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Entró en un impecable traje a el hotel Empire en NYC. Llamó pacientemente a la campanilla tras ver el vestíbulo completamente solo.
Un hombre de avanzada edad se le acercó y con una sonrisa se detuvo.

-Bienvenido a el hotel Empire. ¿Desea registrarse por aquí?

Sonrió sin mostrar los dientes y acarició levemente la campanilla.

-Oh no. Estoy buscando a alguien. El señor Mikaelson.

-Mikaelson... ¿Elijah?-. Preguntó la mujer sonriente, mientras tecleaba en la computadora

-Precisamente. Es mi hermano y llevamos meses sin vernos

Ella sonrió y tomó el teléfono

-Permitame llamarlo, para ver si lo puede recibir

-No me está entendiendo. Claro qué me puede recibir. Así que, indiqueme en dónde se hospeda mi hermano o buscaré  en cada habitación...

-No será necesario Niklaus. Gracias, Allysson-.
La pelirroja dejó el teléfono aterrada y salió del vestíbulo mientras Klaus la miraba.

-Qué tenga un buen día-. Murmuró mientras la veía alejarse

Klaus clavó los ojos en Elijah. Tenía una barba y no llevaba traje, si no una camisa blanca y un pantalón de vestir color azul marino.
Sus ojos reflejaban las entrañas del infierno

-¿Qué es lo que quieres?-. Rodó los ojos mientras dejaba bolsas de compras en el suelo.

-¿No es obvio? Ver a mi hermano-. Golpeó levemente su hombro

-Por suerte estoy muy ocupado cómo para encargarme de ti-. Levantó las cosas y siguió su camino entre el pasillo

-Asi qué es cierto. Matas y asesinas alrededor del mundo por mera satisfacción.

Elijah se viró

-Eso a ti no te importa. Regresa de dónde veniste. Tal vez la chica Salvatore pueda ajustarte la correa del cuello

-¿La chica Salvatore? Ya fue a darle problemas a otro par de hermanos
Espero no tener que volver a verla

-¿Entonces no vienes por ella?

-No. Vengo por ti. Nuestro hogar es New Orleans.

-Tal vez el tuyo pero, yo soy feliz aquí-. Abrió la puerta del #95 y entró.

-Bien. No pienso volver a rogarle jamás a nadie-. Se dio la media vuelta cuándo escuchó nuevamente su voz

-Hermano...

-¿Sí?

-¿Te deshiciste de ella?-. Preguntó Elijah y Klaus se detuvo mientras sonreía

-¿De quién?

-De la última Salvatore...

Clavó la mirada en la pared, hacía meses que no volvía a pensar en ella
Esta vez cuando lo hizo, no sintió nada

-Quisiera decirlo así pero...

Elijah lo interrumpió

-Ella se deshizo de nosotros.

Klaus asintió y volvió a darse la vuelta

-Creo qué es hora de irme

-Me parece que si. Una vieja amiga tuya se encuentra en la ciudad...

Klaus sonrió y salió del hotel sin mirar atrás, se subió en su camioneta al ritmo de Seven Nation Army mientras conducía hasta un restaurante al lado de Central Park.
Bajó de la camioneta y buscó con la mirada, cuándo una cabellera rubia se acercó entre la multitud

-Caroline, Llevaba años sin verte-. La estrechó

-Eres el diablo, Klaus Mikaelson-. Lo empujó y abofeteo

-Me lo han dicho de peores formas-. Se acarició el mentón mientras sonreía

-¿Es en serio? ¿La hija de Damon y Elena?-.
Su sonrisa se borró, rodó los ojos.

-Escucha. No es algo de lo qué quiera hablar. Vengo de pelear con Elijah precisamente-. Bajó la mirada

-Elijah me parecía el menos enfermo de tu familia pero, cuándo me di cuenta de que se acostaba con la hija de mis amigos...

Klaus puso su dedo índice en su boca

-Caroline, te lo dije una vez: Eres hermosa pero si no te callas te voy a matar

Ambos rieron y entraron al restaurante. Ordenaron, y tras unos minutos retomaron la conversación.

-¿Qué paso con ella?-. Preguntó

-Espera a qué llegue la cerveza...-. Sonrió.

Al cabo de unos minutos mientras Klaus le contó la forma en que encontró a Mia, de su actitud al llegar a la propiedad Salvatore y tras convertirse al vampirismo, La Rubia quedó pasmada...

-Dios, es Damon con tacones...-. Rió

-Es Elena sin humanidad...-. Continuó Klaus

-Es Katherine-. Dijeron ambos al unísono y rieron

-Espera, ¿Como sabes que Elena llegó a perder su humanidad?-. Fruncio el entrecejo

-En algún punto todos lo hacemos, es parte de ser vampiro. Lo extraño, es recuperarla. ¿O no?-. Le guiñó un ojo

-Klaus, eres encantador pero si no te callas te voy a matar

Él soltó una carcajada y después de unos momentos, se le ocurrió preguntar...

-¿Qué tal tus hijas?-. Sonrio

-Estudiando en Florida, Sigo investigando cómo evitar que se maten un día

-¿Y Hope?-. Bajó la mirada

-Bueno, después de que regresaron la vida, están muy confundidas, no e hablado mucho con ellas pero, Hope es muy talentosa. Creo qué esta despertando su lado vampírico. Necesitará ayuda.

La Última Salvatore IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora