Los tres continuaban estando de pie en medio de la casa Meyer-Ruiz.
—¿Qué chingados hacías ahí?— interrogó León a su mejor amiga.
—En mi defensa, tú no tenías por qué haber estado.
—Era mi habitación, Emilia— dijo él—. Pude haber estado incluso antes de que tú aparecieses.
—¡Tiempo, tiempo!— exclamó Claudio— Entonces, ¿Vos y León se besaron la noche de la fiesta? ¿La misma noche en que yo me besé con Machu?
—¡Dios! ¿Puedes dejar de repetir eso?— pidió el mexicano.
—Flaco, me acabo de enterar de que besaste a mi esposa, ahora no me pidas que me calle.
—Tu esposa fue la que empezó.
—¡Hey!— exclamó Emilia— Yo no empecé nada. Bueno, sí, pero no sabía que eras tú, León.
—¿Y a quién pretendías besar esa noche si se puede saber?— preguntó Claudio acercándose intimidantemente hacia la mexicana.
—A ti, idiota— contestó ella—. Era tu habitación y ese día yo había decidido ir a buscarte para solucionar las cosas. Está de más decir que no estabas, así que me había resignado a irme, pero ahí fue cuando se cortó la luz y choqué con alguien. Como supondrás, pensé que ese eras tú, y ya que nuestros labios se habían juntado, decidí aprovecharme de la oscuridad.
—Y de mí— irrumpió León.
Emilia volteó a mirar al chico. —No sabía que eras tú, o sino te juro que ni siquiera me hubiese acercado. Había visto a Machu entrar a la universidad esa noche, me imagino el escándalo que se habría armado si se enteraba... Aunque bueno, al parecer ya tenía a alguien que la distrajera.
—¿Lo decís por mí? Dale, amor, si yo ni siquiera quería besarla. Solo lo hice porque era la ex de este tarado— dijo Claudio mientras apuntaba a su amigo.
—Pues este tarado besó a tu esposa... y dos veces, ¿Cómo la ves?— se burló León recordando la vez en que estudiaron en Like y él le había robado un beso a Emilia.
Una vez olvidado el tema, la pareja invitó a León a cenar en su casa, tal y como siempre hacían. Pidieron una pizza y comenzaron a charlar de la vida.
Cuando de pronto, el celular del invitado sonó. León observaba la pantalla y no podía creerlo.
—¿Quién es?— consultó Emilia al notar la expresión de su amigo.
—Es una llamada de Machu.
—¿Neta?
—Contestá rápido, boludo.
—Sí, sí, ya va. P-pero, ¿Qué le digo?
—Que la amas— dijeron Claudio y Emilia al mismo tiempo.
León solo asintió y se fue a la cocina para contestar.
—¿Crees que vuelvan?— preguntó Emilia a su esposo.
—Creo que esos dos están destinados a estar juntos. Y aunque terminen un millón de veces, y regresen un millón de veces, siempre van a estar para el otro cuando se necesiten— contestó él.
—¿Usted siempre es así de romántico, Señor Meyer?
—Siempre no, solo cuando estoy con mi esposa.
Emilia rió. —Te amo.
—Yo te amo a vos— dijo Claudio y ambos se besaron.
León mientras tanto, sonreía junto al teléfono como alguien que cualquiera podría llamar, enamorado.
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Holaa!! Feliz final para todos jajaja.
Bueno, les juro que amé escribir esta historia. Es, sin duda, una de mis favoritas. Y como ya se habrán dado cuenta, hice la adaptación de un capítulo de la serie "Friends".
Espero que no se hayan perdido entre tanto enredo y la disfrutaran tanto como yo disfruté escribiéndola. Así que espero con ansias sus comentarios—que leeré mientras tomo sol en la playa ahre— y nos leemos pronto.
Se despide, Tamii.
Pd: El capítulo de "Friends" en el que me basé se llama en español "El stripper que llora", por si quieren verlo jajaj.
