Enseñándole A Tú Corazón (#3 Trilogía De Corazones Infelices)

Capítulo 3

-¡Lista!

Empiezo a sentir con mis manos cada prenda que mi tía y mi prima eligieron para ponerme. Parece ser lindo, suave, y muy cómodo para mí.

-¿Cómo me veo?

-¡Linda! ¡Fantástica! ¡Hermosa!

-Mi niña, estás perfecta para hoy, en serio.- bajo mi cabeza al sentir mis mejillas calientes y sonrío.

-Hora de bajar, estoy segura que a tus padres les encantará.- asiento y Chloe toma mi brazo, y caminamos hasta las gradas. Ahí ella se asegura de tomarme bien de la mano y ayudarme a bajar con cuidado. Se escucha mucho silencio en la sala, cosa qué es muy raro en mi familia. Siempre están gritando, riendo, o rompiendo cosas por doquier, pero esta vez no hay nada de eso, hasta me da miedo. Al tocar el último escalón muchos brazos me rodean en un fuerte abrazo.

-¡Sorpresa!- gritan todos casi en mis oídos, me gustan los abrazos, pero este abrazo me esta dejando casi asfixiada.

-¡Ya suelten a mi hija, animales!- se escucha gritar mi padre.

-¡Jay! No les digas así- río al escuchar cómo lo regaña mi madre. Parece que mi padre es el hijo y no el esposo de mi madre.

-Feliz cumpleaños, enana.

-Gracias, sirenita.- lo escucho bufar, mi primo tuvo la suerte de llamarse "Ariel" Mi tío Joram le puso así porqué le gusta mucho esa película, la cuál mi primo odia y le dice a todo mundo que se llama "Adam", pero no es necesario que se cambie el nombre, en la familia siempre le recordamos lo gracioso que es su nombre y que no tiene que cambiarlo.

-Espero que te guste mi regalo- toma mis manos y deja una caja.

-¿La puedo abrir?

-Claro, yo también quiero ver- comenta Chloe.

Busco con la mano el sofá, siento el brazo de mi primo y me ayuda a encontrar el sofá. Un silencio inunda la sala, yo sonrío y empiezo a abrir el regalo. Después de quitar el papel abro la caja y empiezo a tocar la cosa. ¿Acaso en un sostén?

-¡Ariel!- regaña mi tía Jessica a mi primo causando risas en toda la sala.

-¡Ah! No me pegue mamá, quería ser gentil con mi prima. Incluso ¿No ve que ya le crecieron...? ¡Ah!- La risa de todos se escucha, pero ninguna se compara con la risa delicada de Chloe.

-Éste año te pasaste, Ariel.- dice entre risas Chloe.

-Discúlpame, ya sabes que mi hijo no es normal, se parece mucho a su padre ¿Verdad?- dice en voz baja pero aún así todos alcanzan a escuchar y empiezan a reírse de nuevo -Toma, sé que mi regalo es mejor que el de todos.- en mis manos pone otra caja.

-¡Ey! ¡El mío es mejor que el de todos ustedes, perdedores!

-Tiffany, si no matas a tu esposo, yo lo mataré por ti.

-De todas maneras, Alexa no necesita nada más que a mí. Anda, te doy permiso, Katy.- los pasos de mi padre y mi tía resuenan por toda la casa.

-¡Gemelos!

-¡Ahí vamos, amor!- gritan al unísono mis tíos y sus pasos pasos se suman a los que antes ya habían empezado a sonar.

-Inmaduros...- susurra mi primo -¡No mates a mi tío, tía Katy!- ya faltaba que el otro niño ande corriendo por la casa.

-Esto no terminará bien...- mi tía Alejandra no termina su oración cuándo se escucha algo quebrarse en la parte del segundo piso.

-¡Lo sentimos!