Capítulo 11

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Antes de leer, quisiera aclarar que desde ahora se irá alternando la perspectiva de los personajes, la indicación para saber desde que punto de vista se encuentra será en la sigla POV.

POV Nathaniel 

Ayer fue un día agotador, no solo tuve que encontrarme con Castiel, a quien no quería ver más.  También está el hecho de que tuvimos que estar toda la tarde juntos porque para el concierto necesitábamos el sótano limpio. Realmente fue agotador tener que evitarlo, ya que me lanzaba pequeñas miradas de odio cuando estábamos en el sótano.

Sé perfectamente que el trato que le di a Castiel no fue justo, pero fue la única manera de evitar que se acercara más a mí. No volveré a cometerlos mismos errores del pasado.

Antes de darme cuenta, me había absorto en pensamientos absurdos sobre el pasado. Comencé a ordenar los papeles que la directora había dejado para el día de hoy, cuando pensé que para el concierto sería útil tener una lista de las personas que asistirían.

Justamente en cuanto salí me encontré con Sucrette que parecía estar algo nerviosa, no quise molestarla con preguntas sobre eso y le dije directamente mi idea. En cuanto me dijo que si, comencé a organizar la lista detalladamente.

Cuando terminé con todos los papeleos, estiré mis brazos para revitalizar un poco mi cuerpo, sin mucho esfuerzo. El sueño me estaba consumiendo, desde hace días que no podía dormir bien y por eso es que varias veces estaba a punto de quedarme dormido en la sala de delegados. Lentamente flexioné mi espalda para apoyar mi cabeza en el escritorio, cuando un dolor proveniente de una de las cervicales hizo enderezarme rápidamente. Había olvidado que ayer mi padre se enfadó por llegar más tarde de lo previsto, solo intenté aliviar el dolor poniendo mi mano en el lugar, como si eso tuviera una fórmula mágica para hacerlo desaparecer.

Sin previo aviso, alguien entró precipitadamente a la habitación, haciendo que enderezara el cuello bruscamente causándome aún más dolor. Al notar quien era suspiré.

-Nathaniel, sabía que estarías aquí - dijo enérgicamente - me gustaría preguntarte algo, ¿tienes un minuto?

-¿P-preguntarme algo? - intenté que no notara la expresión que tenía por el dolor y sonreí algo nervioso.

-Del concierto - al escuchar eso me sentí aliviado - Nos falta alguien que sepa tocar la batería.

-¿Quieres que busque a alguien que sepa tocar?

-No, la verdad te iba a preguntar a ti si sabías hacerlo...

-¿Yo? Lo siento, pero nunca me dejaron ir a ninguna clase de música. Decían que le robaría tiempo a mis estudios, por lo que...

-Ya veo...lástima. Creo que vamos a tener que hacerlo sin batería - parecía bastante afligida.

-¿Nadie más puede hacerlo? - me sentía contrariado, sabía que si era parte del grupo tendría que ver a Castiel todos los días, pero por otra parte me sentía realmente mal por no poder ayudar lo suficiente.

-No, se lo he preguntado a todos y Lysandro no pudo convencer a sus amigos - estaba tan triste que no pude evitar ofrecerme. Tal vez no sabía tocar, pero si era por ayudar en el concierto creí que podría hacerlo, aún si tenía que soportar a Castiel.

-En ese caso lo intentaré - su cara me decía que estaba aún más preocupada que antes - Siempre quise hacer música y cambiaría un poco mi rutina. Aunque habrá que tener cuidado de que mis padres no se enteren. 

-Pero habías dicho que no sabías tocar... - parecía querer que yo no aceptara, seguramente influenciada por Castiel. 

-¡Aprendo rápido! - intenté mostrarme bastante entusiasmado con la idea - además, no hay otra solución ¿no?

-Tienes razón... - aún parecía poco convencida de que esto fuera buena idea.

Por mi parte, realmente estaba algo feliz de poder ayudar. Me gustaba la música desde hace tiempo, pero tuve que suprimir mi deseo para darle en el gusto a mi padre. El mayor problema sería tener que soportar a Castiel.

Luego de hablar un poco, Sucrette fue a pedirle a Kim la batería que hace un tiempo había ofrecido para que la compraran. Mientras ella se ocupaba de eso, iría yo a comunicar que estaba en el "grupo".

A pesar de mostrarme fuerte, estaba algo nervioso. El tener que lidiar con Castiel sería un problema, lo sé, pero lo que mayor temor me provocaba era el pensar que podría ser descubierto por mi padre. Si eso llegaba a suceder probablemente me daría la paliza de mi vida.

Bajé lentamente las escaleras y entré en el sótano, sintiendo que el ambiente se ponía tenso por cada paso que daba mientras las miradas se dirigían hacia mí. No quería darle explicaciones a Castiel, por lo que me acerqué a Lysandro para hablar con él.

-Hola Lysandro - dije algo nervioso por la situación.

-Hola Nathaniel. Veo que aceptaste tocar con nosotros.

-Si, ya que no había nadie más que pudiera hacerlo acepté, pero creo que tendré que pedirte un poco de ayuda ya que nunca he tocado un instrumento, mucho menos he estado en un concierto.

-Tsk...que idiota ¿Quién acepta algo sin saber hacerlo? - la voz de Castiel resonó en el sótanodesde una esquina en la que él se encontraba.

-Castiel...está intentando ayudar a realizar el concierto - dijo Lysandro con un tono sereno para intentar calmarlo.

-¿y eso a mi qué me importa? ¡Odio a la gente que hace las cosas por quedar bien! - respondió enfadado.

Tenía la intención de ignorarlo, pero ya me estaba molestando la forma en que hacía un escándalo por todo.

-Si no vas a ayudar, entonces será mejor que te vayas y no molestes - dije con un tono tranquilo, a propósito para demostrar mi indiferencia ante sus ataques.

-¿¡Qué dijiste?! - se acercó a mí, tomándome de de la corbata para intimidarme, con sus ojos fijos en mí. 

-Suéltame - dije sereno, intentando librarme de su mano.

-Chicos, cálmense. Debemos aprender a trabajar juntos para lograr llevar a cabo el concierto.

-Tsk, ¿cómo podría trabajar con alguien como él? - me soltó y me lanzó una mirada cargada de desprecio.

-Lysandro tiene razón. Si seguimos peleándonos no lograremos nada - intenté calmar el ambiente.

-¡Claro, tú siempre eres el comprensivo y yo soy el idiota que se enoja por todo! - levantó los brazos con una sonrisa sarcástica y su tono de voz cargado de ironía.

-No he dicho eso. Solo no quiero que los demás tengan problemas por el odio que sentimos o las cosas que hayan pasado. Trabajaré para lograr realizar el concierto y eso es todo. No me interesa hablar contigo ni entablar una amistad, solo quiero ayudar a los demás con esto.

-...Si tú lo dices... - por alguna razón parecía ¿decepcionado? No quise pensar en eso.

Desde ese día comenzaríamos a trabajar juntos para tocar en el concierto. Sabía que no era la mejor idea, pero ¿por qué me sentía algo feliz de volver a estar cerca de él? No quería pensar en eso ahora. 

El concierto sería en una semana.

Te quiero... ¡Te odio! Te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora