Un verano con 5 idiotas [Fanfic Castiel CDM]

Capítulo 6 ❝Fotografías❞

El despertador suena a las 7 de la mañana.

—¡Pido el baño primero! —Armin se levanta con velocidad.

—¡No si yo entro antes! —grita Kentin.

Justo antes de entrar, ambos chocan y caen al suelo.

—Fíjate imbécil —se queja el pelinegro.

—Pero si fuiste tú quien chocó conmigo.      

—Pues que pena por ustedes, pero yo gano —Alexy sonríe triunfante y cierra la puerta del baño con pestillo.

—¿Por qué tanta prisa? —les pregunto somnolienta; ambos me miran, con sorpresa.

—¿No lo recuerdas?—me pregunta Kentin.

—¿Qué cosa? 

—Tenemos una sesión de fotos en una hora —responde Armin.

Abro los ojos de golpe.

—Me lleva la chingada. Alexy...—me levanto y voy acercando lentamente a la puerta del baño—, ¡apúrate!

Después de haber llegado al hotel, y haber entrado cada quien a la habitación que le correspondía; Armin, Kentin, Alexy y yo nos encontramos con otro problema:

“—¿Cómo nos vamos a acomodar para dormir?”

Había dos camas para dos personas. Tras largos minutos de discusión, Kentin y Alexy durmieron en una y Armin y yo en otra. Aunque intenté mantener la mayor distancia posible.

—¡Listo! ¿quién sigue?

Alexy sale del baño, con su ropa ya puesta.

No doy tiempo a responder y entro al baño con gritos y reclamos de Kentin y Armin de fondo. Tomo una ducha rápida y al salir, me pongo unos jeans y una blusa sencillas. De todas formas, no soy yo quien va a salir en las fotos.

Después de mí, Armin entra al baño sin dejar a Kentin hablar.

Y finalmente, salimos de la habitación diez minutos tarde de la hora acordada.

—Nathaniel nos va a matar —dice Armin con temor.

—Tenemos que correr —responde Kentin.

—Corrección, ustedes tienen que correr —digo aliviada—. Alexy y yo no.

—En realidad, tú sí —escupo el agua que estaba tomando—. Eres la fotógrafa.

—Verga —comienzo a correr—. ¡Corran, putos, corran!

Llegamos al ascensor corriendo a la mayor velocidad que nuestras piernas nos pueden permitir.

—Rápido, rápido, rápido —murmura Kentin presionando el botón tantas veces hasta que se abren la puertas y entramos ansiosos.

Llegamos al lobby, y a la primera persona que vemos es a Nathaniel; notablemente molesto.

—Llegan tarde —susurra mirando su reloj.

—No me digas —responde Kentin sarcástico.

—¿Lo sentimos? —digo insegura.

—Chicos, tenemos que empezar ya —dice una de las asistentes.

Me acerco a ellos y saco mi cámara de su estuche donde estaba guardada.

—¿Qué es eso? —pregunta Nathaniel señalando mi cámara.

—Una cámara pendejo.

El mánager se acerca y me la quita.

—¡Oiga! —no puedo evitar gritar—. Esa es mi cámara.