Malentendido ~ Claumilia/Lechu

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1.- Interrogatorio de Claudio:

El detective entró y cerró la puerta detrás de él. Se paró justo en frente del acusado, lo miró seriamente y comenzó a hablar.

—Debe contestar honestamente todas las preguntas que le haré, ¿De acuerdo?— dijo.

El acusado solo asintió con la cabeza.

—Cualquier cosa que diga puede ser usada en su contra, ¿Entiende eso?— volvió a decir el inspector.

—Sí, lo entiendo— contestó el joven algo nervioso.

—Bien. Entonces comience por decirme su nombre.

—Me llamo Claudio— contestó—, Claudio Meyer.

—Meyer, ¿Eh?— reflexionó el inspector mientras se sentaba en la silla que estaba frente a la mesa— Es un famoso apellido, imagino que debes tener mucho dinero.

—¿Qué tiene que ver el dinero con todo este asunto?— preguntó Claudio algo irritado, por la situación, por la pregunta, por todo.

—Mucho. Para ser honesto me da mucha curiosidad saber qué hacía un chico millonario como tú asaltando a una anciana, a altas horas de la noche, ayudado de otros tres jóvenes, y creo que a un juez le daría mucha más curiosidad.

Claudio, frustrado de escuchar la misma historia una y otra vez, acomodó su cabello y se dispuso a hablar.
—Eso no fue lo que pasó— comenzó explicando—. Si me deja contarle cómo fueron las cosas se dará cuenta de que está cometiendo un error al tenerme aquí esposado.

El inspector rio casi imperceptiblemente.
—Todos dicen lo mismo, Meyer. Que cometimos un error, que son inocentes, que estamos juzgándolos erróneamente, y muchas cosas más. Pero déjame decirte que ninguno de los que ha dicho eso ha sido honesto.

—Pues yo sí estoy siendo honesto— afirmó Claudio—. Y como estudiante de tercer año en leyes, creo que tengo derecho a demostrarlo, Señor Soto— dijo leyendo la identificación que el inspector tenía colgando de su cuello.

—Veo que eres un joven muy decidido— elogió Soto, luego pensó unos segundos y decidió que ya era tiempo de dejar de jugar al policía malo—. Adelante, chico, te escucho.

2.- Interrogatorio de Machu:

—Esto es una injusticia ¿Sabe? Ya verá, voy a llamar a mi abogado y él lo hará quedar como un tonto en el estrado, se lo aseguro— exclamó desafiante María Asunción, quien estaba sentada frente a la mesa con unas esposas en sus muñecas.

—Mire, señorita, yo solo estoy haciendo mi trabajo. Usted es sospechosa de haber cometido un delito y es por eso que está aquí en el interrogatorio. Además, le aseguro que un abogado no le será de mucha ayuda en esta etapa— dijo el inspector que estaba sentado al otro lado de la mesa.

—¡No sé cuántas veces tengo que decirle que yo no hice nada! Todo es un estúpido malentendido. Agh, esto me pasa por querer ayudar a las personas.

—¿Asaltar a una anciana indefensa a altas horas de la noche es ayudar a las personas?— preguntó irónico el inspector.

Machu lo miró sin ninguna gracia.
—Disculpe, pero yo no tengo intenciones de hablar con alguien que ni siquiera conozco ni he visto en mi vida. Y menos tengo pensado responder sus preguntas sin sentido— expresó.

—¡Ah! Pero si ese es el problema no pasa nada, lo arreglaremos de inmediato— habló el inspector—. Mi nombre es Fabián Soto, soy inspector de policía y si hay algo que detesto más que las mentiras, es la poca cooperación. Porque bueno, a veces los acusados son un poco idiotas y no son capaces de entender que si no responden mis preguntas se irán a la cárcel. ¿Ahora sí podemos comenzar?

Claumilia & Lechu ~ One Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora