Amélie había llegado tarde el día más importante de su vida.
Si bien el Instituto tenía reglas estrictas con respecto ella había llegado al lugar a la hora correcta, pero, finalmente no logró llegar al auditorio a tiempo dado que se había extraviado creyendo que tenía tiempo de sobra, era por eso que estaba preocupada mientras daba vueltas por los pasillos en busca de ayuda para que fuera guía a su salón, mientras la angustia crecía logró ver a un chico bastante guapo pero que era notorio que era distante con respecto a los demás, pero no teniendo de otra debió arriesgarse y acercase a él.
En defensa de Eliot había terminado de entregar un par de cosas al comité de estudiantes de su salón donde compartía clases con Liam otra vez, peor por alguna extraña razón se detuvo a mirar el tan famoso banco de los enamorados, no entendía porque de todas la veces que había pasado por ese lugar se había detenido exclusivamente para admirarlo, pero esa sensación extraña en su mente volvió a él y solo desapareció cuando giro para mirar a su espalda.
Frente a él había una chica que lucía claramente perdida, lo más probable es que fuera una de las nuevas estudiantes transferidas al Instituto lo que explicaría muchas cosas.
En cuanto a cómo era ella, bueno, en términos de belleza (y considerando que él estaba rodeado de lo que podría decir "bellezas especiales") ella entraba en la categoría "común": su cabello era castaño, ni largo ni corto, un rostro ovalado que estaba coronado por unos redondos ojos grises que tenían un cierto aire de inocencia juvenil que la hacía lucir fresca, su figura era delgada pero bien proporcionada; no tenía a simple vista ningún atributo que destacara como en el caso de algunas chicas que ya estaban en la pubertad.
En resumen esa chica entraba en la perfección en la categoría "común" pero de gracias a esa especie de aura fresca e inocente la hacía destacar entre los de sus categoría. Mientras más la analizaba más sentía dentro de él que no era la primera vez que veía a esta chica, sin saber porque o cuando, termino caminando en dirección de la chica con rostro asustado.
Desde la distancia, una castaña miraba todo desde el pasillo donde se encontraba, personalmente ella no sabía que sentir o cómo diablos reaccionar ante todo lo que estaba viendo, más cuando su "amigo" parecía tener una conversación agradable con la "innombrable"...
"Espera, el que ella sea la "innombrable" es solo aplicable en mí, después de todo, nadie más sabe de la verdadera verdad de este mundo" —se planteó Lucí.
Dentro de la solitaria sala del concejo, no dejaba de pensar en la imagen de una nerviosa Amélie hablando con un distante Eliot, si bien esa era la actitud normal que tenía el chico con los desconocidos (cosa que por alguna extraña razón resultaba atractiva para la gran mayoría de las chicas), estaba hablando con tranquilidad con la otra. Esta postal era exactamente la misma con la cual tú abrías el juego en cuestión: solo mostraba la imagen de ambos del cuello para abajo, teniendo en primer plano la espalda del chico, el narrador explicaba que él fue la primera persona que conoció la protagonista en el Instituto.
De algún modo se había quedado dormida en la sala, sorprendiéndose que la hora del almuerzo estuviera a punto de comenzar y ella se había saltado todas las clases de la mañana.
A este punto de la historia, el grupo en cuestión se había adueñado de cierta forma de una de las mesas más alejadas de todos en el jardín cubierto, también era una de las mesas más largas donde daba espacio para que las nueve personas pudieran sentarse a comer en paz, todos los demás solían esquivar este lugar ya que las personas que conformaban el grupo eran todas personas fuertes y de alta nobleza. Como siempre, Lucí se dirigió a su puesto casi designado que estaba en el centro; la verdad es que no había tomado mucha importancia al principio solo que cuando una vez había llegado al último comprendió que su asiento la hacía ver como si fuera la líder del grupo.
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The charm of the Angel
FantasyMorir y reencarnar en tu propio juego, ¿algo normal?, ¿cierto?. Pero para "Lucí" las cosas no serán tan sencillas si quiere sobrevivir y "buscar su propio final feliz", así que todos sus planes anteriores de crear una secuela de su juego "The charm...