No llega a él, por llenar almas ajenas.
Intermitente y descolorido por el ahora.
Cuando la distancia se convierte en un rival que se alía con el tiempo para degradar el sentimiento en tándem.
Los momentos inesperados hacen mella.
Se difumina, se aleja, se torna intratable.
Su taconeo es seguro, la veo en su forma de ser hacia afuera, hacia mí no huele a primavera, más bien es gélida como el invierno, no la veo y es ella.
La distancia también se combate pero para ello, debes tener voluntad, querer hacerlo, intentarlo..... una vez más.
Soy como tantos porque soy persona pero no soy uno más porque soy yo.
Cómo se cansa uno del sentimiento?
No te cansas, se muere o te lo matan.