Capítulo 7

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-Deberíamos volver...- digo luego de un largo silencio entre los dos -Le pediré disculpas y así nos dejará entrar de nuevo.

-¿En serio quieres entrar?- no respondo, a decir verdad esa clase fue en la que me sentí mal, porque por mi culpa han echado a Harry de la clase, no me importa lo que diga de mí, después de todo es la verdad -Hablaré con el director, no es posible que estés aguantando las estupideces de esa vieja.

-No lo hagas.- digo lo más seria que puedo -Ya has hecho mucho, no es justo que te metas en problemas por mí...

-No deberías volver ahí.

-Quiero aprender, ¿A quién le importa si ella me habla mal? Sólo quiero graduarme.

-No mereces ser tratada así...

-¿Pero adivina qué? Nadie merece ser infeliz, pobre, huérfano, o lo que sea, pero la vida no siempre justa para todos.- el silencio se vuelve a ser presente. Creo que se ha ido, pues ya no escucho su respiración cerca. Sonrío con tristeza para agachar mi cabeza. Mi abuela tiene razón, todos se aburren de mí, y no me sorprende que Harry ya se haya ido porque se aburrió de escuchar mis palabras tontas.

Sólo necesito una pared para sostenerme, a pesar de que he sido ciega desde que nací, no me acostumbro a estar sin apoyarme en algo. Me mareo fácilmente cuando estoy sola y sin apoyarme en una pared, y esta no es la excepción. Si no me equivoco, hemos sólo caminado recto, sin cambiar direcciones, si logro llegar cerca del salón, Chloe me podrá encontrar luego de que acaben las clases.

Muevo mis manos en el aire buscando algo sólido, doy unos pasos a la derecha hasta dar con la pared. Camino de espaldas dando pasos lentos pero seguros.

《No me sorprendería que algún día mi hijo y tu madre te abandonen. Nadie te aguanta.》

《Si no puedes ver, ¿Qué piensas hacer con tu vida? Eres una inútil.》

《Mi hijo hubiera dejado que te hicieran esa cirugía, así te hubieras muerto sin sentir dolor.》

Tantas cosas que me ha dicho mi abuela que son ciertas. Ya entiendo porque dicen que las abuelas son sabias. Mi abuela creo que ya hasta tiene en mente de lo que me voy a morir. Me acostumbró a sólo saber la verdad, por más dura y cruel que fuera. Pero por lo visto Harry prefiere escuchar mentiras.

Me estremesco al sentir un pecho duro a mis espaldas. Dejo de caminar respirando más rápido de lo usual. Mi espalda siente algo cálido moverse bajar y subir con una respiración profunda y tranquila. Debí haber tenido más cuidado.

-¿Por qué lloras?- dejo de tocar la pared para llevar mis manos a mis mejillas que están mojadas por las lágrimas que sin querer había derramado.

-N-no estoy llorando.- digo secándome las lágrimas con las mangas del suéter de mi uniforme.

-Alexa- su voz decir mi nombre se siente bien, no es cómo si mi familia me llamara, cuando él dice mi nombre no suena como si me tuviera lástima -No llores por favor, me duele verte llorar.

***

-¡Alexa! Mi niña- los brazos de mi madre me envuelven en un fuerte abrazo -¿Cómo te fue? ¿Aprendiste mucho?- asiento separándome de ella.

-Lexi, te extrañé mucho- ahora viene mi nana a repetir la acción de mi madre, pero ella se separa de mí mucho antes de que yo lo pueda hacer -¿Has comido? Si tienes hambre te preparo tu comida favorita si quieres.

-Estoy bien, gracias.- le agradezco con una sonrisa. -Actúan como si me hubiera ido hace muchos días.- digo riéndome.

-La casa se ha sentido tan sola sin ti.- confiesa mi nana.

Enseñándole A Tú Corazón (#3 Trilogía De Corazones Infelices)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora