POV Nathaniel
Entré al gimnasio para ensayar la famosa obra, pero no contaba con que la directora apareciera para anunciarles a todos los que estaban en el gimnasio que yo fui quien la convenció de llamar a los padres de Castiel.
Un silencio incómodo inundó el lugar, como si todos tuvieran miedo de hasta respirar. Yo no estaba asustado, es más, estuve esperando por toda esta semana a que se enterara y perdiera el control, aunque eso no sucedió hasta hoy. No me arrepentía de lo que había hecho, aun así cuando vi su expresión de decepción de alguna forma me ¿conmovió? ¡No! No podía cambiar de opinión ahora, ya era muy tarde para eso.
Se acercó lentamente a mí con un aura asesina, todos reaccionaron instantáneamente y retrocedieron. No hice nada, solo me quedé de pie esperando a que se acercara a golpearme, después de todo estaba acostumbrado a recibir golpes.
-¡¿Por qué lo hiciste?! - estaba a unos centímetros de mí, sujetando bruscamente mi ropa.
-Por ninguna razón en particular - respondí con indiferencia mirando hacia otro lado.
-¡Estás mintiendo! ¿por qué no reconoces que es porque quieres hacerme la vida imposible? - parecía mucho más molesto, pero pude ver que en el fondo no quería escuchar esa respuesta.
-Ya te lo dije, no me interesa en lo más mínimo tu situación, solo estaba aburrido y quería un poco de diversión - una sonrisa falsa se dibujó en mis labios, jamás le diría mi verdadera razón para hacerlo.
-¡Maldito! Por tu culpa yo - me molestó mucho que se quejara tanto por ver a sus padres, no lo dejé terminar su frase.
-¿Tú que? ¿Podrás pasar el fin de semana con tus padres? - mi enojo aumentaba más y más - ¿Qué tan terrible es tener padres que se preocupan por ti? ¡No sabes nada de lo que es - me interrumpí ¿Qué rayos conseguiría diciéndole esas cosas? Él nunca entendería lo que yo siento - Olvídalo, no es nada.
-¡¿Por qué no dices lo que piensas?! ¡Esa parte de ti realmente me molesta! - apretó aun más sus puños y dejó ver sus dientes que parecían temblar de la rabia.
-Como si me importara - murmuré - ¿Por qué no me sueltas? Ya estoy cansado de este espectáculo, si no me vas a golpear entonces no hagas tanto drama - intenté librarme de su agarre.
-¡¿Cómo te atreves?! ¡Te romperé la cara! - estuvo a punto de golpearme, pero se detuvo al escuchar la voz del profesor.
Al fina, nada pasó. Llegó el profesor y no tuvimos más opción que separarnos ya que ambos sabíamos los problemas que nos traería el pelear en frente del señor Boris. Después de los ensayos estaba seguro de que me daría una golpiza, para mi sorpresa no fue así, solo se limitó a lanzarme miradas de odio cuando terminamos los ensayos.
En ese momento fui ingenuo, creí que tal vez por esta vez se había resignado, aunque mi mente me decía que estaba claramente planeando algo para vengarse.
El día de la jornada llegó rápidamente, todos estaban emocionados por la obra y todo lo demás, yo estaba preparado para que fuera el peor día de mi vida. Claramente todo saldría mal para mi hoy, podía sentirlo. Creí poder irme antes al instituto para tener un momento de descanso en el día, mis ilusiones se rompieron en el momento en el que mi padre me dijo "tenemos que irnos juntos, como una familia ejemplar" ¿Familia? ¿De verdad a esto lo llamas familia? Quise decirle tanto eso, pero no pude. Me sentía tan cobarde.
Llegamos al instituto, al parecer era muy temprano aún para que los padres llegaran por lo que decidieron buscar a los profesores para preguntar sobre nosotros.
-P-padre, tengo que encargarme de algunas cosas pendientes sobre la organización de este acontecimiento ¿puedo retirarme? - mentí, la organización de esto ya había terminado hace días.
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Te quiero... ¡Te odio! Te amo
Hayran KurguNathaniel, el delegado principal, no ha tenido una vida fácil. Los caprichos de su hermana, el odio e indiferencia por parte de sus padres y sobre todo...el rechazo por parte de la persona que alguna vez fue su primer amor. Mientras intenta disimula...