Impulsos ~ Lechu/Claumilia

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Emilia odiaba los trabajos en parejas. Siempre le habían gustado, pero luego de lo que pasó con Claudio y su "Estoy enamorado de Tony" ya no se sentía de la misma forma.

Lo bueno era que el trabajo esta vez lo haría con León ¿Por qué él no lo haría con Machu?, Pues porque habían terminado.

Su mejor amigo estaba destrozado, a pesar de que ella le daba ánimos diciéndole que había hecho lo correcto. Porque si bien es cierto que en un principio se había molestado por besarla sin su consentimiento, había entendido que lo hizo para protejer a Machu.

Y su plan dio resultado: ella terminó con él sin enterarse de nada que tuviese que ver con drogas.

Drogas...

Claudio vino a su mente sin poder evitarlo. Hace un tiempo no pudo viajar por una sobredosis, y había estado actuando muy extraño desde entonces. Emilia estaba segura de que continuaba tomando esas pastillas. Y se sentía muy inútil por no poder hacer nada al respecto.

-¿Puedes bajar de tu nube para comenzar el trabajo?- dijo León llamando su atención.

-Si, perdón. Estaba...

-Pensando en Claudio, lo sé. No parabas de mirarlo con una cara de "Te amo, por favor bésame".

Emilia golpeó su hombro.

-No seas tonto- le dijo- ¿Sabes qué? Comenzemos de una vez porque detesto estas cosas y mientras más rápido terminemos, mejor.

Dicho y hecho, comenzaron a trabajar. Aunque era difícil concentrarse para los dos, sobre todo cuando Machu y Claudio no paraban de reír y bromear justo en frente de ellos. Podía sentir los celos brotar de su interior, y cuando volteaba notaba a León en la misma situación que ella.

Emilia sabía que todo era un plan de Machu. Usar a Claudio, el chico que le gustaba, para vengarse de ella, y al mismo tiempo sacarle celos a León. Y odiaba que estuviese logrando su cometido.

-¿Te parece ir a otro lado?- preguntó a su amigo cuando notó que estaba a punto de romper su lapiz.

-¿Estás loca?, no pienso perderlos de vista- contestó- Y estoy seguro de que tú tampoco quieres dejarlos solos.

Tenía razón. Ella no quería dejarlos a solas sabiendo las intenciones de Machu, y por esa misma razón era que tampoco quería quedarse y ver quizá qué cosa.

-León, neta no vamos a sacar nada quedándonos aquí- dijo poniéndose de pie- ¿Me sigues o qué?

Y luego de pensarsela unos segundos, decidió seguirla. Porque no valía la pena quedarse allí.

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Iba caminando por el pasillo cuando escuchó un fuerte golpe desde una habitación. Y para su pesar, era una habitación que conocía muy bien.

-¿Claudio?- preguntó una vez estuvo dentro- Ay, no puede ser.

Se encontró con el chico de rodillas frente a la cama, intentando levantarse. Había un frasquito de píldoras en el suelo. Seguramente se había caído por un leve desmayo, pero se veía que ya estaba consciente.

-¿Tú nunca aprenderás no? Ven aquí, levántate- dijo Emilia tomandolo por la espalda para ayudarlo a sentarse en el colchón- ¿Estás bien?

-Sí, tranquila. Solo estoy algo cansado.

-No me vengas a decir que esto es por cansancio, Claudio. Sabes perfectamente lo que pasa si tomas esas pastillas.

-Lo sé, Emi. Pero...no lo puedo evitar ¿Bien?- dijo el chico tomándose la cabeza- Es difícil dejar esto, yo... No puedo...

-Sí que puedes- lo interrumpió- Escucha, yo sé que esto es difícil, y entiendo todo lo que te debe costar, pero confío en tí. Eres el chico más fuerte que conozco. Y, aunque pienses que estás solo, no lo estás. Tienes a Tony, a tus papás, y me tienes a mí. Yo siempre voy a estar aquí, Claudio. No pienso dejarte solo, jamás.

No le costaba para nada decir esas cosas, porque eran ciertas. Emilia estaba enamorada de Claudio, y era algo que aunque quisiera no podía evitar. Odiaba verlo así, sufriendo, drogándose. Ansiaba ayudarlo, aunque fuese solo como amiga.

Claudio levantó la vista y clavó sus ojos en ella. ¿Cómo podía ser tan amable luego de todo lo que había pasado? Jamás había conocido a nadie  tan buena. Ella siempre estuvo para él y siempre iba a estar, y eso le gustaba. No supo por qué, pero tenía unas inmensas ganas de besarla. Así que sin poder resistirse, lo hizo. Siguió su impulso, y la besó.

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Ambos chocaron en ese lugar, su lugar. El sitio en el que se habían confesado sus sentimientos hace lo que parecía una eternidad. Donde, ayudados por Abel, pudieron por fin estar juntos. Y era difícil encontrarse ahí de nuevo, porque ahora la situación era distinta. León y Machu ya no estaban juntos.

-Perdón, yo... No te ví- se disculpó el chico ofreciendo su mano para ayudarla a ponerse de pie.

-Tranquilo- dijo ella tomando su agarre. Y sin darse cuenta habían quedado demasiado cerca. Cara a cara.

-Este... ¿Cómo has estado?- preguntó León algo nervioso por la cercanía, pero sin querer alejarse ni un poco.

-Bien... No, de hecho no he estado muy bien- se corrigió.

-¿Por qué? ¿Pasó algo?

Machu rió antes de responder.

-La neta me parece increíble que me preguntes qué me pasa cuando es más que obvio que sigo mal por tí, León- dijo sin poder guardárselo más.

-Machu...

-No, ¿Sabes qué? No digas nada. Es más, olvida todo lo que dije. Tú estás enamorado de Emilia, y yo prometo no volver a meterme más en el medio.

-Eso no es cierto.

-Deja de negarlo ¿Quieres? Acepta de una maldita vez que te enamoraste de tu mejor amiga mientras salías conmigo, y que ni siquiera tuviste el descaro de terminarme antes de intentar algo con ella- dijo en voz muy alta.

-Yo no estoy enamorado de Emilia ¿Si? No fue por eso que la besé- se defendió, y de pronto llegó a su mente lo que había visto antes- Además, no creo que seas la persona adecuada para darme sermones de amor entre amigos. Te ví con Claudio hoy temprano.

-¿Trabajando? Por supuesto que sí, quiero aprobar León.

- Sabes muy bien a qué me refiero- dijo indignado- Risas por aquí, risas por acá.

-No seas hipócrita para venir a hacerme escenitas de celos. Muy bien que me engañabas con la chola esa cuando eramos novios.

-¡Yo nunca te engañé, Machu! Si me besé con ella fue porque quería protejerte.

-¿Protejerme? ¡De qué demonios hablas!

No supo si fue un impulso, o que ya no soportaba seguir guardando tan enorme secreto, pero lo que dijo fue:

-¡Mi papá trafica drogas y la policía lo está buscando! Si sigues conmigo correrás peligro ¿Entiendes?

Machu no sabía cómo reaccionar.

Continuará...

Claumilia & Lechu ~ One Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora