El Corazón en Boxes II

El que vive de ilusiones...

...muere de realidades.

Tras la clasificación del sábado fui de nuevo a buscar a Jorge a su escudería. Aún me debía una explicación sobre la pelea que tuvo con Fer. Estaba claro que me estaba evitando desde el viernes. No quería dar la cara. Pero no se iba a librar de mí tan fácil.

Lo quiero, es mi amigo y mi mayor apoyo, pero me dolió en el alma ver como había dejado a Fer. Me merecía mínimo una explicación por su parte de lo ocurrido.

Al llegar a Force India vi a Nico saliendo junto a su jefe de prensa.

- ¿Y Jorge? - dije sin pensármelo.

- Hola Diana.

- Hola, ¿y Jorge?

- Ha salido hace un rato, creo que le oí decir que iba a buscarte.

- ¿A mí? ¡Será mentiroso! - dije para su asombro - Bueno, quizá es verdad - rectifiqué después de pensarlo mejor - Estaba con Silvia en la sala de prensa, lo mismo no me ha encontrado. Dile, cuando lo veas, que lo estoy buscando y que deje de huir de mí. ¿Vale?

- Vale - sonrió revolviéndome el pelo como si fuera un cachorrito. ¡Qué culpa tengo que yo que me saque veinte centímetros! ¡O más!

Me di media vuelta y caminé hacia McLaren. A ver si tenía suerte y me lo cruzaba por el camino. Como no dí con él, eché un vistazo en la cafetería, donde tampoco estaba, por lo que me dispuse a subir las escaleras hasta la habitación de los pilotos. Tenía cosas que hacer y no quería perder más tiempo. Ya me lo echaría a la cara.

Iba abrir la habitación de Fer, pero escuché susurros en su interior. Miré hacia los lados y como no había nadie puse la oreja en la puerta.

- ¿Crees que funcionará? - preguntaba Fer.

- Tiene que funcionar. - respondió Jorge. ¡¿Jorge?! ¿Qué hacía con Fer después de la pelea? Puse la mano en el pomo de la puerta para abrirla y así evitar otra discusión entre ellos, pero de repente Fer habló de nuevo.

- Entonces la invito a un fin de semana fuera, ¿no?

- Sí, pero no le digas a donde hasta última hora. Todo tiene que ser una sorpresa, de esa forma la pillamos desprevenida.

- El calendario está apretado, queda poco para finalizar la temporada. Pero intentaré sacar un hueco.

- Tienes que hacerlo, es la única forma de que mi plan se lleve a cabo.

- Jorge, tiene que salir bien. No creo que tengamos mas oportunidades.

- Confía en mí. Todo va a salir genial. Tu solo haz lo que te digo que yo me encargo del resto.

"¿Qué traman estos dos? ¿Un fin de semana fuera? ¿Una sorpresa?" Me preguntaba mientras trataba de seguir escuchando. Se me ocurrió que seguramente Jorge estaría ayudando a Fer a preparar una escapada romántica para nuestra reconciliación, como hicieron en Mónaco el año pasado. Él me dijo que tenía un problema y que iba a tratar de solucionarlo, para poder luchar por lo nuestro. ¿Lo habrá solucionado ya? ¿Tan pronto?

- No quiero perderla de nuevo Jorge. Estoy en tus manos.

- Lo sé. Y no la vas a perder. - hubo un silencio entre los dos - Mi amigo me ha dicho que tiene que ser un lugar de difícil acceso. Un sitio donde no sea fácil llegar. De esta forma, la pondremos en un gran aprieto.

"¿Un lugar de difícil acceso? Será para que no me escape." Pensé tratando de buscar la lógica a la conversación que estaba espiando. Intención de escaparme no tendría, realmente. Me hacía ilusión pasar unos días con Fer. Quizá de esa forma pudiéramos hablar y tratar de arreglar lo nuestro. Los dos solos. Sin presiones. Tranquilos. Como cuando estuvimos en Dubai.