Capítulo 35

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POV Nathaniel

Me levanté nervioso al ver la hora. Suspiré al ver que aún tenía tiempo y me dejé caer en la cama. Hace unos días Castiel me invitó ver una película al cine,  estoy algo ansioso ya que siempre que salíamos íbamos al parque o a un café, es la primera vez que vamos a un lugar diferente y no puedo evitar tener una sensación extraña.

Ayer no podía dormir y aproveché de elegir lo que me iba a poner por lo que solo me quedaba bañarme, vestirme y tomar desayuno. En la ducha no pude evitar recordar lo que había pasado en casa de Iris y me sentí avergonzado, claramente me estaba dejando llevar y eso era algo poco común en mí. Alejé los pensamientos de mi mente que comencé a vestirme para salir, peinando mi cabello ligeramente para que no quedara levantado. Al ver la hora me di cuenta de que no alcanzaría a desayunar, solo me resigné y salí echando un último vistazo al pan que estaba encima de la mesa.

Nos juntamos a las afueras del cine, había llegado diez minutos tarde, algo común en él. A pesar de que no había desayunado no tenía ganas de comer, al contrario, sentía algo de nauseas al pensar en la comida, por lo que cuando el pelirojo me preguntó si quería palomitas, me negué. Entramos en la sala por el oscuro pasillo subiendo lentamente, por mi parte prefería sentarme en los asientos de al medio, pero Castiel me jaló del brazo y me obligó a sentarme en la última fila. La película empezó luego de unos diez minutos de anuncios, intenté prestar total atención a la pantalla, pero no pude evitar sentir su mirada fija en mí. De la nada sentí como su mano se posaba en la mía, no pude evitar mirarlo directamente esta vez para reprocharle, sin embargo cuando vi su sonrisa no pude decir nada, cada vez que lo veía me dejaba llevar cada vez más y eso no era bueno para mí, estaba asustado de perder el control y dejar de pensar, después de todo era alguien que dependía de su cerebro siempre, me angustiaba la idea de dejar de pensar y hacer algo estúpido. Alejé mi mano lentamente, sin resultados, ya que me agarró con fuerza impidiendo que me separara, otra vez me miraba fijamente y esta vez no se conformó con eso y se acercó a mí. Estuve a punto de gritarle que se detuviera, antes de darme cuenta que estábamos en un lugar público y molestaría a los demás. Intenté empujarlo, cosa que no resultó, solo cerró sus ojos y me obligó a besarlo en ese lugar. 

Cuando la película terminó y salimos del cine no pude evitar reclarmarle.  

-¿¡Pero en qué estabas pensando?! ¿¡Estás loco?! - intenté no gritar mucho a pesar de estar muy molesto.

-Estoy loco...por ti. - soltó una risa de burla mientras me miraba. 

-¡Cállate! - algunas personas que salían de la sala nos observaban con aspecto curioso. Decidí salir de ahí, arrastrando a Castiel conmigo.

Estaba enojado, pero sabía perfectamente que mientras más le reclamaba, habrían más burlas de su parte y esto no acabaría nunca. Suspiré, en vez de decir algo solo le lancé una mirada de enojo a la vez que caminábamos. Me di cuenta que no había soltado su mano cuando éste la apretó con fuerza por la calle, por suerte no había nadie por los alrededores y por un momento pude disfrutar de la ocasión sin preocupación. Caminamos durante un largo rato hasta llegar a una parte en el centro de la ciudad y tuvimos que soltar nuestras manos debido a la cantidad de gente, Castiel se detuvo en la vitrina de una de las tiendas por un momento, al verlo supe que quería entrar y se lo propuse, no dudó ni un segundo en decir que si y proceder a adentrarse a la tienda, seguido por mí. El lugar era una disquera en donde habían bastantes artistas desconocidos para mí, pero que por lo visto eran bastante conocidos, durante unos instantes se mantuvo en silencio contemplando los pasillos y la variedad de discos que habían, hasta que tomó un disco en especial y lo observó un instante.

-¿Te gusta el grupo? - rompí el silencio, mirándolo fijamente.

-Supongo que si, no es tanto mi estilo, pero por alguna razón sus canciones resuenan en mi cabeza. - hizo una pausa para luego dirigir su mirada hacia mí.- Creo que me recuerdan a ti.

Te quiero... ¡Te odio! Te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora