Fecha de publicación: 04 de febrero del 2019
¤¤¤¤
La mansión era sin lugar a duda era algo que los hermanos había olvidado. Había regresado aquel lugar al que se supone debería llamar hogar, al que debieron haber extrañado, pero no era así.
Esa mansión ya era un lugar desconocido para ellos.
Al pasearse por la mansión se toparon con varias sorpresas, varios de los que estaban cuando ellos se fueron ya no estaban.
Alix le había preguntado a Agatha que era lo que había pasado, a lo que la mujer contesto con un vago.
- cuando ustedes se fueron varios se enojaron, eso provoco que sus padres los despidieran por tratar de llevar la contraria -
El enojo se apodero de los hermanos, bueno no de todos ya que Dave no recordaba muy de su niñez en esa casa.
Iban a popinar al respecto, pero no querían iniciar una discusión.
Fueron a sus cuartos, cada puesta tenía su nombre completo, así que se les fue fácil llegar a estos, el problema fue cuando entraron, tuvieron diferentes reacciones.
Alix tuvo que tratar de no matarse, la habitación estaba llena de polvo, bueno no tanto, pero podía apreciarlo desde donde estaba, la pequeña biblioteca que estaba ahí tenía libros de hace años, también había revistas de su madre que en definitiva tenía que quitar de ahí. Las paredes estaban pintadas de un desgastado color beigs, la ropa en su armario era de cuando tenía dieciocho años, así que eso ya no le quedaba.
John por su parte estaba apunto de pedir que le regresaran al internado, la cama estaba adornada de una sabana con osos, las paredes eran Blancas pero manchadas, el lugar estaba desordenado y oscuro, frío como si nadie hubiera vivido ahí. La ropa que había ahí era de tiempo atrás, necesitaba más ropa.
Los mellizos sin lugar a duda estaban en la perspectiva de irse a dormir al sillón, su cuarto no era lo que recordaba, para empezar ellos no tenían las paredes de morado, ¿Quien lo pinto? Eso era un caos. Había ropa de cuando tenían catorce años, ropa que lo más seguro ya no le cabía por la cabeza.
Abraham estaba desconcertado y un poco mareado, las paredes de su cuarto estaban rayados, con manchas de manos, como si alguien ocupara su cuarto en esos diez años, la ropa que había estado ya no estaba o bueno la gran parte de ella.
Los trillizos no estaba nada mejor.
Edward estaba enojado, los juguetes que tenía y los video juegos ya no estaban, su ropa estaba sucia señal de que alguien había estado usando, al igual que el resto de las cosas.
Theo estaba en plan de querer pedir una explicación, la mayoría de las cosas en su cuarto estaba rotar, la cama estaba hecha un lío, su ropa estaba rota o sucia.
Ivette estaba que le daba todo igual, no le importo que sus cosas de niña estuvieran rota o usadas, no le importo que las paredes rosadas estaban manchadas y sobre todo no le importo que una niña estuviera dormida en su cama como si nada.
Dave estaba incomodo, el cuarto estaba para un bebe, no para un adolescente y sobre todo, solo tenía la ropa que se había traído del internado, necesitaba ropa nueva y todos sus hermanos igual.
Dada la noche y con el hambre a flor de pie, los nueve hermanos bajaron al comedor donde sus padres estaban sentados esperándolos.
Dando las buenas noches, los hermanos se sentaron y esperaron la cena.
Los nueve hablaban entre ellos, temas del internado, reían por debajo y se daban miradas divertidas.
- disculpen, hay una niña de cinco años en mi cuarto, ocupando mi vieja ropa y durmiendo en mi cama como si nada -
Hablo Ivette llamando la atención de todos, una de las jóvenes que estaba ahí sirviendo la comida la miro.
- lo siento señorita, esa niña es mi hija, le he dicho que no suba pero nunca me hace caso -
La joven no aparentaba más de veinticinco años, parecía realmente apenada.
Ivette le resto importancia, aunque si le dijo que le dio miedo porque estuvo apunto de subir la maleta a la coma como si nada.
Cuando la cena estaba servida los hermanos comenzaron a comer, todos los presentes incluido los padres de los nueve hermanos vieron que estos no sonaban los cubierto, se sentaban rectamente, no hacían nada que los pusiera en mal.
Cuando acabaron de comer esperaron a que sus padres acabaran igual.
Abraham hablo.
- necesitamos ropa nueva y arreglar nuestros cuartos, ya no somos unos niños -
Frank Morgan miro a sus hijos, eso era cierto, ellos ya no eran unos niños, así que acepto que hicieran con sus cuartos lo que necesitaban.
ESTÁS LEYENDO
𝐋𝐨𝐬 𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐌𝐨𝐫𝐠𝐚𝐧
Teen FictionDiez años. Esos fueron los que duraron los hermanos Morgan en el internado. En esos diez años se volvieron grandes personas, sabios, inteligentes, bromistas y carismáticos. Tiempo después regresaron a su casa con sus padres, quienes felices hicieron...