Capítulo 11

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Disclaimer: Esta es la traducción del historia con el mismo nombre, cuya trama, ideas y desarrollo pertenecen a Mrs Scorpius Malfoy, quien muy amablemente me ha permitido compartir. Los personajes mencionados pertenecen a Masashi Kishimoto, y en esta historia se presentan sin ningún fin de lucro. Está prohibido postear esta traducción/trabajo. Yo, Aricat, no tomo el crédito de esta historia.

Mucho antes

El castillo de su padre es magnífico. Sus techos son tan altos que sus ojos no pueden identificar donde terminan. Indra recuerda sus primeros años de entrenamiento ninshū; uno debe mirar el entorno sin mover una sola extremidad, uno debe contemplar el entorno sin que un tercero lo note. Incluso con su Sharingan, Indra debe analizar todo. Y así, Indra aprende cada rincón del castillo de Hime-sama sin que ella tenga que mostrarle cada habitación.

Su nombre es Kono-hana Sakuya-hime, sí, pero Indra todavía se siente inclinado a llamarle princesa. Es un recordatorio de cuan increíble ella es.

El castillo difiere de la arquitectura a la que está acostumbrado. En esta parte del mundo, tan lejos de su padre y Asura, Indra encuentra simplicidad en la gente que vive entre las montañas y el mar. Situado en lo alto de la montaña más alta, el castillo es el despliegue físico del poder que la familia de Hime-sama posee en esta tierra. Su padre gobierna como un dios, un recordatorio lejano del propio padre de Indra.

Al igual que su hija, el dios de la montaña, Ohoyamatsumi, le recibe con los brazos abiertos.

—Vienes de tierras lejanas —comenta. Su voz lleva un eco resonante a través de su sala de estar con sus techos altos. Él es grande como una montaña, con rasgos imponentes.

—Sí.

Indra se arrodilla frente al hombre sentado en el trono. Así es como se hace en su país. Sin embargo, cuando ve que Hime-sama se inclina, con la frente tocando el suelo, sigue su ejemplo. Esta tierra lejana tiene diferentes costumbres, parece.

—Tu ropa es del oeste —el padre de Hime-sama tiene razón—, ¿Qué te trae a esta tierra?

La mente de Indra regresa a la última vez que vio a su hermano menor y su padre. Sus expresiones tristes permanecen impresas en su memoria, y las lleva como un equipaje adicional en sus viajes. Sin embargo, actúan como un recordatorio de que él es diferente de ellos, del resto de su clan. Debe luchar por el poder, y al hacerlo, Indra debe explorar el mundo para encontrar la mejor forma de llevar su camino de ninshu.

No muchos saben sobre su plan. Él ha estado viajando por un tiempo, habiendo dejado a Asura cuando sólo tenía catorce años. Ahora, seis años más tarde, después de viajar grandes distancias, se encuentra al final del mundo conocido en un lugar donde las montañas se encuentran con el mar. Su primer encuentro con la hija del dios de la montaña pudo haber sido una coincidencia. Sin embargo, en la vida y creencias de Indra, las coincidencias no ocurren sin una razón.

Y así, se da cuenta de que Hime-sama es una persona que tendrá una gran influencia en su vida.

—Me gustaría explorar todos los rincones del mundo conocido —decide responder.

Ohoyamatsumi asiente con la cabeza bruscamente, dándole una bienvenida completa a su castillo y su tierra. La gente es extremadamente confiada en esta parte del mundo, se da cuenta Indra. Nada igual el suelo desgarrado por la guerra en el que está acostumbrado a vivir.

Aunque no comparte gran parte de su pasado o la forma en que llegó a su tierra, Hime-sama lo recibe con los brazos abiertos y una cálida sonrisa. Ella no tiene miedo de ocultarle la verdad, siempre habla incluso cuando él no está preguntando. Indra sabe poco acerca de etiquetas, pero él puede decir que ella cumple con su papel de hija del dios de la montaña en presencia de delegados importantes, y que descarta sus responsabilidades cuando está fuera de deberes.

King of Gods   |TRADUCCIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora