LIFE NOT EASY [SuperCorp - AU]

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¡Atención!

A partir de ahora no se indicará quién de las dos está relatando su historia. Tendrán que adivinar de acuerdo a momentos, recuerdos, diálogos, etc. de la persona que está contando su perspectiva.

. . . 

Era un nuevo día. Mi hermana despertó al lado mío y mis padres nos trajeron algo para desayunar, además de que me querían decir algo.

Después de comer el desayuno y que unas enfermeras revisaran como estaba todo conmigo, mis padre comenzaron a hablar.

— A ver, Kara. Hay algo que debemos hablar.— habló Jeremiah, yo los miré atentamente y los dos suspiraron.

— Kara, mi amor.— dijo con el tono de dulzura característico de Eliza.— Si tienes problemas, sea lo que sea, sabes que cuentas con nosotros. No debes guardarte nada para ti sola.— yo asentí.

— Sabemos de los cortes.— dijo finalmente mi padre y yo quedé sorprendida.— Cuando llegaste y te atendieron en urgencia... ¿Sabes que acá todos somos amigos? Quiénes te atendieron me contaron de las cicatrices de tu brazo. Eran claros que eran producto de cortes. También Alex nos contó todo.— de ahí miré a mi hermana.

— Perdón, Kara. Pero tenía que hacerlo.

— Lo prometiste...— dije como en un susurro.

— Lo que prometí fue en ayudarte, en protegerte. Ellos ya se habían enterado de los cortes, no podía seguir mintiendo.— me quedé en silencio, no tenía cómo responder.

— Si te hubiera pasado algo, si Alex nunca se hubiera enterado y tu no estuvieras más con nosotros, creeme que me sentiría culpable.— decía Eliza.— Y creo que en estos momentos me siento culpable a no darme cuenta antes. Soy tu madre, puede que no sea tu verdadera mamá, pero desde mi corazón tu eres mi hija pase lo que pase, y si algo te llega a suceder...— podía ver las lágrimas salir, que no podía seguir hablando, yo sólo extendí mis brazos para poder abrazarla.

— Tranquila.— le dije en nuestro abrazo.— Todo está bien. No me haz fallado en ningún momento desde que eres mi mamá y siempre lo agradeceré.

Estuvimos un rato más conversando, les conté partes de lo que me había pasado desde que mis padres fallecieron, no conté la historia completa, si no lo justo y necesario. 

Luego ellos tuvieron que irse, tenían trabajo que hacer, pero Alex se quedó conmigo.

— Están pensando en llevarte al psicólogo.

— Ok.

— ¿No te molesta?

— Realmente no. Si creen que es lo mejor...

— Espero que así sea.

— Yo igual. No quiero que ustedes sufran, quiero que mis padres estén orgullosos de mí... Quiero vivir por ellos.

— ¿Quién te hizo cambiar de opinión? Ayer sólo querías que te hubiésemos dejado ir, que no querías más dolor.

— Maggie.— y ahí se formó una pequeña sonrisa en el rostro de Alex. 

— Perdón por interrumpir.— entró una doctora junto con otro doctor.

— Pasen.— indicó mi hermana.

— Me alegra verte bien, Kara.— dijo la doctora con una sonrisa.— Soy la doctora Torres y él es el doctor Karev.

— Veo que te encuentras mejor. Eres una chica muy fuerte.— habló el doctor Karev.