Capitulo 17

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Prosigo con mi recorrido y llego al muelle donde cientos de personas son testigos de lo que será un echo casi histórico en la vida de California.

Muchos hacen reportajes, otros graban, unos se desesperan. Yo paso entre la gente desprevenida y llego a un pequeño bote con motor. Lo enciendo y me preparo para llegar, nadie ve mi aparición en el escenario, solo los peces admiran lo que estoy apunto de hacer.

Veo el barco moverse a la velocidad del pequeño bote, salto tomando una cuerda enganchada al gran transporte y con fuerza subo al barco.

Escaneo el lugar y no hay nadie ni nada sospechoso. Hasta que escucho un disparo en el piso inferior.

Los gritos se hicieron presentes.

Subo hacia donde conducen el barco y no veo nada, todo está digitalizado y los controles de este tipo de tecnología no ayudan a mi mentalidad de época retardada.

Bajo los escalones con precaución y escucho una voz fuerte y tenaz, en el fondo del lugar.

- ¡Eso es lo que pasa cuando no siguen las malditas reglas! - grita la misma voz, mientras muchos quejidos y lloriqueos eran callados una y otra vez.

Yo caminaba por los pasillos esperando llegar a ese salón y no encontraba nada, solo eran cuartos individuales.

Hasta que un par de chillidos sonaron al final de todo este ruido. Seguí la voz, quien me llevó a una de las habitaciones. Abrí la puerta y no habia nada. Los gritos cesaron, solo escuchaba una respiración agitada aparte de la mía.

-¿Hola? -digo en el cuarto.

Al momento una niña pateó el lugar donde se escondía, y me apuntó con un pequeño revolver, alzo las manos en signo de paz y retrocedo cuando ella se acerca paso a paso.

-¿Quién eres? ¿Quién te dijo qué estaba aquí? ¿Viniste a asesinarme?

- Vengo a asesinar a quien los tiene aprisionados -respondo únicamente antes de confiscar el lugar y encontrar algo que pueda servirme. Siento aún la presión de la niña apuntando hacia mí. - ¿Podrías dejar de apuntarme? Me incomoda

Escucho el respiro acelerado de la pequeña, me acerco a ella sin dejar de mirarla con compasión, hasta llegar a su mirada de terror.

- Tranquila, yo no te haré daño -digo en voz baja para tratar de calmarla, con mi mano bajo el arma, hasta lograr que lo soltara. - Al contrario, vengo buscando a la persona que los tiene aquí -tomo su mejilla y limpio su lagrima, incluyendo la pequeña suciedad de su cara.

Después de verla más tranquila, mi alma se reconforta un poco. Pero antes de lo esperado, otro disparo se hace presente seguido de los gritos de terror.

- ¡Hermano! -grita la niña

Escucho unos pasos viniendo al cuarto, tapo su boca con mi palma y me escondo junto con ella en el closet. Con los pequeños huecos alcanzo a ver a un hombre pasando, mira el cuarto y no encuentra nada, así que prosigue su recorrido.

Salimos silenciosamente, la niña ya relajada, sabe lo que debe y no hacer así que ya no tengo problemas con su comportamiento.

- ¿Sabes donde están todos? -ella asintió -entonces no gastemos tiempo e iré cuanto antes

Pero antes de correr ella toma la capucha de mi traje y me detiene.

- Quiero ir también

Me agacho y la miro, tomo su pequeña mano mientras la froto, ella asiente y doy un suspiro largo.

-No deberías. Correrías mucho peligro, pensé que entenderías...

- Siento que me subestimas mucho

Doy un corto suspiro y me levanto.

-Bien -contesto - acepta las consecuencias de tus actos

La niña me quita el revolver y lo recarga.

Salimos de la habitación y encontramos al mismo sujeto de hace poco, antes de que sacara su arma lanzo mi daga a su corazón, corro rápidamente y lo inserto más profundamente hasta que cae.

Saco la daga que, para mí mala suerte está impregnada de sangre, la niña me mira confundida y mi control sube de nivel.

"esto será complicado"

Guardo la daga mientras le pido indicaciones a la niña, quien me lleva de pasillo a pasillo.

- ¿Estas segura que puedes usar el arma?

- Fue una de las cosas que me enseñó mi hermano

- ¿Cómo es tu hermano?

- Un gran hombre. Puede no ser el más bueno pero es mi hermanito. Se fue antes de que los disparos empezarán porque debía asistir a una reunión. Antes de eso me dijo que me quedara en el cuarto y esperara a que llegara, tengo un mal presentimiento

- No eres la única - digo confiscando los demás cuartos - ¿A esta dirección? - ella asiente y seguimos.

Llegamos a la compuerta central, miro la pequeña ventanilla que lleva a la sala de reuniones.

- No podemos entrar así - susurro - ¿sabes donde queda la cocina? -me dirijo a la niña

Corremos silenciosamente y antes de pasar el primer pasillo veo un hombre armado a metros, tomo la mano de la niña y en cuanto voltea el hombre corremos para llegar a la cocina.
Así nos escondiamos y pasábamos por cada pasillo sin ser rastreadas.

Entramos y me preparo para llegar al lugar, tomo algunos objetos como posibles armas y le pido a la niña esperar mis indicaciones antes de ir, pero hace caso omiso y juntas miramos por la ventana.

Hombre de 20 años, cabello negro y estatura promedio, lleva un arma y un celular pequeño, muchos de los rehenes están amarrados, otros ya muertos y hay dos personas armadas en cada esquina.

-Tendremos suerte si salimos vivas, porque esto está muy planeado

Antes de intercalar palabra de nuevo mis ojos se turbian viendo una escena bizarra y horrible para muchos ojos. El delincuente queriendo mancillar a una dama inocente.

- Por lo menos sabré que ese maldito no vivirá para contarlo -digo furiosa y conteniendome las ganas de matar a todos, pero sería una pérdida de tiempo matar a ladrones e inocentes por igual, no sería justo.

- Cuenta con eso -menciona la niña preparando sus balas como toda una criminal profecional.

"Quiero una hermana así" pensé

-¡Vamos! - digo antes de empujar la puerta y lanzarnos de esquina a esquina...

Dulce Venganza [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora