Kanto una región llena de maravillas y aventuras, donde todos los jóvenes entrenadores luchan por un mismo objetivo; «ser el mejor», Rojo es uno de ellos quien desde muy niño su mayor sueño ha sido ser el campeón de la liga al igual que su amigo y rival de la infancia Azul. La competencia entre estos dos los ha llevado a tomar grandes retos para sobresalir por encima de todos. Por otra parte Leaf a pesar de no tener como objetivo la liga Pokémon su meta es poder ser una chica fuerte junto a sus Pokémon demostrando también ser una habilidad entrenadora...
Nos encontramos en Pueblo Paleta y nuestros héroes se encuentran listos para continuar con su aventura por la región de kanto siendo su nuevo destino Isla Canela hogar de la séptima medallade gimnasio.
—muchas gracias mamá, no había tenido un mejor descanso hasta ahora, no hay mejor lugar como el hogar— dijo Rojo agradeciendo a su madre.
—no es nada hijo, mi deber como madre siempre será cuidar de tí no importa la edad que tengas— respondió la madre de Rojo.
Rojo asintió ante las palabras de su madre y seguido le dió un abrazo.
—muchas gracias por su hospitalidad señora— dijo Leaf agradeciendo a la madre de Rojo.
—no ha sido nada Leaf, de hecho tengo que ser yo quien debe de estar agradecida por cuidar de Rojo, se que a veces puede llegar a ser algo impulsivo y puede ocasionar problemas— respondió la madre de Rojo sonriendo, mientras Leaf veía de reojo a Rojo y este sólo ponía una cara de pena.
—no se preocupe, Rojo esta en buenas manos. No permitiré que se meta en problemas— agregó la castaña.
—chicos y por cierto, como planean llegar a Isla Canela?— preguntó la madre de Rojo.
—no te preocupes mamá, llegaremos con la ayuda de un buen amigo— dijo Rojo arrojando una Pokéball.
—el es Lapras mamá y nos ayudará a cruzar el mar para llegar a Isla Canela——que hermoso Pokémon, nunca imaginé ver uno de cerca, sólo los había visto en televisión y en fotos— dijo la madre de Rojo acariciando a Lapras.
—¡Rojo Espera!— se escuchó un grito a la distancia.
Todos voltearon a ver en dirección de donde se escuchó el grito y para sorpresa de todos se trataba del profesor Oak quien corría a toda prisa hacia donde se encontraban todos.
—¿profesor que ocurre?— preguntó Rojo.
—Rojo, antes que te marches quiero entregarte esto...—
—¿que es esto profesor?— preguntó Rojo.
—Rojo me has ayudado mucho recopilando los datos de la Pokédex. Gracias a ti mi sueño se cumple y para ayudarte en esa gran labor quiero entregarte esto...— dijo entregando dos objetos en las manos de Rojo.
—este es un fósil Helix y un ámbar viejo, estos pertenecen a Pokémon prehistóricos que vivieron hace muchos milenios atrás, en isla canela hay un laboratorio que se dedica a la clonación Pokémon a partir de los restos fósiles quizá ellos puedan ayudarte trayendo de nuevo a la vida a estos ejemplares—.—increíble, gracias profesor— respondió Rojo agradeciendo al profesor Oak.
—no ha sido nada Rojo, tu amor por los Pokémon me ha hecho tener plena confianza en tí que me haces recordar a mi cuando era jóven y me apasionaban las batallas Pokémon, pero no quiero desviarme más con el tema, así que Rojo, Leaf. Mucha suerte en su viaje— dijo el profesor.
Ambos asintieron y subieron al lomo de Lapras para navegar por la ruta 21, luego de despedirse siguieron con su rumbo hacia isla canela.
El surcar por aquella ruta marítima era algo espectacular, la tranquilidad del océano y la vista de todas islas en el lugar le daban una vista única sin mencionar los Pokémon salvajes que aparecían sobre el agua curiosos ante la presencia de nuestros héroes, Lapras disfrutaba mucho poder nadar en aguas abiertas mientras nuestros héroes observaban con total calma el panorama.
En un instante nuestros héroes fueron sorprendidos por una sombra que sobrevoló por encima de ellos.
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POKÉMON - Una Leyenda Contada Desde Sus Inicios.
FanfictionRojo es un chico de 11 años de edad que comienza su aventura por la región de kanto con la misión de capturar a todos los Pokémon y cumplir su sueño de ser un maestro Pokémon, en su aventura encontrará amigos, rivales y enemigos. no descansará hasta...