Era blando, sin duda era cómodo, la suavidad es algo que sin duda a todos nos gusta. Y nos gusta mucho más si esta comodidad y suavidad corresponde a un objeto que nos hace relajar a todos sin excepción alguna. Nuestra cama de dormir.
Kotori no quería levantarse, se sentía bien estar acostada en su cama, sin duda estaba cansada. Después de todo lo que pasó, se había cansado de sobre manera por lo que sucedió, ya que, según ella, todo eso fue un sueño que no deseaba tener nuevamente y estaba cansada porque se había ido a dormir muy tarde porque se quedaron mucho tiempo celebrando su cumpleaños con sus amigos y familia. Es muy triste relatar que la realidad es otra, y que lo que soñó fue tan real como se puede ser.
Se había movido mucho en la cama, no encontraba una forma de dormir que le pareciera cómoda, y al final, las sabanas de la cama se enredaron en ella, se siguió moviendo hasta que se cayó de la cama haciendo que se despertara. Le molestó que estuviera entre tantas sabanas, así que hizo un poco de esfuerzo y se liberó de estas.
Movió su mirada por la habitación, estaba un poco oscuro por lo que no pudo ver mucho. Se puso de pie y camino con cuidado buscando un interruptor que encendiera la luz. Lo encontró y lo activó. La luz la cegó un poco, pero cuando su mirada se enfocó de mejor manera, se sorprendió al ver que no estaba en su habitación. No era una habitación que ella conociera, y también notó que no lleva puesto su pijama habitual rosa, sino que estaba vistiendo un pijama color crema que le quedaba un poco grande.
Kotori pensó que tal vez lo que soñó no fue un sueño después de todo. Sintió miedo. Miedo por haber provocado tanto daño, miedo por lo enojados que estarían sus padres con ella y miedo de que su onii-chan la odiara por todo lo que había hecho. Lo último que recordaba era que un extraño le dio algo que desencadenó todo el desastre, había llegado a su casa y se derrumbó en el suelo llorando, llamando a su onii-chan. También recordaba que esto hizo que llegará con ella, la abrazara y después... después... todo se le hizo borroso, no lograba recordar nada más.
Sintió que alguien se acercaba a la puerta. Retrocedió unos pasos siendo precavida de que fuese un extraño que le quisiera hacer cosas malas. Se sentó en el suelo con la cama en su espalda, la puerta se abrió y cerró sus ojos con temor.
-¡Kotori! ¡Que alivio que despertaras! -dijo una voz femenina que Kotori identificó como la voz de su madre.
-¿Ma-Mamá? -dijo Kotori levantó la cabeza un poco más relajada. Su madre se acercó a ella y la abrazó.
-Estábamos tan preocupados por ti, estaba asustada de que te hubiera pasado algo, no sabría qué hacer si algo malo te sucediera -dijo con una voz que demostraba angustia.
Kotori se sintió feliz y relajada al saber que su familia no tenía repercusiones con ella por lo que hizo. Pero entonces se acordó de alguien.
-¡Mamá! ¿¡Donde esta onii-chan!?¿¡Esta bien!? -dijo preocupada esperando la respuesta de su madre.
-Tranquila, tranquila. Shidou está bien, está tomando desayuno ahora en el comedor.
-Uff... -suspiró Kotori- Que bien... -y en ese momento...
Guuuuuuuuuuuuuuuuurg
-Y supongo que tú también tienes hambre ¿verdad? Ufufu... -dijo con risa la madre tomando como un sí, la cara de vergüenza de Kotori- Ven, vamos a comer, te tenemos algo especial preparado.
Kotori se extrañó de eso, no dijo nada y solo siguió a su madre fuera de la habitación. Cuando llegaron al comedor, su madre dijo "Ya pueden salir" y entonces su padre, hermano y 3 personas que desconocía, entre ellos una niña, salieron con pistolas de confeti en sus manos.
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Date A Live: Nuevo Inicio
FanfictionTomado desprevenido, Itsuka Shidou es derrotado y muere a manos de Industrias DEM, perdiendo todo aquello que él amaba. Apareciendo en un algún lado desconocido de la vida, un ser que nunca ha visto lo salva de las garras de la muerte, diciéndole qu...