Entramos al salón y había desaparecido todo el mundo.
-Se ve que estamos solos en casa-dice guiñándome un ojo.
Le pego en el hombro riendo.
Me agarra de la cintura y cuándo va a besarme suena el móvil.
Él se pasa la lengua por sus dientes y sonríe.
-Vaya…
-Hola Alice, claro, ¿ya?
Suena el timbre y abro la puerta con el móvil aún en la oreja.
-Ya-dice colgando y sacando la lengua.
La abrazo y cuándo voy a cerrar la puerta hay algo que me lo impide.
-Estaba aparcando, ¿puedo pasar?
-Claro Evan, pasa, pasa, perdona, no te había visto.
Evan me abraza y me dice al oído “Tenemos que hablar”.
En estos casos la gente se pone histérica al oír éstas tres palabras, pero son solo palabras, nada más.
-Claro. Evan y yo vamos a comprar unos espaguetis para ésta noche, ahora venimos.
Cojo mis llaves y salimos a la calle.
Miro a Evan y el comienza a hablar atropelladamente.
-Sophie yo no soy celoso, pero al enterarme hoy de lo de mi hermano, me hervía la sangre.
-¿Te lo ha contado Alice?
-No, dijimos que no hablaríamos de nuestro pasado, pero íbamos por la calle y él se ha acercado a Alice, conozco bien a mi hermano, y si ves como la miraba…no sé qué hacer. ¿Y sí Alice sigue queriéndole?-empieza a llorar.
-Escucha Evan, ellos salieron hace mucho tiempo, Alice te quiere, la conozco bien.
-Me siento como un segundo plato-dice poniendo sus manos en su cara.
-Evan, Alice no tiene ningún contacto con tu hermano, se lo dejó muy claro, ha sido una coincidencia, no puedes hundirte por eso-le aparto las manos de la cara y le obligo a mirarme.
Él con lágrimas en los ojos dice:
-Ian tenía razón con respecto a ti. Aíslas tus problemas para solucionar los de los demás.
-Mi vida se basa en ayudar a la gente, no mereces estar así.
-Ni tú tampoco.
-Entremos en casa, me muero de hambre-digo sonriendo.
Evan va al salón y yo entro directa a la cocina, entra Ian.
-¿Qué va a preparar la señorita Smith?
-Espaguetis a la carbonara.
-Quiero una recompensa.
-¿Por qué?
-Por dejarme con tu gran amiga Alice, que habla por los codos.
Le doy un ligero beso.
-Apenas lo he notado…
Le vuelvo a besar.
-¿Así mejor?
-Se puede mejorar.
-Mmm…déjame cocinar.
Cojo la olla y empiezo a hervir los espaguetis, él está justo detrás de mí, empiezo a remover los espaguetis y él empieza a besarme el cuello.
-Para, jum…
-Sí sé que te gusta.
Sonrío y me muerdo los labios.
-Ya te estás mordiendo los labios…
Cojo un poco de harina y se la echo en la cara.
-Te has pasado-me dice con mirada desafiante.
Me coge y me sube en su hombro.
-¡Suéltame!
-Pídeme perdón.
-Perdón…
-No es suficiente.
Me baja por delante, me pega en su pecho y me besa.
Yo le beso con pasión y le muerdo el cuello.
-Esto me gusta más-dice sonriendo.
-¿Os queda mucho?-dice Evan asomando la cabeza por la puerta de la cocina.
-Ya casi están.
Evan vuelve a desaparecer e Ian se quita la camiseta y se limpia la harina.
-Esto me pasa por salir con niñas pequeñas.
-1, no soy una niña pequeña, 2, no estamos saliendo y 3, tú solito te lo has buscado.
-1, sí que lo eres, 2, aún y 3, sabes que me gusta lo arriesgado.
-Prefiero ser una niña pequeña,que un viejo.
-Me tienes contento…
-Es que no pienso si te quitas la camiseta.
Entra Evan otra vez.
-¿Os ayudo?
-Sí, gracias-digo.
Le doy un plato y otro a Ian y cuándo va a salir, le doy en el culo.
-Te vas a enterar después de cenar…
Cenamos los cuatro juntos en la misma mesa. Alice y yo juntas y Evan e Ian enfrente.
-Sophie, está buenísimo-dice Evan.
-Gracias, es una receta de mi madre.
Ian me mira ya que está enfrente y me agarra un pie con sus piernas. Él sonríe y disimula, yo lo miro desafiante.
-¿Pasa algo?-dice Alice.
-No nada-digo fingiendo una sonrisa y echándole una mirada de odio a Ian y vuelvo a morderme los labios. Él sonríe mientras baja la cabeza y corta los espaguetis.
Al terminar de cenar Ian y Evan recogen la mesa y yo aprovecho para hablar con Alice.
-Evan es genial, pero lo que ha pasado ésta tarde…,lo he pasado más mal.
-Evan me ha contado. ¿Cuéntame cómo es él?
-Sophie, es tan cariñoso y atento, nada comparado con el engreído de su hermano, pero tiene un gran problema, es muy celoso.
-Bueno, si es celoso es porque desconfía de ti, así que déjaselo claro, seguro que se soluciona.
-Gracias Sophie. ¿Y tú que tal con Ian?
-Pues por una vez en mi vida tengo miedo, miedo de que no sea como espero, apenas lo conozco y poco a poco me gusta más, tengo mucho miedo de…
-¿Miedo? ¿Miedo de qué?
-De mí-le dice Alice a Ian rápidamente.
Noto que cierne su mano con la mía y le doy las gracias por la rápida actuación.
Vamos todos al sofá y empezamos a ver casos de asesinatos, a Alice y a mí nos encantan los programas así y nos volvemos locas al enterarnos de que hay una maratón hoy.
-Creo que he escuchado el timbre-dice Alice.
-¿Quién será a éstas horas?
-Sí no abres, no sabemos quién será.
Le saco la lengua.
-Qué lista.
-Pero abre.
-Ya voy, ya voy.
Abro la puerta.
-¿Qué haces tú aquí?
ESTÁS LEYENDO
No me busques, nadie me necesita
Roman pour AdolescentsSophie, una chica como otra cualquiera ha perdido la esperanza de ser feliz, y se limita a vivir el día a día. No habla con su familia y su último amor la destrozó. Ahora no quiere saber nada de chicos, pero Ian, un chico de 18 años con ganas de viv...