Capitulo 6

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De nuevo los castigos. Sin duda eso era un castigo pero su ira rivalizaba con el placer que sentía al estar en brazos de el. Estaba tenso, se le notaba en sus músculos. Seguramente estaba conteniéndose pero no entendía el motivo de ello. Los dos deseaban eso, ¿por que la trataba así?

- No muevas las manos de tu espalda. Si haces lo que te digo dejare que te corras una vez.

- ¿Una vez?.- una sonrisa derrito la tensión del rostro del profesor 

- Una sola vez.- murmuro mientras la soltaba con lentitud e iba agachándose.

De rodillas le llegaba justo a su vagina, una visión terriblemente seductora para el. Le había quitado las bragas y ahora lo único que quería era comérsela entera, empezar a degustar esos fluidos que salían y lamerla hasta que le suplicara y su voz reflejara el deseo que tenia.Ah... Lo haría. Eso  y mucho mas.

Se acerco lo suficiente para olerla. Sudor, excitación y una mezcla a almendras. Un olor mas que adictivo para el. Probo con su lengua dándole un lameton rápido mientras la sentía saltar por la impresión. Sabia condenadamente bien 

- Recuerda, no te muevas. O no te correrás.- le recordó Christopher.

- Como si fuera tan fácil.- masculla entre dientes ella.

Apretó mas la cara contra ella negándose a que viera que se reía por su respuesta. Dejo que sus labios se empararan con su liquido caliente antes de comenzar a lamerla. Se ayudo de sus manos para abrirle los labios que protegían su centro y su clítoris y profundizo con la lengua sin llegar a penetrarla. Por ahora quería que ese pequeño botón temblara de excitación. Estaba duro como una piedra y cada vez que lo rosaba Alexia arqueaba las caderas esperando mas, pero sin conseguirlo.

- Por lo mas que quieras...

-¿Que es lo que mas quieres Alexia?

- Quiero correrme...

- ¿Solo correrte?

Alexia lo miro con extrañeza. ¿Quería solo correrse? No... Lo que en realidad quería es que el la hiciera suya y la hiciera correrse una docena de veces antes de acabar. Era su fantasía, que demonios, lo quería todo. Sus mejillas se sonrojaron pero encontró el valor para hablar.

- Te quiero dentro de mi. Quiero correrme una decenas de veces antes de que tu lo hagas...

Los temblores de el por su risa se  trasmitieron por ella enviando descargas de placer no solo entre sus piernas, que era donde estaba el, sino en sus pechos, su boca... Era como si pudiera tocarla en cada fibra de su ser sin tener que hacerlo físicamente.

-¿Eso es lo que quieres? 

- Si....

- Pero esto es tu castigo...- contesto el.- Y los castigos hay que afrontarlos antes de disfrutar del placer.

Christopher siguió lamiéndola con intensidad. Alexia se decía a si misma que aguantaría, lo haría con tal de tenerlo entre sus piernas. La lengua de el se introdujo con fuerza en su entrada como si fuera un miembro duro y caliente. Eso hizo que ella se arqueara y cayera de la mesa si  poder evitar  al mismo tiempo que apretaba la Ooops! para levantar las caderas. La penetro una y otra vez con su lengua y cada de esas embestidas hacia que las paredes de su centro la mojaran mas y mas. Ya podía sentir los primeros signos del orgasmo devastador que la acechaba, estaba tan cerca, tan... Se separo bruscamente y se levanto. Alexia lo miro sin saber bien lo que ahora tenia planeado para ella. ¿Por que se había detenido?

Dio vuelta a la mesa del escritorio y cogió el teléfono. ¿Estaba sonando? No se había dado cuenta de ello. Mientras hablaba el la miraba con esos intensos ojos. Estiro una mano hacia su pecho trazando círculos alrededor de su pezón para, acto seguido, pellizcarlo y tirar hacia arriba. Eso la estaba excitando. Solo su toque y el hecho de que había una persona a otro lado del teléfono que podía oírla la volvía loca.

Colgó el teléfono sin dejar de pellizcarle, primero uno, después el otro pecho. Los gemidos y jadeos era lo que cortaba el silencio del despacho.

 Mi regalo de graduación  HOT (CHRISTOPHER VELEZ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora