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-¿Estás lista para hablar?

Me burle mientras Katherine abría los ojos. Ella miro a su entorno y sonrio, Sabia que no podía escapar de la celda en la casa de New Orleans, Asi que no puso resistencia

-Eres una perra mala, Mia Salvatore. incluso podrías ser mi hija

Rodé los ojos. Obviamente estaba buscando una distracción

-Ya me parece bastante enfermo ser de tu linaje, no quiero compartir contigo nada que no sean respuestas 

-No debes preocuparte por Derek. a decir verdad, él huye de otras cosas-.
Exclamó mientras sonreía traviesamente. Yo conocía esa táctica, era cómo si estuviésemos vinculadas. Y bien, lo estábamos por nuestro linaje, pero parecíamos tener una conexión mayor.

-Si, cazadores-. Respondi intentando no distraerme más en su juego.- Pero a nadie le asustan. no comprendo el alboroto

-Esos cazadores son bastante diferentes a como te los imaginas, nada les pasa por encima
Son un par bastante sexy, debo admitir-. Continuó sonriendo, de oreja a oreja.

-¿Por qué te asustarian un par de cazadores Katherine? Eres una humana ahora

-Eso no borra todo lo que e hecho. Ellos llevan años detrás de mi pista, y los habia mantenido alejados al menos hasta ahora

-En el infierno jamás te habrían encontrado. Sin embargo me usaste para salir de ahí.

-No era el verdadero infierno tontita, era un viaje astral en qué te pusieron mis brujos: Ian trabajó todo éste tiempo para mí, fue el amor de tu vida y se parecía al amor de mi vida. Él te odiaba así cómo el maravilloso Stefan Salvatore me odiaba, es bonito ver cómo las costumbres continúan.

Intenté digerir la información. Katherine Pierce todo éste tiempo detrás de mi. No tenía palabras.

-Vaya, si qué eres una perra. Entonces ¿No estuve muerta todo éste tiempo?

-No. Dormida a decir verdad. Cuándo tu tío me asesinó, no encontré la paz y el infierno ya no existía, permanecí en el mismo sueño qué tu y qué otros, estaba lleno de llamas y fuego, todos eventualmente escaparon, excepto yo. Hasta qué llegaste tú, necesitaba tu sangre para despertarnos.

-¿Y cómo es que desperté en Beacon Hills con un montón de inadaptados?

-Simple suerte cariño.

-Mientes-. Bufé. -Conocías a Derek Hale.

-Un ex amante. Es todo su odio por mi. Ah, y tal vez qué envié a los dos hermanos cazadores más poderosos del mundo en busca de él y su manada: Los Winchester

Estaba segura de haber escuchado antes ese apellido... pero... ¿En dónde?

-¿Los... Winchester? ¿Cómo el rifle?

-Si Mia, y ahora los destruirán en lugar de a mí.
Cómo se lo dije a tu madre, mejor ustedes qué yo.

Me miraba con los ojos inyectados en sangre. Mis sentidos no estaban agudizados pero podia oler su miedo, y ese miedo demostraba lo desesperada que se encontraba.

-Qué plan más estúpido, te creía mas inteligente Katherine. La próxima vez que me comparen contigo, me voy a enfurecer-. Me di la vuelta cerrando el portón. Hice un último intento por escuchar sus últimas palabras antes de irme:

-Tal vez no pienses eso cuándo estés muerta, y no yo.

-Sammy, ¿Quieres apurarte?

Dean Winchester se aventuró entre la espesura del bosque mientras llamaba a gritos a su hermano. No sabía a quién estaban buscando pues habían garras y colmillos en las víctimas del llamado.
Y qué además las dejaban sin una gota de sangre, entre el pueblito de Mystic Falls.

-Mira ésto-. Exclamó Sam poniéndose de pie. Apuntando a otro cadáver, justo en un agujero detrás de un arbusto.

-Bueno, nuestro asesino tiene garras, colmillos, le gusta el O positivo y sabe cómo enterrar.

-Esto es muy extraño. Jamás había visto algo así.

-Bueno, tampoco es increíblemente sorprendente-. Negó Dean

-¿Crees qué tenga algo que ver con...?

-¿Con los vampiros originales a los qué les perdimos la pista? ¿O con la manada de Beacon Hills por la qué Monroe nos envío?

-Con ella. Con Mia Salvatore.

Hubo una pausa. Ambos escucharon la historia por parte de Katherine: La familia de vampiros originales dispuestos a todo con tal de proteger a la última de dos dinastías enteras.

-Tengo entendido qué la última Salvatore no es un híbrido. Según el informe de tu amiga Katherine-. Bromeó Dean

-Ella no es mi amiga.

-¿No? Pues Mia es idéntica a Katherine. Dos chicas súper sexys para dos hermanos súper sexys. ¿Qué podría salir mal?

Escucharon otro sonido. Entre los arbustos de éste salió un lobo qué los atacó hasta dejarlos en el piso.
Su pelaje era negro, sus ojos verdes. Dean creyó reconocerlo.

Sam estaba a punto de dispararle cuándo salto otro lobo, el cuál tranquilizo al qué aprisionaba a Dean y miró cómo suplicando clemencia al menor de los Winchester.

-Bien amigo. Si no se largan voy a disparar

-¿Espera qué?-. Gritó Dean confundido

Los lobos se adentraron en el bosque y éste se levantó

-¿Qué has hecho, Sam? ¡Ya lo tenías!

-Ellos entienden. Son mitad humanos, pero los vampiros no. Ellos son a quiénes destruiremos.




La Última Salvatore IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora