Enseñándole A Tú Corazón (#3 Trilogía De Corazones Infelices)

Capítulo 10

-¿Eh?- aún no entendía, digo, nunca fue nada más que un conocido, o al menos así lo consideraba.

-Si tu respuesta es no...

-¡Sí!- digo sin pensarlo, causando que mis mejillas ardan al escuchar la risa calmada de Harry.

-De todas maneras, no iba a aceptar un no por respuesta.- vaya, que... no tengo palabras, él me hace quedar sin pensamientos ni palabras.

¿Qué se supone que hacen los amigos? De los libros que Chloe me ha leído, los amigos suelen reírse, pasear en los parques de diversiones, comer juntos, y hablar. No seré una buena amiga. Apenas alcanzo a decir dos palabras sin tartamudear. Es tan difícil pensar en que ahora sí tengo un amigo, y que no es parte de mi familia. Un amigo que por un pequeño incidente lo conocí. Oh Dios, ya estoy emocionada. ¡Logré conseguir un amigo! Bueno, si Ariel no lo conociera, tal vez yo nunca me hubiera atrevido hablarle. Aunque si él no lo conociera ¿Cómo se supone que yo sepa que él estudia aquí? Ya estoy pensando en cosas tontas de nuevo.

-¿En que piensas?- pregunta de repente sacándome de mis pensamientos. Haber, Alexa, piensa rápido.

-¡Pan!

¿En serio? ¿Pan? Agh, soy tan tonta.

-¿Pan?- debería haber pensado antes de decir algo -¿Tienes hambre?- niego mientras apreto mis labios. La verdad es que sí tengo hambre, no he comido desde el almuerzo, pero de alguna manera no quiero que él lo sepa. -Ven, yo sí tengo hambre.- antes de que pueda hablar, él toma mi muñeca para empezar a caminar de nuevo.

El miedo y la desconfianza empieza a apoderarse de mí. ¿Por qué habiendo tantas personas en el mundo, me elige a mí de amiga? ¿Qué planea? ¿Quiere sacar información de mí? ¿Quiere matarme y vender mis órganos? Ok, debo calmarme. Lo de mi abuela me ha dejado un poco asustada. Más de lo normal.

-¿Te gustan los hot dogs?- niego.

-¿Q-qué... son?- apenas susurro. Va disminuyendo la velocidad de nuestros pasos para caminar más tranquilos.

-¿No sabes lo qué son?- pregunta sorprendido, yo niego tímidamente -No te preocupes, estoy seguro que te gustarán.

Siento pena por mí misma. Nunca como otra comida que no sea hecha por las manos de mi familia. Ellos siempre me dijeron que sólo hacían comida saludable, he escuchado sobre la pizza, hamburguesas, tacos, y otras cosas que jamás he probado.

Que bueno que coma afuera de la casa y de la escuela, por primera vez, y con mi nuevo amigo. No es nada malo salir a comer con mi amigo ¿verdad?

***

-Ok, toma esto con ambas manos, y sujetalo fuerte.- asiento mientras tomo lo que él tiene en sus manos -Ahora dale un gran mordisco.

-¿Tenedor?

-No, no usamos tenedor para comer un hot dog.- tengo miedo, y a la vez me siento estúpida haciendo esto -Anda, muerde.

Segunda comida sin la ayuda de alguien de mi familia. Siento que estoy siendo muy mala, como si desobedeciera alguna regla, pero esa sensación... me gusta. Es como ser una adolescente rebelde.

Muerdo el hot dog, sintiendo un mar de sensaciones en mi boca. Sabores que nunca había probado se mezclan. Mastico cada pequeño pedazo de la comida lentamente para no perder el gusto.

-Vaya, creo que te gustó.- siento un papel pasarse por las comisuras de mis labios delicadamente. Mi respiración se corta al sentir el tacto de sus dedos en mis labios, y ahí se quedan por unos segundos hasta que empiezo a toser y él los quita de inmediato. Eso fue extraño, y ahora se ha vuelto incómodo. -¿Alguna vez... has ido al parque de diversiones?- niego.