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   El hermano mayor de YoonGi se encontraba caminando con las manos en su bolsillo por el desértico patio de su instituto junto a TaeHyung, en un silencio un tanto tenso. Habían tantas cosas que querían decirse, pero no podían. Ninguno se atrevía a hablar primero.

   SeokJin no sabía qué le estaba pasando últimamente. No estaba seguro de si TaeHyung le gustaba, pero debía admitir que se sentía bastante atraído a su persona. No fue una sola vez en las que fantaseó con él, sea caminando tomados de la mano o dándose un lento y amoroso beso, de esos que guardan más palabras que las mismas.

   Se detuvieron junto a un árbol. TaeHyung soltó un suspiro cansado que llegó hasta los oídos de SeokJin quien, preocupado, tocó con delicadeza su hombro para llamar su atención.— TaeHyung, ¿estás bien? —Preguntó. El castaño asintió.

   —Últimamente estoy algo distraído, discúlpame por haberte preocupado —El tono dulce de su voz lo tranquilizó. Cuando SeokJin pensaba en TaeHyung, lo primero que se le venía a la mente era su grave y serena voz y lo hermosa de su personalidad. Él era tan amable y comprensivo con todos, no había persona con quién no lo fuera. SeokJin no era excepción. Y esa tonalidad grave de su voz y la tranquilidad de sus palabras eran la mejor cura de la depresión.

   SeokJin no tenía depresión, pero si tuviera, se imaginaba que la mejor cura sería el lindo castaño a su lado. Sería la suficiente razón para seguir viviendo.

   Entre sus pensamientos, sintió como era tomado delicadamente por la mano. Instantáneamente salió de su nube y verificó que el dueño del acto sea la persona que él anhelaba; y sí, era TaeHyung. El chico estaba mirándolo con timidez.

   —SeokJin, me gustas —Dijo, casi en un susurro. El corazón del mayor dio un vuelco. Sus palabras fueron un suave flechazo que atravesó su pecho, y una dulce melodía para sus oídos y sentimientos. El contrario elevó la mirada—. Sé que no ha pasado mucho desde que nos conocemos, pero me gustas. Me cautivaste siendo tú mismo y en tan poco tiempo —Admitió. SeokJin esbozó una sonrisa que intentó disimular—. No soy muy bueno en las confesiones, ha decir verdad no he salido con muchas personas... Por eso pido que, por favor, me aceptes completo, incluso con esta dificultad de expresar mis sentimientos —Agregó, haciendo reír al mayor. El castaño casi saltaba de felicidad. Lo tomó de ambas manos, acariciándolas con las yemas de sus dedos pulgares. TaeHyung sonrió—. SeokJin hyung, ¿quisieras ser mi novio?

   El castaño lo abrazó.— —Le susurró en su oído, aferrándolo más a él. ¿Quizás era TaeHyung la persona que estuvo buscando durante tantos años? ¿Será él quien rellene el vacío que, por razones inexplicables, penetra su pecho? ¿Será él?

   SeokJin parecía muy seguro de sí mismo, pero en realidad él era una persona muy insegura. Dudaba de sí mismo y se sentía incapaz que tomar decisiones con rapidez. Se arrepentía al instante luego de decir o hacer algo y también tenía problemas para mantener a sus amigos, pues al poco tiempo de hacerlos comenzaba a sentir que éstos se sentía incómodos con su presencia y dejaba de hablarles.

   Ese SeokJin sociable, seguro y fuerte son solo una envoltura que lo protege de la torturadora sociedad.

   Siente las manos de TaeHyung separarlo lentamente, lo cual lo hace sentirse vacío de nuevo por segundos. ¿Por qué estaba alejándolo? ¿Era una broma? ¿En realidad no siente nada por él?, pero sus inseguridades fueron calladas por los labios de Kim, quien se aseguró de que, con este beso, pudiera rellenar todos los espacios vacíos en su corazón.

   Y luego TaeHyung tendría que ver como rellenar los espacios vacíos de su cuerpo porque, no tan lejos de él, JungKook los había descubierto en mitad del beso.

   Y nadie desobedece a Jeon JungKook.

Look Pretty | KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora