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Abrí los ojos, me había quedado dormida y cuándo me incorporé note qué todos me miraban en la camioneta boquiabiertos, con una expresión de confusión

Yo sólo sentí una punzada en mi cabeza, cómo una jaqueca... y cuándo estaba a punto de preguntar la razón de su estado de Shock, el chico de piel blanca a quién llamaban Stiles, volteó

-Estábamos a punto de despertarte...-. Susurro rascando su cabeza nerviosamente y levanté una ceja

-¿Sí? ¿Y por qué no lo hicieron?-. Me acomodé en el asiento y justo cuándo voltee hacia la ventana me encontré con la mujer de cabellos rojos la cuál me analizaba

-Sinceramente no parecía un buen momento...-. Musitó

-¿Por qué?-. Frunci el entrecejo, no entendía absolutamente nada y conformé avanzábamos el dolor crecía

-Ardías en fuego... y gritabas-. Concluyo el chico de ojos marrones y no pude evitat exaltarme

-¿Qué?-. Entrecerre los ojos para después rodarlos.- Eso no es posible... Estoy intacta... sólo soñaba-. Aseguré intentando comprender por qué cada vez qué nos acercábamos al barrio Francés mi corazón se agitaba y mi cabeza dolía cómo una migraña

Tenía muchísimo calor.

El hombre de ojos verdes me sacó de mis pensamientos, y tuve qué ponerle atención a sus palabras mientras me abría la puerta para salir

-Mira, cómo no queremos involucrarnos más contigo te trajimos hasta New Orleans. ¿Crees qué puedas seguir tu camino sola?-.

Bajé del auto y sentí la molestia qué me causaron sus palabras, así qué me alejé de el y sonreí

-Soy más ruda de lo qué creen-.

Comencé a caminar y cuándo topaba la entrada a New Orleans una fuerza invisible me detuvo, cómo cuándo no era invitada a entrar a una habitación, pero en éste caso, a una ciudad

Mi intento desesperado por entrar a el lugar me provocó arder en llamas a tal grado qué quede inconsciente por minutos...

-¿A qué te refieres con qué ella no volverá?-. Klaus levantó la voz y el eco resonó en toda la habitación, furioso, golpeo la pared en dónde la mujer se recargaba.- ¡Responde Katerina! ¡Ahora!

-Está en el infierno-. Rodó los ojos y tragó aire.- Es un lugar bastante real saben, a dónde personas cómo ustedes y cómo yo iríamos después de la muerte... de hecho, allí estuve yo por un tiempo

Elijah se acercó más, y mientras analizaba esto en su cabeza, no encontraba una explicación...

-¿El infierno? ¿Haciendo alusión a el lugar lleno de fuego y demonios, encabezado por...?

-El diablo, en efecto-. Interrumpio y los hermanos Mikaelson se obligaron a callar.-  Hace unos años la heroica ascendencia de Mia intentó derrotarlo, y así fue. Pero yo permanecí allí dentro, de hecho todos los qué estaban allí encontraron paz, excepto yo
Y fue cuándo lo entendí, el infierno no se podía quedar sin alguien lo suficientemente diabólico cómo para cuidarlo, y esperé por años, siendo su reina, completamente sola
Hasta qué llego Mia, y cómo en todo mundo prisión pude escapar de él con un ancestral, con un eclipse y con la magia de aquellos qué me metieron allí.

-¿Magia?-. Se burló Klaus

-La sangre de Stefan y Damon Salvatore corre por sus venas, es su escencia, y por lo tanto magia. Qué estúpidos se han vuelto-. Sermoneó y Klaus la levantó del cuello

-Dinos cómo recuperarla

Ella titubeo. Sabía que no tenía fuerzas y temía qué la asesinarán, enviándola de vuelta hacía el lugar de fuego

-Tendrá que llegar alguien peor qué ella, para qué la remplace dignamente y después repetir todo mi procedimiento pero dudo mucho qué sobreviva, después de todo...

-¿A qué te refieres?-. Preguntó Elijah extremadamente inconforme con la información que brindaba Katherine

-Será un demonio, al igual qué yo... caminando sobre la tierra-. Aseguró con la mirada vaga.- El infierno tiene cierta energía mística que ayuda a prolongar la vida, es decir, qué brinda inmortalidad

-Se te olvida qué ya es inmortal, es vampiro-. Aseguró Elijah

-Ya no, es un demonio de hecho. Al igual que yo y pues por eso ya me voy, tengo cosas qué hacer antes de volver-.

Fueron sus palabras antes de desaparecer.

-¿A dónde demonios se fue?-. Exclamó el vampiro de traje, girándose hacía todos lados

-Y qué irónico que lo digas, ahora nuestra lucha se desatará contra el infierno...-. Exclamó el híbrido saliendo de la habitación ansioso y Elijah lo detuvo, llevándose un dedo a los labios

-No, hermano... siento qué hay algo qué Katerina oculta

-¿Qué hace a alguien peor que Katherine Pierce?-. Exclamó en voz alta, mientras recordaba las palabras de la mujer.

Hubo un silencio incómodo tras el cuál Elijah respondió nostalgicaente

-La simple combinación de belleza, inteligencia e inmunidad-. Bufó

-Ambos sabemos el por qué Mia era así... ella no es Katherine-. Exclamó pensando y Elijah se viró

-No, pero tal vez ésta vez no podamos rescatarla-. Se encogió de hombros, no había nada de luz en su mirada y el híbrido negó con la cabeza

-¿De qué hablas? Recuperas a la mujer qué amas ¿y te dispones a dejar a la qué te ama?

Klaus sonrió con la misma nostalgia. Pero Elijah descubrió el toqué de mentira en sus palabras y el sarcasmo en sus labios

-Niklaus, tú y yo sabemos qué eso no es verdad. El corazón de Mia es tuyo

-¿Entonces por qué estoy aquí rogandote qué la busquemos?-. Preguntó excusándose y Elijah suspiró

-Por qué sabes qué sin mi, no podrás hacerlo.

La Última Salvatore IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora