Capitulo 9

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Gilzet

—Parece que alguien no sabe tocar la puerta —Dijo un joven detrás de la barra, es alto y de cabello castaño, viste con un traje azul de gala, utiliza un moño de decoración en su cuello.

No respondo.

-¿Amiga, que necesitas? - Dice otro sentado en el primer banquillo, este es rubio, de buen porte, tiene un traje azul oscuro al igual que el anterior, solo que este tiene corbata

- Necesito conseguir un par de cosas

Ellos de miran mutuamente y vuelven a reír.

- Te equivocaste de lugar pequeña, aquí sólo vendemos bebidas... - burla y sigue hablando - ... Pero te puedo ofrecer una de rega...

Un sonido se escuchó en el piso de arriba, un par de patadas para ser precisa.

- ¿Que fue eso? - Pregunto

Los hombres empiezan a ponerse nerviosos, esto me resulta mas anormal.

- Los vecinos - Explica el rubio rascando su nuca - Son muy salvajes en las noches

Los demás ríen.

Observo cada pequeña partícula del lugar, mi calidad de vista es perfecta.

- ¿Entonces la puerta detrás de la pequeña máquina no es de la planta superior?

Uno de ellos azotó sus palmas en la barra, haciéndola sonar, se levantó y los demás lo imitaron, excepto el chico callado del final.

‎- Es mejor que te vallas de aquí si no quieres problemas - Dijo otro sujeto, este era canoso pero igual de elegante que los otros dos, se les veía molestos.

‎- Que hay allá arriba - Hablé seria

‎No respondieron, uno saco una navaja, otro, una pequeña arma, el chico de la barra solo se quedó atrás mientras que el último retrocedía sin decir o hacer nada.

Mi mochila se resbalaba de mi brazo hasta caer, sabia que debía pelear y si es necesario, matar.

‎- Pronto estarás ahí - Dice el señor de la navaja mientras corre hacia mí.

‎Tomo el brazo donde sostenía la navaja y la arrebato mientras evito el golpe, el tipo queda mirando hacia la carretera, tomo sus hombros y rompo su espalda con mi rodilla. Sonrió al escuchar el quebrar de sus huesos y cae adolorido.

Escucho un cartucho de balas siendo preparadas para darme y levanto ágilmente al hombre canoso, el rubio empieza a disparar mientras usaba a su amigo como escudo humano, miro cada segundo la mano con la que dispara, la manera en la que lo hace y la posición en la que está.

Corro bajando al balaceado cuerpo y dirigiéndome al rubio, doy una patada horizontal y la pistola cae a un lado de mí. Un simple movimiento y la consigo. El chico se detiene y alza las palmas en señal de paz.

‎- ¿Quien eres, loca? ¿Acaso no sabes las reglas de este lugar? ¡Nuestro equipo te encontrará y te matara! - Exclamó con enojo

‎- No si no hay evidencia - Sonrío

Vuelvo a pasar por mi cabeza la imagen del disparo y apunto a la cabeza del tipo.

Respiro y exhalo, en un segundo la cabeza del rubio esta agujereada y sangrante.

Un momento de silencio se formó en el lugar, escucho como corre la sangre de su frente, a toda su cara. Adoro la imagen que obtengo gracias al disparo.
Un rato después cae al suelo

Corazón se acelera, pide algo, tiene sed, tiene hambre de humanos.

Me acerco hacia el cuerpo del rubio y pateo su cráneo hasta estallar, me arrodillo y tomo los pesados de carne de poco a poco, pruebo la sangre derramada en la madera del suelo y mi cuerpo se vuelve a llenar de energías, siento un dulce sabor en mi paladar aún, termino mordiendo y saboreando mis labios para luego levantarme hacia el chico de la barra.

Escucho un arma cargarse de nuevo, alzo la mirada y veo al tipo de la barra, su mano temblaba, al igual que su semblante.

El chico callado hizo su aparición detrás del joven de la barra, le da un golpe en el cuello y el arma cae, después toma su cuerpo y lo lanza a la barra para después rodar a mis pies. Mira el cuerpo de su amigo con terror y levanta la mirada lentamente.

- Po... Por favo...vor, no m... Me...mates - Tartamudeaba de miedo

- ‎Que hay allá arriba

- ‎Un grupo de chicas de la ciudad, las secuestramos y teníamos planeado transportarlas mañana a nevada para ofrecer sus servicios... Pero... No me asesine, se lo ruego. Le juro que no hablaré, están en los dormitorios de arriba.

El chico me da un par de llaves, levanto el arma y ruega de nuevo por su vida.

- Tranquila, tu sube por las chicas, yo me encargo de él - Dice el chico de hace poco.

Me extraña su ayuda y su trato, este es un chico rubio, joven y muy diferentes para ser uno de ellos. Él lleva al tipo de la barra a este y lo ata, toma el arma y la carga, esperando a disparar ante un movimiento en falso.

Inserto las llaves y abro las puertas, doy instrucciones de la salida y todas corren esperanzadas. Muchas me agradecen, otras me abrazan, unas lloran y juntas llegamos a la planta baja.

El chico peli café me ve aun atemorizado, una chica lo mira, le habla y con un fuerte puñetazo en la cara, este cae inconciente. Lo mira por última vez y llega hacia mi.

- Soy Hanna, mucho gusto - Me da la mano.

No respondo y salimos del bar

Veo como la mayoría se va corriendo, otras se quedan solas y algunas en grupo. Volteo hacia dentro del bar y veo al joven rubio haciendo una llamada, baja la mirada y después voltea hacia mi, cuelga y se acerca, toma una ensangrentada mano y la besa con seriedad.

- Hermosa y fuerte dama, ¿podria tener el honor se saber su nombre? - Su modo de hablar me recordaba a los arcángeles del mas allá.

- Aun no lo sé - Digo fríamente - Vengo buscando mi propia identidad.

- Josaph Lart por si preguntaba, y cualquier cosa - sube sus ojos a mi - este encuentro jamas sucedió...

Regresa la lluvia y un sonido aturde mis oídos, veo a lo lejos luces rojas y azules.

- Debes irte

Corro con un par de chicas para pasar desapercibida y encuentro de nuevo a la chica del bar, Hanna.

Hanna era rubia, ojos marrones claro y de gran figura, al igual que muchas, estaba sucia, demacrada, maquillaje corrido y cabello sin peinar.

- Muchas son de aquí. Otras se irán a la comisaría. Pero dime algo... ¿El mató a sus amigos?

-Yo fui - Dije fría, el grupo que estaba con ella se asustó

Seguía mi camino y me alcanzaron a paso rápido.

- Espera, por favor - Me detuve sin voltear - Solo, queríamos agradecerte de nuevo y decirte que, cualquier cosa podemos ayudarte

- ‎Dudo encontrarlo en ustedes

- Solo dinos

- ‎Un lugar de estadía... y armas

Sabia su respuesta, eran apenas unas chicas.

- ¡Cuenta con ello!


"No sabia que ocurriría mas adelante, o si esto es una trampa por parte de estas simples humanas. Dudo que sepan con quien se están metiendo"

Dulce Venganza [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora