Me senté en el sofá. León hizo lo mismo y se sentó a mi lado. Sabía que este momento iba a llegar, pero no sabía que llegaría tan pronto.
-Mira, yo iba a decírtelo. Te juro que lo iba a hacer-dije.
No podía adivinar lo que León estaba pensando. Su mirada expresaba enfado, de eso estaba segura. Pero había algo más que no podía distinguir.
-¿Cuándo pasó?- preguntó.
-Hace dos o tres días. En la fiesta que hicimos.
León movió la cabeza. Recto y casi inexpresivo. -¿Te besó él o...?
-Yo empecé el beso- confesé. Pude notar cierto dolor en la mirada de León- Escucha, yo estaba muy borracha. Y-y tú estabas con Keiko. No estaba pensando claro y la pena, la rabia, los celos se apoderaron de mí. Yo nunca quise besarlo.
-Pero lo hiciste. Y no pensaste en cuánto me dañabas a mí al hacerlo.
-No seas cínico, León. Tú estabas con Keiko, ¡Todo el maldito día! ¿Tienes una idea de cómo me sentía yo?- dije a la defensiva.
-Yo jamás besé a Keiko. Yo jamás te engañé, Machu.
-Ah, ¿No? ¿Y el beso con Emilia qué fue? Porque ahí también estábamos juntos, ¿Acaso eso no fue un engaño?
-No es lo mismo.
-¡Es exactamente lo mismo! No, ¿Sabes qué? Tienes razón, no es lo mismo. No es lo mismo porque tú estabas consciente aquel día, yo estaba borracha.
-No es lo mismo porque yo lo hice para ayudarte, tú lo hiciste para hacerme daño.
-¡Perdón! ¿Okay? ¡Perdón! Lo hice, sí. Besé a Claudio. Ya está. Listo, te estoy pidiendo perdón. Así como tú me lo pediste muchas veces, ahora es mi turno. Perdóname, León.
Un silencio reinó en la habitación. No me di cuenta en qué momento me había puesto de pie. Me dí la vuelta y llevé mis manos al rostro. Estaba exasperada. Todo se estaba desmoronando. El fin de mi relación con León se estaba acercando.
Sentí cómo me sostenían del brazo, con tal fuerza, que lograron hacerme voltear. Y cuando por fin tuve consciencia, caí en que León me había besado. Me estaba besando. Me besó así como hace tiempo no hacía.
-No soportaré verte besando a otro de nuevo- dijo cuando se separó de mí- Tu boca es solo mía, Machu.
Volvió a besarme y vaya que me gustó. Lo rodeé con mis brazos para profundizar el beso. Quería quedarme así para siempre. Y ahora sabía que era posible.
-¿Entonces no te besaste con Machu el día de la fiesta?
-Primero que todo, ella fue la que se me lanzó. Y segundo, yo me alejé. La aparté en seguida. Además, te lo iba a decir- expliqué.
-¿Neta? ¿Ibas a decírmelo? No seas mentiroso, Claudio. Si yo no veía ese video tú jamás ibas a siquiera mencionármelo- dijo Emilia. Me dí cuenta de la rabia que tenía.
-Sí lo iba a hacer, pero no encontraba la forma, ni el momento...- me interrumpí. Emilia comenzó a irse- Pará. Emi, no te vayas- la llamé.
-No quiero más problemas, Claudio. Tengo suficientes como para estar lidiando con esto- dijo casi saliendo por la puerta.
-¿Con "esto"? Se llama tener una relación. Y al parecer yo soy el único que hace algo por mantenerla.
Emilia volteó y se me acercó. Juro que sus ojos irradiaban fuego. -Hace dos semanas tú ni siquiera me dirijías la palabra. ¿Y ahora te crees con el derecho de decir eso? Admite de una vez que te equivocaste.
-Sí, bueno. Me equivoqué. Pero tampoco es para tanto- dije.
-¿No es para tanto? Okay. Entonces si yo te dijera que León me besó el otro día, no importaría ¿No?
Más vale, por la seguridad de León, que eso sea falso.
-¿Vos y León se besaron?
-Agh, no. Claudio, solo te pido que me entiendas. Te besaste con Machu. La boca de mi novio tocó la boca de una chica que no soy yo. Es normal que esté enojada- dijo Emilia.
-Okay, perdón. Tenés razón ¿Bien? No quise besar a Machu, pero pasó y debí contarte. Es solo que... no quería lastimarte, otra vez- confesé - Porque siempre te lastimo, Emi. Y no quería volver a hacerlo.
-Claudio, no es necesario que me protejas. Nadie es perfecto y yo entiendo que a veces cometas errores. Pero la idea es solucionarlos juntos. Como pareja- dijo Emilia sonriendo muy tiernamente.
-Eso quiere decir que... ¿Estamos bien?- pregunté temiendo la respuesta.
Entonces Emilia me besó. Y cómo amaba sus besos. Sentía que cada vez que nos besabamos, todo desaparecía. Los problemas, los líos, todo. Solo éramos ella y yo.
-Buena respuesta- dije cuando nos separamos.
Emilia me abrazó fuertemente. -Júrame que jamás volveremos a tener esta pelea- dijo.
Yo no tenía mucho que pensar. -Te lo juro.
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Hello!! Disculpen la tardanza, pero bueno, como dice el dicho, mejor tarde que nunca jajaj.
Ya en serio, les deseo unas muy bonitas fiestas. Ojalá se arregle rápido esto de Lechu, Claumilia y Clachu. Y nada, espero les haya gustado esta historia. Pronto se vienen más.
