Capítulo XII

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Narra _____

— ¡Ahhh! Mi cabeza — dije abriendo los ojos,  miré que estaba en una habitación de un ¡hotel! ¿Qué carajos hice anoche? Mire a mi alrededor,  Tony estaba cubierto por con la delgada sabana blanca,  se miraba sexy...  _____,  no es tiempo de pensar en eso.

Me levante de la cama,  me percate de que estaba desnuda,  busque mi ropa interior y entre al baño para encerrarme en él.

Tengo que recordar qué pasó ayer...

— ¿Por qué no recuerdo lo que pasó ayer? — dije maldiciendome con molestia. Sentí unas lágrimas caer por mis mejillas y mire mis piernas desnudas,  solo traía la ropa interior que estaba tirada en el suelo de la habitación.

Lo más seguro es que me acosté con Tony al estar borracha y el quizás también se emborracho...

<< — Ésto no está bien— dije dije a Tony.
— Eso no importa, sé que hay una especie de atracción entre nosotros — dijo besándome y me volví a perder en esos labios rosas que me gustaba sentir.>>

¡Ahhhh! ¿Cómo dejé que ésto pasara? Pepper va a matarme,  se supone que soy una persona respectuosa y no debía ser una segunda.

Creo que herede estoy del abuelo Zeus,  estúpido infiel...

Por qué no soy más como el abuelo Hades,  él ama a Perséfone y ella lo ama a él.

¿Por qué soy como mi madre?

Tío Eros,  ayudame a encontrar el amor y no romper otros.

— ¿_____? ¿Eres tú? — dijo Tony tocando la puerta.

— ¿Si...? — dije con las manos en mi cara en muestra de desesperación.

— ¿Éstas bien? ¿Y sabes que pasó anoche? — dijo sentándose recargado en la puerta.

— No,  no estoy bien.... Y no tengo la menor idea de lo que pasó anoche — dije golpeando mi cabeza con la puerta.

— Creí que si tienes una idea al igual que yo — dijo en doble sentido, lo cual me dio risa.

— Bueno... Si tengo una idea pero no es muy linda o mejor dicho harán que nos maten — dije sintiendo un calor en mis mejillas.

— JAJAJAJAJA bueno entonces ¿piensas salir? — dijo más tranquilo.

— No, me siento sucia y una terrible persona, nunca había sido mala al contrario — dije golpeado mi cabeza.

— _____ sé que lo que pasó anoche no fué... Algo malo — dijo él de manera seria. — Pepper y yo estamos teniendo problemas, solo fingimos ser pareja públicamente para no hacernos quedar mal así que tu no me ayudaste a ser infiel — dijo consolandome.

— Pero... Aún así creo que esto pasó demasiado rápido sin conocernos mucho — dije sintiéndome mal.

— Quizás pero esto puede ser un comienzo para ser más cercanos y poder iniciar algo — dijo algo nervioso.

— Esto... — no sabía que decirle,  me había dejado sin palabras.

— No me tienes que responder ahora — dijo de manera comprensiva.

— Gracias por entender — dije sintiéndome algo mejor que antes.

— Entonces... ¿Saldrás del baño?, necesito orinar —  dijo riendo.

— ¡Oh! C-claro — dije apenda,  quité el seguro de la puerta y salí,  el entró al baño y cerré la puerta. Él salió del baño y me miraba mucho,  mis mejillas se pusieron rojas y en ese instante recordé que estaba en ropa interior.

— ¡Tonyyyyyyyy, deja de mirarme! — dije cubriéndome con la sabana.

— Perdón, es la costumbre —dijo con media sonrisa.

— Cochino — dije haciendo cara de pato.

— Un cochino al que le tienes aprecio — dijo guiñandome un ojo.

— ¡Tony! — dije avergonzada.

— Ahora que lo pienso,  hay que tener citas para conocernos mejor — dijo con una sonrisa.

— Citas,  pero yo todavía no he aceptado — dije haciendo una mueca.

— Pues,  aún así me debes una plática sobre ti y mi padre—  dijo con una media sonrisa.

— Había olvidado eso — dije fingiendo no recordarlo aunque si lo recordara,  sería raro decirle que en algún momento me gustó su padre.

— Ajá, como si yo crecerá eso — dijo mirándome fijamente.

— Pues, bien luego podemos hablar sobre eso — dije mirando el suelo.

<< — ¡Ahhmm! ¡Tony! — un gemido de placer salió de mi boca.

— Pide por más, linda esta noche no dormiras — dijo agitado con gotas de sudor en su frente. >>

— ______, ¿por qué te pusiste roja? — dijo sentándose a mi lado.

— Recordé algo... — dije con una sonrisa nerviosa.

— ¿Qué recordaste? — dijo pícaro.

— Es algo que pasó antes de que tú nacieras— dije sonrojada.

— Y exactamente, ¿qué recordaste? — dijo incrédulo.

— Pues... — dije tratando de recordar algo vergonzoso de mi pasado.

— La vez que le robé unas flechas a Eros, mi hermano y le dispare a Marilyn Monroe y quedó enamorada del presidente Kennedy... — dije sonrojada.

— Valla entonces los rumores eran ciertos — dijo pensativo.

— Sí, por ello Eros fue de chismoso con Apolo mi padre y él me castigo dejándome con el abuelo Hades — dije con media sonrisa.

— Jajajaja, sería genial ver que tienen esas flechas para recrearlas, serían grandes armas en la guerra — dije ingenioso.

— Sí, por cierto, ¿sabes dónde está mi ropa? Hace rato quize vestirme y no la encontre — dije sonrojada.

— No estoy seguro, creo que se quedó en la bolsa de la tienda — dijo abriendo la bolsa negra con letras doradas.

— ¡Ahí está! — dije dando un saltito de alegría.

— Toma — dijo alentándola,  la tomé y me la pusé,  era un pantalón gris y con una playera.

(...)

— Entonces, ¿ya nos vamos? — dije terminando mi desayuno.

— Claro y de camino me puedes hablar sobre mi padre durante la guerra — dijo sonriendo.

— Noup, eso lo hablaremos en una "cita" recuerdas — dije haciendo las comillas con mis dedos.

— Pero, podemos hablar de camino a Manhattan — dijo haciendo puchero.

— Noup, lo siento — dije sonriendo.

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GRACIAS por leer:)


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