Capítulo 18

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Supongo que al ser el padre de mi hijo, debería estar al tanto de lo que sucede, por otra parte tampoco es seguro que sea grave, y no quiero preocuparle para nada. En realidad no puedo hablar del tema.

Siento un nudo en la garganta que no me deja respirar, hubiese preferido mil veces que me dijeran que soy yo la enferma, y no mi bebé.

Aún no he podido tener a mi bebé en brazos, pero le quiero muchísimo, y si le pasa algo, jamás podría superarlo. Ser madre supone que la vida de tu hijo se convierta en lo más importante.

- Si, estoy bien, ha sido un desmayo tonto - Ojalá y todo quede en un susto

Mi bebé tiene que mejorar, y salir adelante. No pueden decirme que está enfermo y esperar que esté bien, y no me preocupe. Es una mierda que haya pasado esto. Creo que no lo merezco.

Es evidente que no soy la mejor madre del mundo, que no lo esperaba, y al principio me asusté, y en algún momento no quise tenerlo, pero ahora todo ha cambiado, y es lo más importante para mí. Siento además que es lo único que tengo, lo único que queda de un amor inalcanzable de un mes y algo.

- Vale, me había asustado, no deseo que te pase nada - Pues yo prefiero que me pasase a mí, y no al bebé que con tanta ilusión espero

- No tienes que preocuparte, pero por favor, quiero irme a mi casa, no quiero ser una molestia - Es evidente que sobro

En situaciones normales, Christian y yo no teníamos que haber pasado por esto, ni si quiera conocernos. Él con otra, a otro nivel, no deberíamos haber tenido ninguna aventura.

No me gustaría que me engañasen, y yo he dado pie a que alguien engañe a su pareja, claro que ya lo hacía, pero he sido cómplice. No sé para que tiene novia si la va a engañar, es egoísta de su parte, encima la forma en que ha cortado la relación y meterme aquí en medio. Esto no está bien. Si me pasara a mí, lo mínimo que me sucedería es que me cogería una enorme depresión.

- No eres una molestia, metetelo en esa cabeza tuya - Insiste

- Tu pareja está viviendo aquí Christian, por favor, quiero irme a mi casa

No es que no quiera estar con él, es que está Elena rondando por aquí, y no quiero cruzarme con ella por nada del mundo. Sólo deseo que Christian me saque de aquí, porque no estoy comoda.

- Espera Ana, no puedes irte así, mañana te llevo a tu casa - Vuelve a insistir

- ¡Me quiero ir, ahora! - Me estoy empezando a poner de los nervios

Elena estará por aquí, quien sabe si me escucha o no, y paso de tener que cruzar una sola mirada con ella.

- ¿Quieres irte y ya está?, ¿qué pasa con lo nuestro? - Se muestra molesto. No debería, en realidad estoy haciendo lo mejor para él

Es evidente que lo mejor es que desaparezca con mi hijo, y él, siga con su vida de millonario en compañía de Elena. Yo no pinto nada aquí. Sobro, se ve a kilómetros. Tengo que irme y arreglármelas yo sola, como he hecho siempre.

- No pasa nada Christian, está claro que lo mejor que podemos hacer, es que me vaya a mi casa - Es lógico. Elena está por aquí, su verdadera novia. Lo nuestro ha sido una aventura, y sólo se quedará en eso

- Pero me dijiste...- Le interrumpo

- No has cortado con ella, sigue aquí, y este no es mi sitio

Nunca he sido millonaria, y no me quiero aprovechar de alguién, sólo por estar embarazada. No soy bienvenida aquí, y si hace todo esto es porque se siente culpable, no porque se haya dado cuenta de que me quiere . Eso no pasará ni en sueños, a mí nadie me quiere, sólo mi hijo, y ahora está en peligro.

Sería terrible si me quedo y Elena descubre que nuestro hijo nacerá enfermo, intentará hacer algo porque la conozco, y no puedo arriesgarme a eso. Mi corazón me pide que me quede, pero la razón me obliga a tomar la decisión de irme sin decírselo a nadie.

- Pero Ana, lo de Elena no es nada, la quise alguna vez, pero se acabó

- A mí apenas me conoces, no puedes cambiar nuestra aventura por tu mujer

- ¿Aventura?, Ana yo quiero intentarlo contigo, y hacerme responsable de mi hijo

- Sé cuidar de mi hijo sola, no necesito ni tu caridad ni tu dinero

- ¿Crees que lo hago por caridad?

- ¿Puedo irme a casa ya?, no me apetece discutir - Diga lo que diga, sigo pensando que hace todo esto por lástima

Él se fue, después de conocerme, volvió con su mujer y su hijo, el pequeño Clay. Si no me quiso entonces, ahora tampoco. Lo único que ha cambiado, es que se ha enterado de que estoy embarazada, y ahora se siente responsable, pero lo que verdaderamente quiere, es seguir con su vida, sin tener nada que ver conmigo. Ha dejado a Elena así porque en cuanto me dé la vuelta, volverá con ella, tengo ese presentimiento.

- Vale, te llevo, pero esto no va a quedar así - Yo creo que si que va a quedar así. Es mejor dejar las cosas como están. Tengo que desaparecer y dejar que siga con su vida

Christian me saca de su casa sin ser vista. He tenido la suerte de no cruzarme con Elena. Tendrá después la oportunidad de explicarla que me trajo por error, volverá con ella porque le perdonará, y yo seguiré con mi vida, y sacaré adelante a mi hijo.

Ambos vamos callados durante todo el trayecto. Sinceramente no sé qué decirle, porque sé que será la última vez que le vea. Le hablaré de él a mi hijo, y él ya decidirá si un día quiere conocer a su padre, yo ahora no puedo quedarme y obligarle a vivir una vida a mi lado que no quiere vivir.

El coche se detiene ante mi puerta. Supongo que ha llegado la hora.

- Nos vemos Ana - No quiere ni mirarme, está muy serio, y enfadado porque no he querido quedarme en su casa. No quiero formar parte de su triángulo amoroso, le haré el favor de desaparecer

- Adiós...Christian - Le abrazo en un impulso

- Oye Ana, ya vale, no me llores, no montes la película - Me aparta de malas formas. Otra señal más de que no me quiere

Iba a darle más vueltas a lo de irme, pero después de esta reacción ya no me hace falta. Le miro por última vez y salgo del coche.

Christian se marcha en cuanto me bajo del coche. Lo sé, ha sido una despedida de mierda, y es porque no siente nada por mí, es evidente.

Me meto en casa con miles de lágrimas en mis ojos, y guardo toda mi ropa en la maleta. Sé acabó, no voy a estar aquí. Si no me quiere y la prefiere a ella, pues adelante, le pondré las cosas fáciles.

Una vez hecha la maleta, llamo a la verdadera dueña de la casa, porque estaba de alquiler, para decirla que me voy, y no me pone pegas. Otra señal más de que estoy haciendo lo correcto.

Busco en Google destinos donde pueda ir, y decido comprar dos billetes para Londres, donde ahora mismo está mi mejor amiga. Ahora estará dormida creo, pero cuando llegue a Londres, la diré por sorpresa que he decidido mudarme allí. Aún tengo el dinero de mi abuela.

Justo hay un vuelo mañana a Londres, y hay dos asientos en primera clase, no me importa gastarme más dinero, quiero desaparecer cuanto antes.

Una vez comprados los billetes, recibo una llamada de Christian. No debería atender la llamada, pero lo hago

- Christian - Me tiembla la voz. No sabe lo que voy a hacer

- ¿Sabes qué?, si no quieres nada conmigo por mí mejor, he decidido volver con mi mujer, tuviste tu oportunidad Anastasia - No me lo puedo creer. Lo sabía, encima me lo dice en tono más que enfadado

- Muy bien - Esa es mi respuesta. Me contengo para no llorar

- No me interesas, duramos un mes creo, no sé cómo he podido ser tan idiota, por mí como si desapareces - Me alegra saber eso

- Vale - Me muerdo el labio para no derrumbarme, eso sería humillante

- Adiós...Anastasia - Cuelga la llamada

Esto es el colmo. Me acaba de empujar a hacerlo.

MomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora