Claumilia & Lechu ~ One Shots.

Un estúpido beso ~ Lechu/Claumilia

Luego de ese beso todo se volvería un enredo, y ambos lo sabían.

—¿Qué...?— preguntó Emilia una vez que León se alejó de su boca. Todo había sido muy repentino, tanto que aún no acababa de asimilarlo.

—Perdón— contestó él rapidamente— Discúlpame por favor, Emilia. Es que...

—¡Bravo!— interrumpió una voz a lo lejos. Ambos voltearon para encontrar a Machu abriendo y juntando sus palmas en un aplauso— Que hermosa pareja, neta. Los felicito, ¿Se ven lindos juntos no?— preguntó a unas chicas que pasaban por el pasillo.

Estaba enojada, de eso no había duda. León sabía perfectamente que ella odiaba las mentiras.

—No, Machu— se apresuró en explicar Emilia— Esto... esto no es lo que piensas, ¿Bien? Lo que pasó es...

—Mira— lo interrumpió—, no me interesa nada de lo que tengas para decirme. Sé lo que vi y te prometo que de esta no te salvas— acto seguido, se abalanzó contra la chica peliazulada. 

Machu tenía solo un objetivo: hacerle daño. No estaba pensando correctamente, estaba ardiendo en ira y celos, y solo deseaba golpearla con todas sus fuerzas. Sin embargo, él, haciendo honor a su actitud de "chico bueno", le tomó las muñecas evitando que pudiera moverse.

—Machu— dijo León mirándola a los ojos, en un intento por tranquilizarla. Esta no había dejado de forcejear para soltarse de su agarre— Oye, tranquila.

—Suéltame León. No me toques— respondió aún intentando zafarse, y con su fuerza lo habría logrado, de no ser por esa mirada. Esa mirada que la volvía loca y que la hacía derretir de amor. Esa mirada que lo había cambiado todo. Así que, de un momento a otro, su rabia se convirtió en tristeza— León yo pensé... pensé...— dijo en voz baja, ya más calmada, y más para ella misma que para él— pensé que eras diferente.

Luego de esa confesión y sin esperar alguna respuesta, Machu se marchó corriendo de allí.

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Como pudo, logró llegar a su habitación. Agradeció que estuviera vacía, no tenía ánimo para explicarle a las demás la razón de su llanto.

Se acostó en el sofá y luchó por borrar todo de su mente "¿Cómo fui tan tonta?" Se preguntaba "Son hombres, Machu. Los hombres son así y lo sabes ¿Por qué él iba a ser diferente?".

De pronto, un toque en la puerta la hizo volver en sí.

—Pase— habló arreglándose un poco, debía disimular su pena.

—Permiso— dijo un acento argentino entrando al cuarto— ¿Qué onda Machu? ¿Y las chicas?

—No lo sé, ni me importa.

—Uh, pero qué carácter ¿Pasó algo?

—Mira, Claudio, si estás buscando a Tony aquí no está, así que mejor lárgate.

—Pará. Primero que todo, no estaba buscando a Tony, estaba buscando a Emilia. Y segundo...

—Ah no— lo interrumpió indignada. No quería escuchar nada que tuviese que ver con ese nombre—. Ni se te ocurra hablarme de ella. Es más, ni siquiera la nombres en mi presencia ¿Va?