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Capítulo 2: Aquel día

Fue difícil abrir sus ojos.

Una luz brillante lo cegó y cubrió esa luz con su mano para enfocar su visión. Cuando alcanzó a ver perfectamente, pudo observar que se encontraba en un lugar lejanamente conocido para él. Shidou pudo ver que se encontraba en una cama, pero no era su habitual cama del despertar de su día a día.

No. Eso no es lo que él recordaba, pudo apreciar que estaba en un lugar que hace ya un tiempo bastante extenso que no veía. Cuando se compuso perfectamente, se sentó en su cama, estiró sus brazos y apreció el lugar correctamente. Estaba en una habitación un tanto grande para su vista y estaba adaptada para un niño que que tuviese alrededor de 10 años. Se paró y fue al baño para lavarse la cara, abrió la llave del agua, tomó un poco de agua en sus manos y se la esparció en su cara. Se miró en el espejo y vio a un niño frente a él. Tal vez seguía estando dormido, así que se dio unas palmadas en las mejillas para despertar, se tiró agua en la cara nuevamente, volvió a mirarse en el espejo y el niño seguía ahí.

Sí, no había ningún error, ese niño era él. Era él mismo, a la edad de 11 años.

-Haa... -suspiró- Entonces, no fue un sueño, de verdad morí y volví de nuevo atrás en el tiempo, y parece que también tengo el mismo ojo que Kurumi, no se ve nada mal -dijo Shidou apreciando su ojo izquierdo y notando que su voz volvió a ser a la de esa edad, más aguda- Pero ¿por qué tenía que ser en esta edad precisamente?

-No sé de qué te estas quejando, después de todo, tú me dijiste que querías volver a esta parte de la historia -dijo una voz.

-¡¡¡WUAAA!!! -gritó Shidou

-Shidou ¿Estas bien? -dijo una voz desde afuera del baño.

-¡¿Eh?!... ¡Ah! Es verdad... -se dijo a sí mismo- ¡S-Si, todo está bien, no te preocupes! -respondió Shidou.

-De acuerdo, date prisa y ven a la mesa a comer tu desayuno antes de que lo retire de la mesa - respondió la voz.

- ¡Hai! ¡Ya voy! - grito respondiendo a lo dicho - Uff... eso estuvo cerca.

-Qué bueno que actuaste en el momento.

-¡Wuah...! ¡Mio! ¡Deja de hacer eso!

-¿Hacer... que cosa? - respondió ladeando la cabeza tiernamente.

-"Dios, que lindo fue eso..." -pensó Shidou un tanto sonrojado - M-Me refiero a que no te aparezcas así de repente, me diste un buen susto Mio.

-Jaja... perdón, perdón... es que te ves tierno así en esta edad.

-Claro que no soy tierno -dijo Shidou haciendo un puchero, y esto fue el detonante para Mio.

-¡KYA! ¡Qué lindo eres, es irresistible no abrazarte! -exclamó Mio mientras apachurraba a Shidou entre sus pechos.

-¡Ya entiendo, entiendo! ¡Ahora suéltame que no me dejas respirar! –dijo agitando los brazos, intentando liberarse.

-Buuu~, no eres divertido Shidou –dijo liberándolo de la 'tortura', para decepción de ella.

-Haa... bueno, como sea. Entonces en verdad volví en el tiempo...

-Por tercera vez. Sip, funciono exitosamente -complemento Mio- Lo único que se puede resaltar es tu ojo izquierdo.

-Si lo sé, pero eso se puede arreglar. [Haniel] -dijo y el ángel se manifestó, cubriendo la parte de su ojo izquierdo por unos momentos, para luego desaparecer el ojo en forma de reloj dorado, y mostrar su ojo castaño normal- Bien, funcionó.

-Bien hecho, pero no te acostumbres a usarlo permanentemente. Tendrás que practicar desaparecer ese ojo a voluntad propia para que no dependas siempre de energía espiritual -sugirió Mio con seriedad.