre confíe en vos Gastón. Lo voy a hacer ahora, te daré la oportunidad por lo que has sido con mi hija. No fui la mejor madre, nunca tuvo mi contención, siempre estuviste para ella- me dijo su mamá.
- Ya habías llegado- apareció Alma.
Vestía un Jogging negro y una remera blanca que alcanzaba el cinturón de su pantalón a penas. Era un top pero no mostraba nada. Llevaba colgada a su costado una cartera negra.

-Hace un ratito- dije y me paré.
- Vamos?- preguntó casi ni mirando a su madre.
- Dale- se despidió sólo de su hermano y salimos.
Justo al salir, apareció su padre. La agarré de la cintura a propósito. "De cuando hago todo para que él me vea?"

Ella me miró y sonrió. Sabía que lo había hecho para que él se de cuenta que no está sola.

Nos fuimos ya que ni nos miró.
Llegando al hospital, los nervios se apoderaron de mi. Las manos me empezaron a sudar y el latido de mi corazón a celerarse. Parecía que lo escupiria en algún momento.
Entramos y nos quedamos en sala de espera. Tomamos asiento en un banco. Allí sólo había una pareja más, la chica de la misma, tenía una enorme panza. Estaba casi seguro que no le quedaba mucho de embarazo. Mi pierna inconscientemente empezó a moverse, Alma puso su mano en mi rodilla, para que me quede quieto.

- Me pones nerviosa- rió.
- Perdón- reí. -es que estoy nervioso-
- Yo también- dijo y se apoyó en mi hombro.

-Venís por consulta?- nos preguntó la morocha que estaba con supongo que su novio.
- No, tengo la segunda ecografía- respondió Alma. -Estoy de tres meses- sonrió.
- Yo ya estoy para en cualquier momento- rió la morocha. - No sabes, ya ni duermo-
- Y no deja dormir- rió su novio y acarició la panza de la chica.
- Son pareja verdad?- preguntó la chica. -Hacen una hermosa pareja-
- Eeem- dijo Alma sin saber que decir.
- La criatura que crece acá nos une día a día- dije sonriendo y ella se ruborizo.
- ay que lindo- rió la morocha.

Después de unos minutos ellos pasaron. Tardaron más o menos casi veinte minutos.
Salieron, se despidieron amablemente y se fueron. Todo indicaba que éramos los próximos pero no nos llamaban. Pasaban los minutos y nada.
Hasta que por fin la llamaron y mi corazón prácticamente se detuvo.

- Usted es Alma Rodríguez?- preguntó un chico más o menos de unos treinta y cinco años, no mucho más.
- Si- dijo nerviosa.
- pasen por favor- dijo y se metió a la sala otra vez.

Dulce Condena //Gastón Sardelli// [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora