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Dean Winchester tomó del brazo a su hermano, lo ayudó a sentarse e intentó tranquilizarlo mientras yo sonreía

-De acuerdo hermano, Debes calmarte-. Se tomó unos cuántos segundos a su lado, después se viró hacia mí, furioso.- Y tú no deberías ser tan insolente. Se te olvida que eres un rehén.

Tocó mi pecho con un dedo acusador, él realmente creía tener el control pero parecía su primera vez intimidando a alguien.

-Te equivocas. No tengo porqué seguir aquí.

Me levanté junto la silla y me deje caer violentamente hacía atrás hasta qué se quebró, saqué un cuchillo de mi bota quitando las ataduras.
Los hermanos se lanzaron contra mí, y tomé la misma silla para defenderme de ambos. Golpee a Dean quién cayó de espaldas y le di un puñetazo a Sam en el rostro.

-Tal vez ya no sea vampiro, pero seguiré siendo una perra-. Exclamé acercándome a la puerta

-Dejala-. Lo detuvo Sam y él ojiverde gritó

-Te asesinarán allá afuera, una llamada a Monroe, y te encerrarán, no te atarán a una silla.

-Se te olvida qué yo escapé del infierno-. Azoté la puerta y mientras bajé las escaleras corriendo a través de todo New Orleans.


-¿Por qué la dejaste ir?-. Cerró la cortina furioso.

-Ella ya no es el problema Dean-. Sam se sentó en la cama oprimiendo el dolor en su abdomen.

-Debemos salir de aquí y hablar con Monroe o esos malditos nos asesinarán-.
Colocó la maleta sobre su cama y comenzó a guardar ropa.

-¿Recuerdas el arma de papá?-. Preguntó su hermano

-Por supuesto, fue exactamente la qué no funcionó con ellos.

Sam se quedó en silencio unos momentos y finalmente exclamó:

-Tal vez deberíamos cambiar las balas.

Entré a la casa de los Originales, ubicada em el barrio francés. En la entrada me encontré a Elijah

-¿Mia? ¿qué ocurrió?-. Preguntó abrazándome, después de unos momentos Sonreí y entré con él.

-Me subestimaron-. Respondí finalmente.

.


Los Winchester ya tenían sus maletas listas, estaban próximos a abandonar el lugar cuándo Dean tomó el teléfono entre sus manos. Y Sam le cuestionó.

-¿Qué haces?

Dean acercó el teléfono a su oreja derecha mientras esperaba que contestarán

-Llamando a Monroe, tengo qué avisarle qué abandonaremos New Orleans por ahora-. Exclamó mientras bajaba la mirada esperando

-De acuerdo. Tú solo tranquilo. Sabemos que no la quería a ella, si no, a los Originales-. Sam susurró y Dean tapó el micrófono del teléfono para contestarle a su hermano

-Intentaré explicárselo cuándo me arranque la lengua


Finalmente, atendieron la llamada

-¿Y bien? ¿Tienen a la chica?-.

Monroe era una mujer morena de 23 años, ella estudiaba la Universidad cuándo se enteró de que en el mundo, habitaban ciertas criaturas especiales y peligrosas, por medio de una terrible experiencia que involucraba a Beacon Hills, ahora ella era la líder de los cazadores, pues su mentor, Gerald fue asesinado. Era una mujer dura y centrada.

Dean suspiró.

-La teníamos, ahora sólo nos quedamos con algo de información.

Hubo un silencio. Obviamente a la mujer le disgustó saber que no completaron lo qué les pidió, y en un tono realmente molesto, se lo reprochó a Winchester.

-¿Qué tanto trabajo les pudo haber costado? Ustedes lidian todo el tiempo con éstas cosas

Él sabía que esa reacción ocurriría. Pero no podía hacer más.

-No iba a servir de mucho, de cualquier forma tenemos información de los Originales. Intento arreglar la situación pero ella fue bastante firme con seguir el plan.

-No. Quedense ahí. Estoy de camino a New Orleans con mi equipo, allá esperen.

Dean entró en pánico. Él sabia que la mujer estaba loca y aún así decidieron unirse a ella, pero ninguno pensaba en arriesgar su vida.

-Monroe, los Originales saben en dónde estamos. Nuestras armas no los tocan

-Te pedí que no los enfrentarás, únicamente debías sacar a Mia Salvatore, ilesa.

-No podíamos sacar a la chica ilesa sin enfrentarlos-. Se excusó desesperado.- Escucha. Necesitamos otro plan

-Bien. Los veré en las afueras de la ciudad Y no más excusas.

Dean colgó el teléfono y tomó su maleta

-Bien. Monroe dice qué nos verá a las afueras de aquí. Debemos apresurarnos-. Exclamó mientras abría la puerta, y junto al marco de ésta, vio de pie a el vampiro más viejo de todos.

-¿Ya se van? ¿No piensan presentarse?-. Klaus Mikaelson se adentró y justo cuando Dean volteó para ver a su hermano, se encontró con cierto hombre en traje.

-¿Qué? ¿Te sientes el único con conocimiento de infiltrarte en propiedad privada?

-Larguense de aquí si no quieren más problemas-. Dean sacó una pistola de su cinturón, sabía que el esfuerzo sería inútil pero no había nada más qué hacer.

Klaus se burló en su cara y lo tomó del cuello.

-Bueno. Verás, tú secuestraste a nuestra chica y eso realmente nos molesta.

Dean Winchester abrió los ojos. Estaba en una celda y a su lado estaba yo. Realmente complacida

-Mira quién despertó-. Me Burlé y el se incorporó

-¿En dónde está mi hermano?

-Las preguntas las hago yo. Pero ya ansiaba decirte qué en cualquier momento despertará junto al cadáver putrefacto de su ex.

-Me decepcionas Mia. De verdad esperaba llegar a algún acuerdo contigo

-Bueno. Te tengo aquí encerrado, de seguro ya conoces mi respuesta

Se aferró a los barrotes de la celda furioso y gritando a través del eco del sótano

-Escapaste por qué te deje. Si no hubiese sido por mi compasión los papeles estarían invertidos
Y sólo por haberme metido aquí te voy a destruir

Sonreí, él estaba realmente aterrorizado y no por los Originales. Había algo qué lo estaba atormentando.

-Qué ridículos son los hombres que le temen a la fuerza de las mujeres.
Y no necesito aumentar mis sentidos para sentir ese miedo que te carcome y qué acabará destruyéndote a ti.


La Última Salvatore IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora