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Era momento de explicaciones.
La cabeza de Seokjin no podía dejar de pensar en su medio hermano y en el estado que podría encontrarse, debía saber la verdad a todo esto y el por qué.
Él solamente quería ser feliz ¿O no? Y si Jimin lo era con Yoongi, lo permitiría, todo aquel daño causado anteriormente ya había quedado en el pasado y no había de que preocuparse.

–¿Iras por él? –La voz grave de Namjoon se hizo presente en su cabeza haciendo que volviera a la tierra y dejara de lado sus pensamientos.–Sabes que también tienes en tus manos la vida de Yoongi, puedes... Llevarlos a otra ciudad, claramente de ésta no quedó ni una pizca y ni siquiera la compañía de donde trabaja aquel joven muy famoso, debes arreglar muchísimas cosas Jin, pero sabes que yo voy a ayudarte, si estamos juntos nada es imposible.

–Lo sé Joon, en serio te agradezco que estés a mi lado y seas la persona que amo.



Jimin también quería explicaciones, había pasado una semana desde que se encontraban en aquella casa y le frustraba no tener ni siquiera un teléfono móvil como para comunicarse, le ponía de pelos.
Todavía seguía teniendo sueños con su madre, más bien eran pesadillas, lo único que escuchaba eran gritos de axulio de ella; juraba que encontraría a aquel estúpido que causo todo esto, sabia que la tristeza de su madre se debía a su padre... Pero ¿Para qué querer a alguien que te dañó toda tú vida? Su padre no lo aceptaba y seguramente nunca lo haría, nunca existió para él y no lo hará.

–Jimin... No puedo saber correctamente donde estamos, Jin nos dejó muy alejado de todo y estoy harto. No es que no me guste estar contigo, si no que yo tengo que seguir con mi trabajo. –Yoongi estaba junto a el sentado sobre el sofá, se habían puesto a pensar que harían o cómo podrían actuar para salí de allí.
–Hyung... Debe haber una razón a todo esto, sólo debemos esperar.

–Pero... Yo no quiero mirar a Seokjin, no quiero saber que pasó, tengo miedo.

–No lo tengas Hyung... Conozco a Jin y sé que nunca fue su intención lastimarte. Yo también quiero saber por qué, por qué nos trajo aquí, y el porqué de aquella explosión en la ciudad, m-me quitó todo... Mi madre, ella estaba ahí –Yoongi no era alguien que supiese consolar a las personas y no tenia nada que decir o cómo hacer para que el menor se sintiera mejor, un silencio largo y pesador se hizo presente.
–Jimin... Cuando todo esto acabe, ¿Quieres tener una cita conmigo?

¿Una cita?

–Yoongi... –Todo el tiempo el menor pensaba que sólo para el era alguien  para pasar el tiempo y tener unos buenos polvos, pero le estaba pidiendo una cita... –Si no quieres lo entiendo, no te obligo a pasar tiempo conmigo.

–¡N-no es eso! S-si quiero... Pero es que, o sea... Tú... ¿Conmigo? Una cita... Para hacer las cosas bien y poder pasar tiempo juntos, es que no puedo creerlo... —No podía ni formular oraciones completas, se había puesto nervioso, no debía hacerlo.

–Eres adorable. Y si, quiero empezar algo contigo; creo que me gustas.

–Vaya, eres directo Hyung.

–Ya dije que cuando me gusta algo, lo hago saber.

Jimin iba a responder, pero unos golpes interrumpieron aquella conversación, unos suaves golpes.
Los dos se miraron, confundidos y con un poco de miedo, sabiendo muy bien que el único que sabia sus ubicaciones era Seokjin.

Se pararon los dos y se dirigieron a la puerta, esperándose lo peor.

–¡Hasta que por fin me abres! Hace frio aquí afuera.

–Seokjin... –Los labios de Yoongi pronunciaron aquellas palabras, no esperaba verlo de nuevo, todavía le dolía y le lastimaba bastante; demasiado.

–Jimin... Lo siento y te debo explicaciones, y a Yoongi también. –Jin miró al chico de ojos rasgados, con un poco de arrepentimiento por todo lo que le hizo pasar.

–Si Hyung... Pasa, por favor. –Jimin tenia mucho miedo, escuchar las palabras del mayor, de su mejor amigo, de su compañero, el único que lo conocía tan bien.

–Primero que todo Jimin... Quiero darte la noticia de que yo soy tú hermano. –Los ojos del contrario se abrieron como plato, ¿Cómo podría creerle? O sea, no le molestaba la idea, pero ¿por qué ahora?–Sé que no me creerás a la primera, pero... Nuestro padre, era un asesino. Se alejó de ti porque te llamaba desprecio, y me daba muchísima impotencia, por eso te cuidé desde lejos, hasta que me acerqué y me presenté como tú amigo. Nunca me fui de tú lado... Aunque estaba atado a nuestro padre, me obligaba a matar y conseguir dinero para su gusto y ahí; incluye a Yoongi. –Lo miró, observando como el pálido mantenía la cabeza agacha.–Te juro Yoongi que yo te amaba con todo lo que era, pero cuando supe que esta vez eran tus padres, no podía, realmente no quería. Y me disculpo, te pido perdón, y si, soy un monstruo, sé que ni merezco el perdón de ninguno de ustedes.

–Yo... No puedo perdonarte Kim. Pero puedo convivir con ello, intentaré no odiarte – Fue un alivio para el más grande de la sala, un paso había sido desbloqueado. En parte Jimin no podía ni siquiera creerlo, tantas cosas y su pobre corazón no podría soportarlo.

–¿Y donde está nuestro padre?.

–Lo maté yo Jimin, para que te dejara en paz y a todo el mundo.




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