Dulce Condena //Gastón Sardelli// [Terminada]

Capitulo 21

Narra Gastón

Los días iban pasando. Cada vez encontraba más sentido al momento en él que Alma se había ido.

Estoy todos los días con mi hijo, lo paso a saludar o los voy a buscar. Pero aunque intente recuperar a Alma, me pone una barrera. Una barrera que no me gusta.
Con Guido quedó todo perfecto otra vez. Se terminaron los malos entendidos. Pero no puedo negar que me molesta esa relación con la rubia. Aunque sea por Noah.
No puedo reprochar, por que de nada serviría remarla tanto.

Mientras la esperaba afuera, agarre mi celular. Alma siempre era de dar vueltas.
Observe un poco las redes, la gente estaba algo eufórica por la presentación de mañana.

Saca mi enchufada mirada del aparato, un toque en la ventanilla. Alma!
Abro la puerta e ingresa, la saludo con un raro beso en su mejilla y luego a mi bebé. Lo traía con un enterito amarillo un chalequito blanco fino.
Hoy tenía una sorpresa para ellos. Había comprado un carrito y una cuna que esperaban en casa. Mi madre me ayudó a elegir. Estaba contento, sería mi primer regalo a Noah.

  -Perdón la tardanza, es que tus hermanos se fueron cuando llamaste-
  -Vinieron mis hermanos?- pregunto.
  - Si. Iba a venir Guido, pero Pato le cayó a su casa, así que vinieron juntos- asenti. No quería decir nada. Estaba molesto, otra vez por mi hermano. Me sentía un estúpido sintiendo celos por mi propio hermano. Se que no me va a joder y creo en el interés por su sobrino. Pero me jode que Alma se distancie a mi y no a los demás.
- Te molesta que tus hermanos vengan a verlo?-
-No, como me va a molestar? Son sus tíos-
- Bueno, avisale a tu cara entonces-  murmuró y empezó a mirar por la ventanilla hacia afuera.
Molesta se veía mucho más hermosa. Mientras conducía, giraba mi cabeza para verla. Traía un jeans azul ajustado y una remera rosa al cuerpo. Cualquiera que la vea, no creería que la piba es mamá. Mantiene su figura intacta.
Como carajo no la mire antes ¿No?. Tanto años juntos y recién ahora me doy  cuenta que la pendeja es hermosa, lo que me genera y ahora puedo decir que la amo.

  -Podes prestar más atención a las calles?-
  - No puedo no mirarte- reí.
  - Vuelvo a la E.J.B- dijo ignorando mi comentario.
  - Enserio?-
  - Si, pero no con clásico-
  - Y entonces?-
  - Vuelvo a las telas- sonrió contenta.
  - Eeeey bien, era lo que querías o No? Hace tiempo querías volver a las telas-
  - Si hace mucho- volvió a sonreír. - Esta vez no sigo con las pequeñas. Voy con las edad intermedia-
  - De ocho a catorce?-
  - Exacto- responde.

Recuerdo que antes de todo lo ocurrido, cuando arrancó en esa escuela a trabajar, quería a toda costa tomar las clases de tela. Le dieron a las más pequeñas. Pero ahora cumple una meta más y es bueno, me pone contento.

  -También voy a meterme a la empresa de mi papá-
  - Que??- digo mirandola extrañado.
  - Voy a trabajar con mi papá-
  - De ninguna manera, no se saldrá con la suya-
  - Yo lo quiero así. No te pregunté, te estoy contando-
  - Y Noah??? No, no quiero que lo dejes-
  - No pienso dejarlo. Es la empresa de mi papá, lo traeré conmigo-

Llegamos al edificio y me estacione.

  -Alma no lo puedo creer-
  -Será de mañana. Después en la tarde no-
  -En la tarde estarás en la escuela dando clases-
  -No- respondió fastidiada. - En la E.J.B sólo estaré Martes y Jueves de siente a nueve de la noche-
  -Hablamos más tarde eso. Ahora tengo una sorpresa- elevó sus cejas. Su mirada era era confusa. -Bajemos-

Bajó y camino a mi con Noah en sus brazos. Entramos y fuimos al ascensor. Subimos y antes de bajar le pedí que me deje tapar sus ojos.
Como llevaba a nuestro hijo en brazos, me puse atrás, con una mano tape sus ojos y con la otra la abrace de atrás.
Le guíe hasta la puerta de casa.

  -Mantene tus ojos cerrados por favor- digo y se ríe. - Voy a sacar las llaves-
  -Gastón, tenes la puerta cerrada. Se supone que la sorpresa está adentro, puedo saber por que me tapaste los ojos en el ascensor?-
  -Nose- reí. Abrí y le volví a cubrir sus ojos.
  -Siento que te aprovechas de esto- rió.
  -Un poco- digo riendo.
  - Me estás re apoyando boludo- dijo y me Tente.
  - Pero no me alejas- digo entrando en el juego.
  - Tarado. Nos vas a tirar dale-
Sacó las manos de sus ojos.
  -Listo abrí- de a poco los abre, se encuentra con el carrito frente a ella.
  -Gas es hermoso- sus ojos se encontraban aguados.
  -Podemos salir a caminar tranquilos- digo contento.- Lo acostamos ahí y listo-
  - Me encanta.. gracias- Dice emocionada.
  - No es todo, Veni- agarró a Noah. La tomo de la mano y la llevo a la habitación. -También una cuna-
  - Es demasiado. Enserio, gracias- dijo caminando alrededor de la cuna. Apreciando con ternura.
  - Lo acuesto?? Ya que duerme, es buen momento para estrenar-
  - Si dale-

Lo observamos ahí. Se ve pequeño en su cuna. Tierno también. Abrazo por atrás a Alma. No dice nada, sólo sonríe y se da vuelta.

  -Te gustó?-
  - Me encantó gracias- pongo mis mano en su cintura, la pego a mi y la beso sin anticipación a su escapatoria. Me corre y agacha su cabeza. Su frente queda a la altura de mis labios. Le doy un beso en ella sin soltarla. Su pequeña figura es rodeada por mis brazos.
  - Que vamos a preparar para cenar- pregunta y se aleja.
  - Primer penal de la noche que me atajas- comento con ironía. - Vamos a ver-
  - Lo dejamos ahí? Lo escucharemos?- Dice por dejar a Noah en la cuna.
  - La puerta la dejamos abierta, vamos- la tomo de la mano y nos vamos a la cocina.
Se ofrece a hacer sus preciadas pastas. Son lo más. Hace unos fideos que sólo a ella le salen. Mientras corto verdura para el Tuco, ella se pone mi delantal y empieza a amasar.
Al cabo de unos minutos, escuchamos el pequeño llanto de Noah.

  - Voy yo- digo. Me lavo las manos y salgo a la habitación. Cuando entro escucho su llanto más fuerte. Sonrió y lo tomo en brazos.

  -Mi amor que pasa?- digo y automáticamente deja de llorar. -pendejo, sólo querías que te levanten- voy de nuevo a la cocina con el.
  - Se despertó mi hijo- Dice Alma hablándole cuando me acerco.
  - Si mami- hago una extraña voz. - Tengo hambre-
  - No serás como tu padre No?- comenta ella.
  - Yo Que?- digo.
  - Vivís comiendo-
  - No como quisiera- digo riendo.
  - Basta Sardelli. Te voy a dar un sola piña como sigas-
  - Un beso me gusta más-
  - Dame al nene- me lo quita y luego me pega una leve piña en mi abdomen. Me agacho riendo. -Seguí y te pego enserio- Dice caminando al living.
  - Me vas a castigar?- digo de forma pícara.
  - Con vos no se puede. Segui cocinado, eso te sale mejor-

Río un buen rato. Ella se sienta a amamantar a Noah.