-Hey chicos, ¿cómo están? -salude.
-Hola Ringo, bien -respondió Paul. Por un momento había olvidado que John estaba un poco molesto.
-¿Podemos hablar? -inquirí-. Son cosas de la banda -mencione de inmediato.
-Claro.
Caminamos para alejarnos un poco, sus novias se fueron con Samantha. Nos ubicamos en un pasillo, ellos me veían raro, en cuanto nos detuvimos comenzaron a interrogarme.
-¿Y qué pasa Ringo, por qué tanto misterio? -inquirió Paul, John se cruzó de brazos.
-Bien. ¿Recuerdan al primer baterista, Pete? -pregunte.
-Sí -susurro John.
-¿Qué pasa con él? -cuestionó Paul.
-Está aquí.
-¿Aquí? ¿En dónde? -mencionó irónico John.
-En la sala.
-¿Y cómo llego hasta aquí? -cuestionó de nuevo Paul.
-No me lo van a creer pero es un viejo amigo de la infancia de Samantha y Kery -explique.
-¿En serio? -pregunto sorprendido John, yo asintí.
-Creí que no volveríamos a verlo nunca.
-También yo -aseguré-. Pero eso no es lo peor.
-¿Entonces, qué? -dijo Paul.
-Me amenazó.
-¿Qué, con qué? -quiso saber John.
-Pues según él, dice que yo le robe a su banda, o sea ustedes. Y que ahora él me robará a Samantha, para que sienta lo que él sintió.
-¿Pero qué jodidos? -dijo furioso John.
-¡Espera! -interrumpió Paul-. Pero, ¿por qué te molestaría con Samantha? A ti ni siquiera te interesa, ¿o sí? -me miro fijamente, creo que era momento de hablar.
-Amm... creo que sí, un poco.
-¡Eres un jodido mentiroso, Richard! -exclamo divertido John.
-Malditos, nunca les puedo bromear -me queje.
-De acuerdo, ya entendí -mencionó Paul-. No te preocupes, ese Pete, no te arruinará la vida con Samantha, te ayudaremos, ¿cierto John? -le dio un pequeño codazo.
-Por supuesto -sonrió.
-Gracias amigos.
Caminamos hasta la sala, Samantha presentó a Pete con los chicos... John no podía evitar verlo mal, pero también guardaba sus ganas de golpearlo. La velada continuaba y gracias a Dios no éramos los únicos ahí, llegaban cantidad y cantidad de personas que no conociamos pero que eran muy amigos de Kery y Sam.
En algún punto de la noche, Samantha había desaparecido de mi vista. Entonces comencé a buscarla, era momento de decirle todo lo que sentía por ella, aunque me rechazará, no importa. Comencé a buscarla por toda la casa y no daba con ella, hasta que se me ocurrió salir a la pequeña terraza que tenían ahí, estaba dandole la espalda a la casa miradando a la nada.
Admito que mi pulso aumento y me puse más nervioso de lo normal, pero era ahora o nunca.
-Hey, ¿por qué te escondes? -mencioné y ella dio un salto.
-¿Acaso quieres matarme? -volteó a verme de inmediato, con una de sus manos tomo su pecho. No pude evitar reír-. No es gracioso, ¿de acuerdo?
-Lo siento, lo siento -paré mi risa-. Lo siento, en serio. Te estaba buscando... -mencione con un poco de dificuldad.
-¿Y para qué? -inquirió.
-Necesito hablar contigo -dije serio.
-Me asusta tu seriedad -reímos-. Vamos a sentarnos -invito.
Caminamos hasta una pequeña banca que tenían ahí. Nos quedamos en completo silencio, contemplado un poco el cielo y después de unos minutos ella reaccionó, comenzó a cuestionarme, mientras tomaba valor comencé a contarle cosas sin importancia. Y volvimos a quedarnos callados, respiré profundo.
-¿En qué piensas? -pregunto tiernamente mientras me miraba.
-En muchas cosas -susurré.
-¿Puedo saber? -asentí y ella se acomodo en su lugar para prestar mejor atención.
-Bien -aclaré mi garganta-. Ahora si voy a decirte la verdadera razón por la cual te buscaba.
-¿O sea que todo lo que dijiste fue para perder el tiempo? -pregunto sorprendida.
-Algo así -me encogí de hombros ella rió.
-¿Entonces...? Te escucho.
-Sé que tal vez te sorprenda mucho más, pero no puedo callarlo más y necesito que lo sepas por mí, no por nadie más.
-Comienzas a preocuparme -mencionó.
-Tranquila, es que no es muy fácil de decir.
-De acuerdo, respira y cuando estés listo lo sueltas...
-Sí -podía escuchar los latidos fuertes y claros de mi corazón, repiré profundo y lo solté-. Laverdadesquemegustasmucho.
Ella abrió los ojos como platos, no sabía si su reacción era buena o mala, me miro fijamente. Creí que en cualquier momento iba a matarme.
-Pero... ¿qué has dicho? -pregunto atonita.
-Qué me gustas -me miró justamente de la misma manera y comenzó a reír, solo la observe.
-¿Estás hablando en serio? -pregunto después de unos minutos que calmó su risa.
-Completamente. Jamás había hablado más en serio que hoy.
Se quedo callada y su silencio me estaba matando, ¿sentía lo mismo por mí? ¿O solo me había hecho ilusiones tontas?
-Ringo... yo...
Justo cuando iba a decirme su respuesta, Kery y George llegaron a interrumpir.
----------------------------------
Continuará piiiii jajajaja, muchísimas gracias por darse el tiempo de leer y por sus comentarios. Lamento que a veces no les puedo contestar, pero si las leo. ¿Qué creen que responda Sam después de que Kery y George vuelvan a dejarlos solos? Mil gracias por tanto, las adoro.
Saludos:*
ESTÁS LEYENDO
El chico de los Libros «Ringo Starr». | The Beatles
FanfictionA veces el amor puede llegar de la mano de un libro. Todos los derechos reservados© 2O15.