LIFE NOT EASY [SuperCorp - AU]

11

¿Por qué diablos debo tener siempre mala suerte?

¿Por qué la vida me juega en contra?

— ¿Lena?— pregunté a Lexa para asegurarme.

— Sí. Ella comenzó todo. Ella le contó a Sam.

— Pe... pero... ¿cómo se enteró ella?

— No lo sé.

Miré arriba del hombro de Lexa, por detrás estaba ese maldito grupito de populares, incluyendo a Lena.

— Esto no puede estar pasando.— me dije a mi misma y me apoyé en los casilleros.

— Perdón, Kara.

— Tenías razón. — mis ojos ya estaban húmedos por las lágrimas que caerían pronto.— Sam y Lena me están utilizando.— dije con una voz quebrada.

— Yo... yo no quería que salieras así de todo esto.

— No es tu culpa. Ahora si me permites...— me aparté de Lexa.

Me fui caminando ya con las lágrimas corriendo por mi rostro tratando de cubrirlas con mi brazo.

Salí del escuela, estando al aire libre con lluvia.

Sentía como las gotas caían en mí.

Fui detrás de las gradas a esconderme. Estuve caminando de un lado a otra aguantandome las ganas de llorar.

Mi pelo y mi ropa se estaba mojando por la lluvia, pero no era mi gran preocupación en estos momentos.

— ¡Kara!— sabía que llegaría, sabía que me vería salir de tal forma. Tenía que hablar con ella.— ¿Kara? ¿Qué pasó?

— ¿Que qué pasó? ¡Por dios, Lena!— llevé mis manos a mi sien como si estuviera masajeandolo.— No puedo creer que saliera contigo.

— ¿De qué estás hablando?

— ¿Cómo me pude fijar en tí?

— En serio, no sé de qué estás hablando.— se acercaba a mí, pero yo retrocedía.

— Dime que estoy equivocada.— la miré a los ojos.— Dime que no fuiste tú.

— ¿Qué cosa? ¡Diablos, Kara! Dime de una vez.— se veía nerviosa. 

— Que fuiste tu la que contó que soy adoptada a toda la escuela.— sus ojos se abrieron como plato. Ella estaba sorprendida.— Fuiste tú.— ya que no hablaba lo tomaba como un sí. No lo negaba.

— Yo...— abría su boca como buscando las palabras que decir.— No... no era mi intención... Le dije a Sam, pero...

— ¡DIOS MIO! Creí que eras diferente. Le contaste a Sam...— mi voz se cortaba.

— Por favor, Kara.— verla con los ojos apunto de llorar, con la lluvia cayendo, mojando su cabello negro.

— ¿Cómo pude ser tan idiota? Dios... lo de esta tarde iba a ser toda una trampa.— caminé de un lado a otro pensando en todo lo que podía haber ocurrido, lo que me contó Lexa.

— No... no creas eso.

— Lexa tenía razón. Tú y Sam no tienen corazón. Me querías hacer lo mismo que le hiciste a Lexa junto con Sam.

— ¿Có... cómo lo sabes?— cada vez estaba más nerviosa ella, estaba sorprendida por toda la información que tenía acerca de ella.

— Lexa me contó todo. Me contó lo que pasó entre ella y Sam, y lo que le hiciste. ¡Eres un monstruo! Ni siquiera lo niegas. No has negado nada.