El Corazón en Boxes II

Tema zanjado... por ahora

Un rayito de luz que entraba por la ventana iluminó casi toda la habitación. El sol se despertaba con fuerza en Jerez.

Hacía tiempo que no dormía tan bien. Relajada, sin despertarme, sin pesadillas... Y todo gracias a Seb. Con él me sentía muy segura. Él me cuidaba y me protegía. Y su promesa me hacía sentir bien. Sé que él la cumpliría.

Me abrazaba por la espalda, su cabeza reposaba en mi hombro y con su pierna sujetaba las mías. Parecía que estaba intentando que no escapara. Me moví un poco para ver si reaccionaba, pero nada... Me daba lástima despertarlo, porque dormía plácidamente, así que aguanté un poco más en esa posición. Miré mi móvil que estaba en la mesita y apenas eran las ocho y cuarto de la mañana, así que podía permitirme estar en la cama un ratito más.

Y tan a gusto estaba, que cerré los ojos y me dormí de nuevo. Al despertarme, aún había más luz. Ya eran las nueve y media. Tenía hambre y además ganas de hacer pis. Pero el pollo seguía acorralándome.

Me moví un poco y ésta vez, él también se movió, soltando mis piernas, aunque se quejó al hacerlo.

- Buenos días Seb... - le susurré.

- Mmmmmm... - imagino que eso, traducido a su idioma de pollo, significaría buenos días.

- Seb...

- Mmmmm...

- Dime que "éso" que estoy notando en mi espalda, es tu móvil que lo tienes en el bolsillo del pantalón del pijama...

- No... - se rió - No es mi móvil, pero vibra también. ¿Quieres probarlo?

- No seas cochino, por favor.

- ¿Quieres probarlo o no? - dijo mientras me mordía el hombro.

- Déjame que al menos me levante para hacer pis...

- No - dijo apretando aún más fuerte mi cintura - no quiero que te vayas.

- No seas malo, por favor, que no puedo más...

- Bueno, vale - dijo soltándome - aquí te espero. No tardes, que el móvil tiene poca cobertura y hay que aprovecharse.

- Estás loco - le dije golpeándole con la almohada.

Me levanté para ir al servicio, hice pis, me arreglé un poco el pelo y me lavé los dientes. Me bajé un tirante en plan sexi para animar un poco la situación (aunque por parte de Seb ya estaba más que animada) y cuando salí me lo encontré hecho un loco, blasfemando y vistiéndose a toda prisa.

- ¿Qué te ocurre?

- ¡¡Que son las nueve y media!! Hace media hora que tendría que haber estado en el circuito.

- ¿Pero hoy no es el turno de Kimi?

- ¡No! Sale mi coche de nuevo... ¡Joder! - dijo dando saltos mientras se agarraba la pierna, se había dado un golpe en el pie con la mesita de noche.

Le ayudé a vestirse y guardé todas sus cosas en la mochila.

- ¡Menuda bronca me espera!

- Lo siento mucho Seb...

- No es culpa tuya - dijo poniéndose la gorra antes de salir de la habitación - estaba demasiado a gusto contigo.

- Bueno, esta noche terminamos lo que íbamos a empezar.

- Me parece que no, porque me voy al aeropuerto una vez termine en el circuito.

- Jo... - hice un puchero. Últimamente no me salen las cosas como las planeo.