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Jimin paró un momento para poder observar el rostro del rapero con detalle, soltando un suspiro.
-P-or por favor -clavó levemente sus uñas en los hombros ajenos, deleitándose con el cuerpo de su príncipe.
Su cuerpo comenzaba a tener calor, y sentía algo levantándose del pantalón contrario que hizo que se acercara aún más y es que Jimin no lo pensó más, no pensó nada más y ni quería hacerlo, ahora sólo quería disfrutar de esos besos, sentirse amado nuevamente aunque luego seguramente se arrepentiría.
Sus labios volvieron a juntarse, creando un baile de lenguas y gemidos agudos que soltaba el más bajo.
-Yoongi... -Murmuró jadeando, haciendo que el nombre del mayor sonara tan malditamente bien en él.

Yoongi realmente quería romper aquellas ropas que limitaban su tacto con la piel de Jimin. Lo deseaba, claro que lo deseaba y desde hace mucho más tiempo del que se imaginó. Pero es ahora que se dio cuenta de que era más que un simple gusto por como lo maquillaba o la manera en la que tocaba su piel.
Desde un primer momento y sin darse cuenta, se había enamorado del maquillador. Y no tenía ni idea de por qué Jimin estaba besándolo y deseándolo como él lo hacía. Quizá era simplemente un atracción física, pero había visto en la forma en la cuál el menor lo miraba. Y eso no era simple atractivo físico, lo sabía muy bien.
Pero antes de hacer cualquier movimiento, deseaba saber si el chico quería esto tanto como Yoongi lo deseaba en ese instante.
-¿Es esto lo que quieres? -murmuró con voz ronca, parando el movimiento y tacto en el cuerpo del menor.
-Necesito saber si me deseas tanto como yo lo hago -murmuró, lamiéndose los labios.
Jimin arrugó su nariz ¿Cómo iba a preguntarle eso? Él cuando quiere algo, va directo a ello, y ahora su objetivo es amar a Yoongi.

-C-claro que si. Te deseo... Y mucho-

Sonrió, y cuando volvio a mirar el rostro de su maquillador, teniendo contacto visual, sabia que esto no era sólo atracción.
-Entonces... -murmuró, rápidamente quitándole la ropa al menor, friccionando su entrepierna con la de Jimin -... Voy a hacerte gritar mi nombre, bebé -susurró seductoramente, alzándolo desde los muslos y poniéndolo debajo de él. Yoongi se puso entre las piernas del menor y acostó el torso del chico, comenzando a besar la piel de su pecho, clavículas y estómago.

Lamió sus labios, acercando su boca a uno de los rosados y erectos pezones, comenzando a lamer y chupar con rudeza. Jimin no podía aguantar sus gemidos y a Yoongi le encantaba oírlo gemir su nombre.

Los gemidos de Jimin se escuchaban en toda la habitación, mientras jadeos leves por partes del mayor hacían que lo pusieran más nervioso. Los dos estaban disfrutando aquel momento, era tan excitante y delicioso que el menor ya pensaba que la ropa era algo súper molesto en estas circunstancias.
-¡Y-Yoongi! -Gimió, dejando salir su voz aguda, el más alto de los dos, había llegado a su parte sensible y quería llorar de lo bien que se sentía.

Para ayudar, comenzó a mover sus caderas, atrayendo más a Yoongi.

-¿Se siente bien, bebé? Dime qué es lo que quieres -susurró el pálido con voz ronca, jugando con el borde de los pantalones del menor. El oír el gemido necesitado del maquillador hizo que el menor sonría levemente, notando lo mucho que tiene al chico a su merced.

-P-por favor... Yoongi... -susurró el chico, debilitado. El susodicho apretó el pezón del menor con fuerza y éste gimió con debilidad.
-Dímelo, pequeño -susurró, haciendo un movimiento de caderas, apretando el trasero de Jimin contra su erecto miembro.

-Q-quiero que me la metas, mierda -Jadeó con fuerza, sintiéndose aún más agitado, la vergüenza ya la había perdido hace rato, no estaba arrepentido de sus palabras.
-M-mierda... Eres tan sexy, Min.
Corrió los cabellos de su frente, su cuerpo estaba cubierto por una capa de sudor.-D-dame lo que tienes... -

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