No había pasado mucho tiempo en realidad, solo que la sensación que quedaba tras la visión de Erika te hacía sentir que había pasado más tiempo del que esperabas cuando a lo máximo había transcurrido solo media hora. Cuando pudo recobrar un poco de humedad de su garganta llamarón a la puerta antes de que uno de sus hermanos entrara.
—Ali, ¿sucede algo? —pregunto ella intentando aparentar.
Lamentablemente eso podía funcionar con cualquier otro menos sus dos hermanos.
—Eso debería preguntarte yo a ti —preguntó el mayor algo preocupado —¿te sientes muy mal?
—No, en serio no te preocupes —contesto ella.
Sin embargo Alistar que conocía bien a su hermanita sabía que mentía, con cuidado se puso de cuclillas frente a ella antes de poner una mano en su frente para ver si tenía fiebre o algo, la notaba demasiado pálida para ser normal.
—¿Segura?, siempre podemos llevarte a casa con algún permiso —ofreció él.
—Ali, en serio estoy bien, tal vez me levante demasiado rápido.
—Si tú lo dices —contesto él inseguro —la verdad es que no esperaba que fueras tú quien estuviera en el aula, así que no tengo de otra que pedirte que lleves al par de nuevos a sus respectivas clases, Derek y yo estamos tratando con otros asuntos más serios.
—Tranquilo hermano —sonrió ella en un intento de calmarlo.
Pero aunque por fuera Alistar aceptara lo dicho, por dentro comenzó a sentirse algo preocupado; nunca había visto a su hermana tener ese tipo de aspecto tan asustado salvó cuando era más niña y se colaba a la habitación de ellos a causa de las pesadillas; oscuridad, siempre era una enorme oscuridad que se la tragaba hasta que cuando creía que moriría despertaba, solo fue hasta que ella tuvo ese accidente en el columpio que los sueños pararon. Tendría que hablar con su gemelo, lo que sea que angustiara tanto a su bebé era algo que como sus hermanos tenían que ocuparse personalmente.
Mientras caminaba rumbo a la oficina del Directo, Lucí intento por todos los medios suprimir sus emociones y poder tener algo de cara para mostrar a las dos nuevas visitas, aunque por dentro estuviera reacia a hacerlo ella personalmente, no le quedaba de otro, deberes son deberes.
Cuando entro en la oficina, el par de alumnos transferidos se giró de sus asientos para contemplar a la que sería parte de su guía por el momento.
—Permiso, soy Lucí, hija del duque de Rett, parte del comité de los de tercer año —se presentó ella con una ligera reverencia.
—Un gusto, mi nombre es Luka Aeryan, hijo del Conde Aeryan —se presentó el rubio con una sonrisa "claramente soy irresistible"
—Hola, mi nombre es Nerea Minot, hija del Duque Minot —se presentó la peli azul.
—Bueno, señorita Rett, estos dos alumnos son alumnos de intercambio del Reino de Mirenova, así que por favor, haga que se sientan a gusto en su primer día en esta Institución —explicó el Director jovialmente.
Okey, básicamente tú lo que esperas es que actué como guardia de seguridad para bloquear a la masa de hombres celosos y la otra manada de mujeres descerebradas, que déjame decirte, YO TAMBIÉN PERTENEZCO A ESE GRUPO —fue lo que pensó Lucí.
Y mientras cierta castaña gruñía internamente por su posible futura muerte prematura a causa de unas hormonas alborotadas, los otros dos la siguieron como buenos perritos fieles en silencio hasta que Lucí comenzó a explicar a grandes rasgos parte de la infraestructura del lugar, luego de un mini tour, los guío a cada uno a su respectivo salón.
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The charm of the Angel
FantasyMorir y reencarnar en tu propio juego, ¿algo normal?, ¿cierto?. Pero para "Lucí" las cosas no serán tan sencillas si quiere sobrevivir y "buscar su propio final feliz", así que todos sus planes anteriores de crear una secuela de su juego "The charm...