My Rain and You...

My Rain and You... Epilogo SiChul

Dos años después...

De noche y en la cama, Siwon se encontraba persuadiendo a Heechul a que hicieran el amor mientras lo tenía entre sus brazos, devorando sus labios mientras sus manos se enredaban en su rojizo cabello. Mentalmente, Siwon agradecía a Heechul que dejara su cabello naturalmente rojizo, pues le encantaba.

— Siwon... — susurró Heechul al sentir los besos de su esposo en su cuello, sus manos se paseaban por todo su cuerpo, sintiendo como se erizaba su piel al tacto de su esposo.

— Mmmm. – esa no era una respuesta. Pues Siwon estaba muy complacido y excitado al tener ese cuerpo debajo de él que tanto lo volvía loco.

— Ya sabes que mañana tengo que organizar la cena navideña. – Heechul trataba que su voz saliera de lo más normal, pero los besos y las manos de Siwon no dejaba que fuera así.

— Comprendo.

— Además tenemos que ir al aeropuerto a recoger a nuestra familia, no crees que debemos...

Pero fue interrumpido por un beso de los suaves labios de Siwon. Comenzó a mover sus labios al ritmo que este le imponía, los entreabrió permitiendo que explorará su boca dejando que adentrara su lengua dejándose llevar por cada caricia, de verdad le estaba gustando.

Se dejó llevar por el momento, Siwon comenzaba a recostarse encima de él. Besando sus labios y cuando les daba descanso, besaba su cuello. Y mientras se movía encima suyo, sus miembros se rozaban tortuosamente. Había sido mala idea dormir desnudos esta noche.

— Siwon. – musito Heechul apenas audible.

— Debes hacer lo que debes hacer. – fue lo único que recibió por respuesta.

Heechul sonrió.

— ¿De quién fue la idea de traer a todo el mundo a nuestra casa para las navidades de este año? – pregunto Heechul, separando con sus manos a Siwon de su cuerpo.

— Tuya. – dijo Siwon, y continuo besándole.

Comenzó a bajar con pequeños besos desde el cuello hasta el torso deteniéndose en los pezones; los cuales mordió, beso, lamio cada uno hasta endurecerlos.

— Podrías haber dicho que no. – Heechul mordió su labio disfrutando cada sensación, su respiración comenzaba a agitarse y sus manos se aferraban a la sabana.

— Nunca te digo que no, cariño. Ya lo sabes. – Siwon disfrutaba de cada gesto de su amado, su rostro encendido, los labios entre abiertos, respirando agitadamente toda una delicia para su vista. — ¿pero qué es lo que te preocupa? Ya todo está organizado. Kida me dijo que tu junto con Pilar habían escogido el menú y que ella se había encargado de contratar al chef.

— Si, ellas han sido maravillosas. Y Yesung se ha ofrecido a mandar una limosina al aeropuerto para traer a todos. Me han ayudado mucho. Donghae y Hyukjae, se encargaron de comprar los obsequios de los niños, incluso la ropa que usaran mañana. Nuestra Princesa Aless se verá hermosa con ese vestido rojo que le compraron y nuestro Principito Siwan... — Heechul sonrió.

— ¿Siwan? ¿Qué le compraron al bebé?

— Un traje de Santa Claus, tendrás que vérselo puesto se ve divino.

— Es porque ha salido a ti. – murmuro Siwon.

— Sabes muy bien que Siwan ha salido totalmente a ti, presumido.

— Entonces mi princesa Aless, se parece mucho a ti. Aun no tiene los dos años y ya es una rompecorazones.

Heechul miró a Siwon como todo hombre enamorado ve a la luz de sus ojos. Por fin habían superado todos sus miedos, eran felices juntos y tenían dos hijos adorables. La pequeña Aless y el recién nacido Siwan. Aquellas peleas por tener una familia parecía tan lejana ya.