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-Un shot por cada vez qué secuestren a Mia Salvatore y moriríamos por un coma etílico.

Kol Mikaelson servía una copa de vodka entre risas a la desesperación de sus hermanos.

-Debió haber estado aqui desde antes-. Se excusó Rebekah ante la locura de Klaus quién caminaba de un lado a otro de la habitación furioso

-¿En dónde la vamos a buscar?-. Vociferó y provocó un silencio en la habitación. 

El mayor de los Mikaelson finalmente habló en un tono bastante suave.

-No le harán nada, ahora es humana

-¿Tu qué sabes Elijah?-. Klaus lo encaró furioso y Freya aparecio en la habitación rompiendo la tensión entre ambos hermanos.

-Ya los tengo ubicados.

-Bien. Iremos y los mataremos-. Continúo Klaus

-No están muy lejos-. Aseguró ella.

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Desperté con un gran dolor en mi cuello, específicamente en la yugular. Por primera vez no me encontraba en un asqueroso calabozo o a punto de ser sacrificada y realmente lo agradecía.

Simplemente estaba atada a una silla.

-Oh, mira quién ya despertó. 

Reconocí su voz, intente aclarar mi mirada conforme se acercaba

-¿Winchester?-. Pregunté intentando buscar a el otro de ellos.

-Dean Winchester específicamente. Si quieres ver a mi hermano está muy ocupado en la farmacia-. Se sentó frente a mi con una cerveza en la mano.- Tus amigos lo dejaron tirado en la calle.

-Yo no lo envié por ellos

-Claramente no pero es nuestro trabajo.

-¿Ah si? Dime, ¿Cuánto te pagan?

-Lo suficiente para cubrir gastos en armas que matan a personas como tú y tu familia-. Se acercó un poco más hasta mí. Él intentaba intimidarme así que intenté menospreciarlo.

-Estás mal informado, no asesinas a la familia más peligrosa de vampiros con armas-. Negué con la cabeza. -Se ve bien que no sabes hacer tu trabajo

-Ya notamos que no con cualquier arma, Sin embargo debe haber alguna y tu la conoces 

La estaca de roble blanco, pensé

-Si la hubiera y yo la conociera, ¿Qué te hace pensar que te revelaría algo?-. Sonreí ladeando el rostro, quería infundirle misterio.

Él acerco su rostro aún más.

-Qué te equivocas Mia Salvatore: Si hago bien mi trabajo... Te investigué: Se qué eres egoísta, manipuladora, fría y calculadora y bien, yo podría dejarte ir a cambio de información real

Su tono de voz fue más suave

-Bueno, nunca digo nunca. Pero contigo haré una excepción

-¿Eso qué significa? 

-Significa qué no.

Sonrio, negó con la cabeza y se levantó de la silla

-Ya no eres vampiro y no podrás volver a convertirte, eres débil y tienes enemigos alrededor del mundo yo que tú lo pensaba otra vez

-No podrás matar a todos. Sólo hay un arma y de un solo uso-.

-Bien parece, que tú me ayudarás a elegir-. Estaba a punto de gritarle cuándo escuché cómo se abría la puerta.- Ah mira, te presento a mi hermano Sam Winchester

Lo miré unos momentos y después dirigí mi atención a otro lado. Él simplemente se acercó sin decir nada pues su hermano siguió hablando

-Y bien, ¿A quién quieres preservar? ¿A Elijah o a Klaus?-. Continúo y lo miré fijamente, apretando los dientes

-¿Qué haces Dean?-. Se acercó San Winchester hasta nosotros. Claramente era mucho menos colérico que su hermano.

-¿No lo notas? Interrogo a la jovencita-. Sonrió

Negué con la cabeza con una sonrisa forzada, el menor de los Winchester se acercó lentamente.

-Oye, no haremos esto así.
Hola Mia. Lamento todo esto pero necesitamos de tu ayuda

Levanté una ceja. Ya sabía lo qué ellos querían.

-¿Ah si? Pudieron enviar un correo. Además la actitud de tu hermano me convenció de no hacer tratos con ustedes. ¿Nadie le enseñó modales?

-Perdonalo. Es muy sobre protector y tus amigos, ya sabes... Me noquearon un poco

-Yo no los envíe por ellos-. Reí entre dientes.

-Entonces, ¿No te interesa ayudarnos y deshacerte de ellos?

Mi corazón dio un vuelco. Si me hubieran ofrecido esa oportunidad hace un año, no habría dudado pero, algo había cambiado en mí.

-Soy inteligente y ahora humana, no me meteria con los seres más inmortales del mundo, si ustedes tienen capacidad mental y un poco de sentido común, tampoco lo harán

Dean Winchester apartó a su hermano carcajeándose y nuevamente me encaró.

-Creo qué esa no es la verdadera razón-. Acercó su rostro aún más al punto en qué podía escuchar su respiración.-  Escucha, hace poco nos aliamos con un equipo de cazadores y se dicen cosas: Qué ambos darían todo por ti pero igual se dice qué no tienes sentimientos por ellos, entonces, nos indicarías cómo matarlos y te dejaríamos libre.

Alejé mi rostro y bufé.

-Cómo ya te dije, no estoy interesada

-Asi qué es cierto-. Se levantó manteniendo esa sonrisa, qué hacia sentir realmente incómoda.

-¿Qué?-. Respondí en seco

-Lo que dijo Katherine. Estás enamorada de ellos

Sentí mi sangre subir. Reí

-Esa perra está pudriéndose ahora mismo en mi sótano, no creo qué pueda decir nada más.

-¿Está muerta?-. Preguntó Sam con cierta preocupación, Dean rodó los ojos. Había cierta tensión y no pude evitar aprovecharme de ello.

-Si, ¿Acaso ella te importaba?-. Sonreí.

La Última Salvatore IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora