Te quiero... ¡Te odio! Te amo

Capítulo 14

POV Nathaniel

Abrí los ojos, me encontraba en mi habitación. Ya me había curado del refriado que sufrí el día después del concierto, fue extraño sentir todo mi cuerpo agotado sin poder si quiera sentarme solo por tocar la batería. 

Me vestí con calma para ir otro día más al instituto, pensando en que faltar un día no sería la gran cosa, después de todo ¿qué podría pasar en un día? 

Al llegar al instituto, en seguida tuve un mal presentimiento, como si algo malo fuera a pasar. Entré igual que siempre a la sala de delegados, aún cuando sabía que algo no iba bien el día de hoy. Me dediqué a hacer el papeleo, como siempre, pero el toque de la puerta me detuvo por un segundo. Melody entró, aparentemente muy animada, para ayudarme con el papeleo.

-¿Por qué pareces de tan buen humor? - pregunté sin pensarlo.

-Bueno, sé que no te agrada mucho, pero... - esto empezaba mal, pocas personas "no me agradaban mucho", al menos en el exterior. Por otra parte, Melody sonreía de oreja a oreja - ...volvió...

-¿Quien? - me apresuré a preguntar antes de que ella terminara la frase.

-¡Debrah! 

- ... - no pude decir nada. Ambos sabíamos que después de ese incidente, el tema de esa chica era casi tabú. 

-...Que bien - no pude decir lo que realmente sentía, ya que todos estaban envueltos en esa telaraña de manipulación que ella había creado.

Esa tarde en el instituto, no podía concentrarme en lo absoluto. Aunque no quería pensar en el pasado, los recuerdos afloraban por su cuenta. Por alguna razón, no dejaba de preocuparme por Castiel, ya que él siempre creyó en esa víbora y estaba completamente a su merced. 

Olvidé esos pensamientos y fui a casa.

En el día siguiente, la atmósfera estaba mucho más tensa ¿Qué había pasado? Intenté no preocuparme por eso, pero era inevitable ver como el ánimo de los alumnos era mucho más deprimente.

Ordené los papeles que estaban en el escritorio y un toque en la puerta me dijo que solo podía ser Melody, después de todo era la única que tocaba antes de entrar. Su cara parecía de un desánimo total, aún así se ofreció a ayudarme.

-¿Ha pasado algo? - dije mientras la miraba de reojo.

-Solo es...Sucrette - ¿Sucrette? ¿Qué había hecho ahora? 

-¿Qué sucedió? - pregunté algo curioso. Sucrette siempre se metía en problemas, pero nada muy grave.

-Solo te diré...que no te acerques a ella, - dijo muy seria frunciendo el ceño - es una mentirosa. 

No dije nada, pero sabía que algo muy malo había pasado. Para que Melody se expresara de esa forma solo podría haber ocurrido algo grave. Seguimos con el papeleo, hasta que se fue un momento para buscar unos documentos. Unos minutos más tarde, alguien (que ya creía conocer) irrumpió en la habitación.

-¡Te estaba buscando! - habló con su respiración algo entrecortada, como si me hubiera buscado por todo el instituto.

-¿Ah, si? - no sabía que es lo que quería, pero estaba seguro de que me traería problemas - ¿Necesitas mi ayuda? 

-¿Cómo lo sabes? 

-Si me estabas buscando es por algo - creía que era lo suficientemente obvio.

-Podría simplemente querer verte - su respuesta me pareció algo extraña - después de todo ayer casi no te vi y antes de ayer no viniste.

-Emm...bueno, ¿qué querías? - lo único que quería era que este asunto terminara rápido.