Nada es eterno en el tiempo;
Todo se rompe, incluso el espacio o el silencio, de distinta manera por eso.
La intensidad, varía, en inconstantes subidas y bajadas que te hacen vivir la vida de distintas formas, a cuál más verde.
El sol también se pone. La luna que tanto acompaña e ilumina la oscuridad de las noches, también mengua y aún así vigila que no te atrape la noche por sus caminos más oscuros. Siempre me pregunté que hay detrás del sol o de la luna. Dan vida a mi sombra, haciéndome recordar que todo sigue con sus ciclos, sin detenerse, tan solo vive el tuyo con sus mejores luces.