Rojo es un chico de 11 años de edad que comienza su aventura por la región de kanto con la misión de capturar a todos los Pokémon y cumplir su sueño de ser un maestro Pokémon, en su aventura encontrará amigos, rivales y enemigos. no descansará hasta...
Nuestros héroes después de su pequeña aventura por Ciudad Azulona decidieron pasar la noche en un centro Pokémon para reponer sus energías ya que les esperaba una batalla de gimnasio para poder obtener su cuarta medalla... Nuestros héroes luego de haber desayunado en la cafetería del C.C y recoger a sus Pokémon, pusieron marcha hacia el gimnasio de ciudad azulona en el camino Pikachu decidió salir de su Pokéball para ir en el hombro de Rojo como acostumbraba hacerlo. Con la ayuda Charmeleon y su técnica de corte lograron abrirse paso por los arbustos que bloquean el paso para llegar hasta el gimnasio de ciudad azulona. Antes de entrar observaron que fuera de él había un anciano observando desde la ventana el interior del gimnasio, Rojo fue el primero en acercarse y hablar con aquel señor.
–buen día señor, que es lo que ocurre?–, pregunto el castaño muy curioso.
–si quieres saber, ven y acércate a la ventana y verás que es lo que ocurre–, respondió el anciano murmurando con una gran sonrisa.
–So, son chicas!–, respondió Rojo con un leve sonrojo.
–asi es muchacho, en este gimnasio sólo hay chicas–, dijo el anciano viendo a la ventana haciendo una cara graciosa pero a la vez pervertida.
Leaf al ver que rojo se comportaba como aquel anciano sin aviso alguno le dió un golpe a Rojo para llamar su atención.
–auch!, Ocurre algo Leaf?–, pregunto mientras se masajeaba donde le habia pegado Leaf.
–Como que, que ocurre, rojo estas espiando a un grupo de chicas, eso es de pervertidos–, dijo mientras empuñaba su mano haciendo una cara de molesta y a la vez sonrojada.
–lo siento Leaf, creo me he dejado llevar–, respondió Rojo avergonzado.
–No salgas con excusas–, dijo dándole nuevamente otro golpe que lo tumbo al suelo.
–y usted es una persona mayor debería darle vergüenza–, le grito al anciano que ante la expresión de la castaña se echó a correr.
Rojo se encontraba sentado en el suelo sobandose la cabeza y Pikachu sólo lo veía graciosamente, Leaf aún molesta por lo sucedido, sujeto el cuello del chaleco de Rojo y lo jaló hasta la entrada del gimnasio.
–no tenías porque hacer eso–, dijo Rojo mientras se ponía de pie.
–te lo merecías–, respondió la castaña frunciendo el ceño sin dirigirle la mirada a Rojo.
Los dos entraron al gimnasio y quedaron asombrados al ver todo su interior, parecía un enorme jardín repleto de todo tipo de flores, arbustos, árboles de bayas y algunos pokemon de tipo planta. Tanto Leaf como Rojo admiraron aquel hermoso lugar hasta perderse en su encanto, los dos caminaron por todo el lugar observando cada rincón hasta que fueron sorprendidos por una de las chicas que Rojo había espiado junto al anciano.
–Hola, puedo darme cuenta que disfrutan su estadía en el gimnasio, son entrenadores verdad?–, dijo amablemente la chica.
–hola–, respondió rojo balbuceando con un leve sonrojo. –si lo estamos disfru...–, fue callado por otro golpe de Leaf esta vez en el brazo.
–si así es, es un gimnasio muy bonito y si somos entrenadores–, respondió leaf con una sonrisa.
–Me alegra saberlo, síganme les presentaré a la lider–, dijo la chica.
Los tres caminaron por el gimnasio hasta llegar a una parte donde había una chica que vestia un Kimono de color amarillo, regando algunas flores dentro de gimnasio.
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