Que duro me resultas ya. El plan era dejar mi corazón sin lugar. Alejarme de allí dónde te siento, para no sentir y verme reflejado, para no despertar, nada más que por ella. Por qué así? Quizás no debí buscarte o dejar que te acercaras. Tengo miedo que sea tarde. Que ese calor de primavera me pida continuar, me pida encontrarme frente a ti, frise por tus manos, y una espurna al cruzar las miradas, prenda y me invada la urgencia de tus labios, actúe robando la inercia al tiempo, ocupes mi pensamiento, mi sentimiento, mi latir con N, mis manos se tornen traviesas y quiera viajar por tu piel y lamerte las heridas, sin prisa, perderme en ti y respirarte, que mi alma abrace la tuya, que jueguen en el viaje sensorial del amor y hagamos del miedo un aquelarre, único, nuestro, creando amor. Y qué amor. El nuestro. D82